Por: Bere Padilla
México levantó su noveno título de la Copa Oro en una montaña rusa llena de muchas emociones y es que después del fracaso en Qatar 2022, la goleada en Nations League contra Estados Unidos y el cese de Diego Cocca quien la verdad nunca demostró cabida en el banquillo tricolor.
La respuesta fue rápida y Jaime Lozano tomó el reto en medio de la crisis, si, tuvo poco tiempo para armar un plantel que reconquistará a todos y sobre todo que se viviera un muy buen ambiente dentro del vestidor nacional. Cabe mencionar que cuando sonó el nombre del Jimmy la respuesta fue positiva no sólo por el bronce ganado en Tokio; sino también porque para muchos es un técnico jóven, que no deja de estudiar, bien preparado y con una excelente planeación de juego.
Honduras, Haití y Qatar fueron los primeros sinodales, los dos primeros bien ganados y sin problemas, pero cuando se enfrentaron al pasado anfitrión de la Copa del Mundo fue un cuestionamiento en todos los sentidos y las dudas volvieron a hacerse presentes y preguntándose ahora a quién echarle la culpa. Para los cuartos de final se midieron ante Costa Rica en un partido donde el primer tiempo no fue el mejor pero en el complemento supieron resolverlo, en semifinales se midieron ante una Jamaica que está creciendo futbolísticamente y que no hay que perder de vista los goles de Henry Martín y uno de Luis Chávez igual al de Qatar 2022 llevaron a México a una nueva final de la Copa Oro donde se enfrentaron a Panamá un rival que cuando se trata del cuadro nacional se crecen en todos los sentidos y efectivamente el partido fue un dolor de cabeza más aparte el relajo con el tema arbitral. A pesar de todo Lozano se mostró seguro los 90 minutos y aunque siempre estuvimos gritando el tema de los cambios los supo hacer muy bien sobre todo el ingreso de Santiago Giménez quien viene de una muy buena temporada en Europa siendo goleador en Holanda y campeón en su liga y y a pocos minutos de ver la prórroga el canterano del Cruz azul fue el encargado de anotar el gol del título.
A manera de conclusión me gustaría expresar lo increíble que fueron estas semanas siguiendo a detalle la aventura de la Selección Mexicana en tierras norteamericanas donde efectivamente nadie quería seguir este torneo pensando que iban a perder en el primer partido o que estarían fuera desde la primera ronda o que con Diego Cocca iba a ser complicado y para nada yo creo que al final de cuentas se ganó y se cumplió, pero esto no se ha terminado aquí falta mucho camino por recorrer y en el 2024 tendremos la participación de México en la Copa América e irse preparando para el 2026 donde se espera mucho del equipo Azteca.
Deseo que esto sea el inicio de un cambio generacional urgente.