Jabón vs COVID-19

¿Sabes cómo el jabón destruye el coronavirus?

Una forma de contagio del COVID-19 se da a través de las manos, es por eso que se recomienda un constante lavado con agua y jabón por un tiempo mínimo de 40 a 60 segundos, o usar gel antibacterial a base de alcohol al 70%.


¿CÓMO ME CONTAGIO DEL COVID-19 CON LAS MANOS?

Al tocar una superficie contaminada con el nuevo coronavirus,

Estas superficies se contaminan cuando una persona contagiada tose o estornuda y sus gotas de saliva que expulsa caen sobre estos objetos.


¿CÓMO INGRESA EL VIRUS A MI CUERPO?

Se da cuando nos tocamos la nariz, ojos o boca con nuestra mano contaminada.


¿CÓMO FUNCIONA EL JABÓN?

La efectividad del jabón contra el nuevo coronavirus es debido a 2 propiedades que trabajan en conjunto, que es el mismo contra la suciedad:

Una parte del jabón se pega a grasas y aceites; la otra encapsula estas uniones de grasa-jabón.

¿CÓMO DESTRUYE EL JABÓN AL VIRUS?

El coronavirus SARS-CoV-2 tiene por una membrana de grasa en su exterior y picos que sobresalen que se llaman glicoproteínas. Dentro de la membrana se encuentra el ácido ribonucleico (ARN) del virus.

Al lavarnos las manos, la parte del jabón que se pega a las grasas se adhiere a la membrana del virus y la rompe a la fuerza, destruyendo así al virus.


¿CÓMO SE DESECHA EL VIRUS?

Luego, el jabón genera pequeñas burbujas llamadas micelas en la que se encapsulan los restos del virus, que se eliminan al enjuagarse con agua.

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Jabón Roma con olor fresco, alto PH y biodegradable, es decir, que cuenta con la propiedad de desintegrarse en poco tiempo de forma natural y se degrada gracias a los microorganismos que contiene evitando la contaminción del agua y estando libre de fosfatos.

Primero agregue 3/4 partes de agua en un atomizador y al final el jabón de ésta forma evita el exceso de espuma, agregue el jabón y agite hasta crear una mescla de jabón líquido que permita frotarse las manos y generar espuma, puede aplicarse sobre cualquier superficié, personas y/o animales.



Manuel Peinado Lorca descifra el origen desconocido del jabón y la multitud de propiedades que lo han convertido en algo imprescindible en la contención del COVID-19. Peinado es Catedrático de la Universidad de Alcalá en el Departamento de Ciencias de la Vida e Investigador del Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos.

¿Cuál es el secreto del poder del jabón? ¿Cómo produce su poder antiviral?

Básicamente, por la misma razón por la que elimina la suciedad grasa de una pieza de tela. Las grasas son lípidos y la pared de un virus, la cápsula que lo rodea para proteger el material genético vírico con el que se reproducirá en el interior de las células a las que infeste, esa cápsula protectora está formada por lípidos.

Las manchas de grasa no se pueden eliminar solo con agua por ser insolubles en ella. Los jabones ejercen su acción limpiadora sobre las grasas en presencia del agua debido a la estructura de sus moléculas. Estas tienen una parte liposoluble y otra hidrosoluble. El componente liposoluble hace que el jabón «moje» la grasa disolviéndola y el componente hidrosoluble hace que el jabón se disuelva a su vez en el agua.

Eso es exactamente lo que hace el jabón con la pared grasa de los virus o de las bacterias. El jabón destruye la cápsula de lípidos, “desarma” la estructura y arrastra las partículas resultantes disueltas en agua.

Mecanismo de actuación de las moléculas y las micelas del jabón convencional para destruir patógenos. Autor: Luis Monje, Jefe de servicio de Fotografía Científica UAH.

¿Cómo se produce el proceso de destrucción del virus COVID-19 al lavarnos las manos? ¿Cómo destruye el jabón las moléculas de coronavirus?

El jabón está hecho de moléculas en forma de alfiler, cada una de las cuales tiene una cabeza hidrofílica (se enlaza fácilmente con agua) y una cola hidrofóbica, que rehúye el agua y se adhiere fácilmente a aceites y grasas (es lipofílica). Las moléculas jabonosas, cuando están suspendidas en agua, flotan al azar, interactúan con otras moléculas en la solución y se ensamblan a sí mismas en pequeñas burbujas llamadas micelas con cabezas hidrofílicas que apuntan hacia afuera y colas lipofílicas que permanecen en el interior.

Algunas bacterias y virus, incluido el coronavirus SARS-CoV-2, tienen membranas de proteínas y grasas (lípidos) que se parecen a micelas de doble capa con dos bandas de colas hidrofóbicas intercaladas entre dos anillos de cabezas hidrofílicas. Estas membranas están erizadas de espinas, formadas con proteínas que permiten a los virus infectar a las células y a las bacterias desempeñar tareas vitales que las mantienen vivas.

Cuando nos lavamos las manos con agua y jabón, rodeamos cualquier microorganismo de nuestra piel con moléculas de jabón. Las colas hidrofóbicas de las moléculas de jabón que flotan libremente rehúyen el agua. Al hacerlo, se introducen en las envolturas lipídicas de bacterias y virus y las abren a la fuerza actuando a modo de cuñas que apalancan y desestabilizan todo el sistema protector de las membranas. Las proteínas se desprenden de las membranas rotas y pasan al agua que las rodea, matando a las bacterias e inutilizando a los virus.

Por tanto, el proceso es doble. Algunas moléculas de jabón rompen los enlaces químicos que permiten a las bacterias, los virus y la mugre pegarse a las superficies, arrancándolos de la piel. Las micelas que se forman alrededor de las partículas mugrientas y de los fragmentos de virus y bacterias atrapan a unos y otros suspendiéndolos en una especie de jaulas flotantes. Cuando te enjuagas las manos, todos los microorganismos que han resultado matados, heridos y atrapados por las moléculas de jabón son arrastrados por el agua.

-¿Sorprende qué el jabón se haya convertido en la principal arma contra el COVID-19? ¿Por qué?

A nuevas enfermedades, viejos remedios. Pero ojo, el jabón es un arma defensiva. El coronavirus penetra en nuestro cuerpo a través del sistema respiratorio, cuyas aberturas externas son las mucosas de boca, narices y, en menor medida, de los ojos. No puede penetrar a través de la piel, de la misma forma que nosotros no podríamos penetrar el caparazón de una tortuga pinchando con el dedo. El problema está en que las manos se dirigen infinidad de veces al día a la boca, a la nariz y a los ojos. Si las tenemos limpias, se acaba el problema.

En cuanto a una defensa terapéutica, actualmente no hay medicamentos efectivos que actúen directamente. Se emplean cócteles de antivirales genéricos, que dan algún resultado en algunos pacientes. En cuanto a la vacuna, ojalá que aparezca pronto, pero conviene recordar que el SIDA, producido también por un virus, se detectó por primera vez en los años cincuenta del siglo pasado y todavía no se ha encontrado vacuna. Desde que hay registros, el virus del SIDA, el VIH, ha matado a 45 millones de personas en todo el mundo y en 2019 acabó con la vida de 750.000 personas.

Fuente: http://portalcomunicacion.uah.es/diario-digital/actualidad/el-poder-secreto-del-jabon-contra-el-covid-19