ocurre cuando átomos de hidrógeno se difunden dentro de ciertos metales y aleaciones ferrosas bajo esfuerzos de tensión. Estos átomos de hidrógeno causan que el material pierda sus propiedades dúctiles y sufra fracturas frágiles. Las fisuras usualmente comienzan en la superficie del componente [A1].
ocurre por la presencia e ciertas impurezas en aleaciones ferrosas como antimonio, fósforo, estaño y arsénico al calentarse de 25 a 650 °C. A diferencia de otros tipos de fragilización, éste se puede revertir dependiendo de las condiciones [A2].
ocurre cuando los metales fundidos entran en contacto con ciertos materiales, particularmente zinc y mercurio. La fractura asociada a este tipo de fragilización es súbita y su falla puede ocurrir en segundos [A3].
ocurre cuando átomos de hidrógeno se difunden en puntos de alto esfuerzo interno, como fronteras de grano, inclusiones, etc., que al someterse a esfuerzos tensiles, causa fragilidad [A4].
Video: Fragilización (Embrittlement) por Hidrógeno
Los mecanismos de fragilización son importantes de no solo conocer pero reconocer en los procesos industriales metalúrgicos, ya que las fracturas que producen son poco evidentes y difíciles de diagnosticar. La fragilización en muchos casos comienza desde la manufactura del material, y si no, por sus entornos en operación.
Entre los más peligrosos están la fragilización por hidrógeno y por metales líquidos, aunque el segundo solo ocurre principalmente cuando se utilizan equipos de fundición que también trabajan con encubrimientos metálicos con zinc o mercurio. La mejor manera de prevenir estos mecanismos de fragilización es asegurarse que metales líquidos, impurezas e hidrógeno no entren en contacto con las aleaciones.
Si estos mecanismos no se identifican a tiempo, pueden causar daños extensivos y perjudicar no solo componentes vitales para el funcionamiento de muchos equipos u obras que utilicen metales ferrosos pero también vidas humanas.