El futuro de la evangelización depende, en gran parte, de que las parejas redescubran su misión original como matrimonio cristiano y abran Iglesias domésticas en las salas de sus casas, como los primeros cristianos. Pero, ¿cómo se constituye una Iglesia doméstica? ¿Y cómo se pueden multiplicar en todas las ciudades?

San Juan Pablo II afirmó claramente que "la evangelización en el futuro depende en gran parte de la Iglesia doméstica" (Puebla, México, 28 de enero de 1979). De hecho, los esposos reciben "con la gracia sacramental del matrimonio una nueva fuerza para transmitir la fe, para santificar y transformar la sociedad actual según el plan de Dios" (Familiaris Consortio, #52). Sin embargo, como católicos no hemos logrado enfocar aún nuestros esfuerzos apostólicos en el preparar a fondo a los novios para que asuman a plenitud esta vocación misionera que le es propia, desentrañando la dimensión apostólica de un sacramento que está "ordenado a la salvación de los demás" (Catecismo de la Iglesia Católica, #1534).

A través de charlas, lecturas, ejercicios en pareja y talleres, el curso de "Matrimonios Apóstoles" quiere capacitar a los esposos y darles herramientas muy prácticas para que puedan vivir con pasión su misión evangelizadora con sus hijos, familiares y amigos.