El proyecto de Fútbol de Talla Baja nació de una necesidad urgente: cambiar la forma en que el mundo mira a las personas diferentes. Más allá del deporte adaptado, buscamos demostrar que nuestras capacidades no solo están en la cancha, sino también en la forma en que enfrentamos la vida, construimos comunidad y levantamos la voz frente a la indiferencia, la burla o la discriminación.
Durante años fuimos objeto de chistes, de exclusión, de miradas incómodas. Pero tomamos el toro por las astas. El fútbol es nuestra herramienta poderosa, apasionada y salvadora. Nos permite mostrar lo que somos: fuerza, destreza, velocidad, estrategia, compañerismo, y sobre todo, humanidad.
Cada gol que gritamos es también un grito de dignidad. Cada competencia sana que organizamos es una invitación a la empatía. Cada acción que emprendemos es una forma de ofrecer el corazón y de construir un mundo donde ser diferentes no sea un obstáculo, sino una riqueza.
Como nos dijo el Papa Francisco cuando recibimos su bendición:
“Jamás pierdan el amateurismo, la gratuidad.”
Y así es. Aunque hoy somos una Federación, no olvidamos nunca quiénes somos ni de dónde venimos. Porque nuestra causa no se juega solamente con reglas, se juega con alma.
Presencia global:
La FIFTB ha logrado que más de 30 países formen parte del movimiento, con selecciones activas o en formación en América, Europa, Asia y África.
Torneos organizados:
Concretamos eventos históricos como:
Copa América (Argentina 2018, Perú 2022, Paraguay 2025)
Copa del Mundo (Buenos Aires 2023, primera en la historia)
Eurocopa (España 2022)
Copa Afroasiática (Egipto 2022)
Reconocimiento internacional:
La causa ha sido reconocida por figuras como el Papa Francisco, quien brindó su apoyo directo. También se han establecido vínculos con instituciones deportivas nacionales e internacionales, algunas federaciones afiliadas a FIFA, y medios de comunicación masivos.
Autogestión y lucha diaria:
A pesar de no contar con financiamiento estable ni el respaldo pleno de las grandes estructuras deportivas, la FIFTB se mantiene activa, firme y en expansión, gracias al trabajo voluntario, la creatividad y el compromiso genuino de quienes creen que otro mundo es posible.
Desafíos actuales:
Falta de financiamiento constante
Barreras de visado y transporte internacional
Falta de apoyo institucional en varios países
Necesidad urgente de sponsors y políticas públicas que respalden el deporte adaptado
Fuerza y misión intactas:
La federación avanza, con torneos planeados, alianzas en construcción, y un mensaje claro: dignidad, respeto e igualdad desde el deporte.