Paula y yo tenemos tres hijos: Simón, el mayor, de 20. Sofía y Pascual, los mellizos, de 17. Juntos formamos una familia amorosa, cariñosa, muy conversadora, con una energía potente que nos ha ayudado a enfrentar momentos económicos y de salud muy complejos de los que hemos logrado salir adelante con el apoyo de nuestros parientes y amigos más cercanos.

Esta tribu es nuestro principal equipo. De la misma manera que es el principal equipo de las familias de todas y todos ustedes.

Quiero estar en la Convención Constitucional para representar ese núcleo, que para mí es el más importante para todos los que vivimos en este país; representar a ese “nosotros” que piensa en los “otros”, que es generoso y amable y que sueña con una sociedad más tolerante, más inclusiva, más feliz.

“Chile cambió y mi anhelo es que las instituciones se ajusten a esos cambios, para que todos y todas nos sintamos protegidos, acogidos y representados por el Estado. Quiero estar en la Convención Constituyente para proponer temas y buscar soluciones que nos permitan llegar a fin de mes sin angustias, para que la educación, la salud y las pensiones no sean preocupaciones cotidianas; en definitiva, para que vivamos en paz”.

Quiero trabajar para que la nueva Constitución tenga como prioridad al ser humano, a sus familias y a sus amigos, a sus hijos e hijas –niños, niñas y adolescentes- considerando sus necesidades, sus derechos, sus deberes, sus proyectos, sus anhelos, su presente y su futuro. Para que todos tengan el respeto y la dignidad que no solo se merecen, sino que sienten que han perdido.

Soy Felipe Vera, tengo 53 años y quiero trabajar para ti.