"A partir de la experiencia de un viaje a bordo de un barco, Fabián Paredes crea una historia que lo transporta a su interior más personal y a la búsqueda del autoconocimiento."
-Martorelldigital.cat
Escribí este libro con tan solo 21 años, combinando mis pasiones por el arte, la danza y la narrativa.
Soy exalumno de la Escola Mercè Rodoreda, y esta novela refleja mucho de lo que soy, de lo que he vivido y de lo que todavía estoy descubriendo.
Es el viaje de un joven artista —también llamado Fabián— que, con la maleta cargada de sueños, se embarca rumbo a una prometedora aventura hacia Las Vegas. Sin embargo, el destino le tiene preparadas sorpresas que pondrán a prueba su fe, su sensibilidad y su valentía.
Pero lo más importante de esta novela no es el objetivo externo, sino el viaje interior:
Esta obra no solo es un libro, sino un proyecto personal y social. Nació de una necesidad:
Este libro cambió mi vida. Tal vez también pueda tocar la tuya.
Quiero comenzar dándote las gracias a ti, querido lector, que has decidido embarcarte en la travesía de estas páginas. Sé que tu tiempo es valioso, y el hecho de que hayas elegido dedicarlo a esta historia me llena de gratitud y humildad. Al leer estas líneas, no solo te conviertes en espectador, sino en un partícipe de una historia que transformó mi vida para siempre. Te invito a sentirla, a hacerla tuya, porque en cada palabra hay una parte de mi alma que te ofrezco con sinceridad. Hay muchas personas a las que me gustaría nombrar y agradecer aquí, sé que no caben todas en un solo párrafo, así que te lo dedico a ti, que ahora lees estas líneas, espero que te sientas parte de este agradecimiento, porque sin ti, esta obra no tendría sentido.
Esta novela es mucho más que un relato: es un viaje de aprendizaje, de vida. Es el resultado de sueños, sacrificios y un sinfín de emociones.
A la vida, que me brindó la oportunidad de vivir una historia que jamás imaginé, y que me dio la fortaleza para convertirla en palabras. Solo ella sabe cuántas noches pasé en vela, cuántas lágrimas cayeron y cuántos momentos de duda atravesé. Pero aquí estoy, con esta novela en mis manos, recordando que detrás de cada lucha hay una recompensa. Gracias, vida, por permitirme transformar el dolor en arte.
A mi familia, que siempre me ha apoyado y me han dado la libertad de ser yo mismo para seguir mi propio camino. Su amor incondicional y sus enseñanzas me han moldeado y me han permitido crecer con la confianza de que puedo alcanzar cualquier sueño que me proponga. Este libro también es para ustedes, porque sé que, en esta nueva etapa de mi vida, me extrañarán. Pero que sepan que cada página de esta obra lleva un pedazo de ustedes, y cada paso que doy, lo hago con la fuerza que me han dado. A Cristina, quien desde el primer día se convirtió en una aliada imprescindible. Tus manos y tu mente dieron forma a este proyecto con una dedicación y precisión inigualables. Gracias por estar ahí, por escucharme, corregirme y ayudarme a sacar adelante algo que no es solo un libro, sino una parte esencial de mi vida.
A Sergio, mi querido amigo. En un tiempo récord fuiste capaz de captar la esencia de esta historia y plasmarla en una portada y contraportada que son obras de arte por derecho propio. Aunque la distancia nos separe, te mando un fuerte abrazo. Esta obra también lleva tu sello, y por eso, te agradezco infinitamente.
A Harold, mi querido amigo. Tú fuiste el primero en ver algo en mí cuando apenas empezaba este camino artístico. Tus palabras y enseñanzas me guiaron y me dieron la confianza para creer en mi propio talento. Este libro es una prueba de que tus enseñanzas tenían un propósito grande. Me enseñaste a ser auténtico, a no tener miedo de mostrarme tal como soy. Gracias por estar ahí, por guiarme y por creer en mí cuando yo mismo no lo hacía.
A mis verdaderos amigos, esos que han estado conmigo desde siempre, acompañándome en los momentos buenos y en los malos, sin esperar nada a cambio. Ustedes son mi refugio, mi hogar en los días difíciles, y este libro es también un tributo a nuestra amistad. Los quiero con todo el corazón, porque somos más que amigos: somos una familia elegida.
Quiero hacer un agradecimiento especial para mis futuros hijos. Aunque todavía no estáis, este libro está escrito para vosotros. Quizá algún día lo tengan entre vuestras manos y os preguntareis quién era vuestro padre cuando tenía 21 años. Quiero que sepáis que en cada palabra de este libro hay un pedazo de mí. Que ya os llevo en mi corazón y que he escrito estas páginas pensando en el legado que quiero dejaros.
Este libro es testimonio de mis sueños, de mis luchas y de mi amor por la vida. Hijos míos, si algún día leéis estas palabras, quiero que sepáis que siempre creí en los sueños, en el amor y en la libertad. Que me arriesgué, me caí y siempre se levanté. Y que, desde antes de conoceros, ya os amaba profundamente.
A mis fans, quienes con su apoyo incondicional me motivan a seguir adelante, a seguir creando sin cesar. Ustedes son la chispa que enciende mi creatividad, los que me inspiran a ser la mejor versión de mí mismo. Me hacen brillar en los momentos más oscuros, y por ustedes, seguiré escribiendo y compartiendo historias que espero toquen sus corazones. Gracias por estar ahí, por creer en mí y por formar parte de este viaje.
A todos los que me conocen, a los que aún no me conocen y a los que me conocerán algún día. Todos ustedes son bienvenidos en este espacio lleno de amor, sueños y esperanza. Gracias por cruzarse en mi camino, porque cada encuentro, cada palabra y cada gesto forman parte de la historia de mi vida.
A todos aquellos que conocí en el mar, que se convirtieron en parte de esta historia. En especial, a un chico que lo arriesgó todo por mí y por mi sueño. No puedo decir más que gracias, desde lo más profundo de mi corazón. Gracias por tanto amor y apoyo en los momentos en que más lo necesitaba.
A la Virgen de Montserrat, mi guía espiritual.
A Michael Jackson, eres más que una inspiración para mí, eres mi faro en este mundo. Tu legado sigue siendo una motivación constante en mi vida.
Y, finalmente, al mar. El mar fue mi confidente y mi refugio en los momentos de mayor desesperación. Un día, al borde de rendirme, me detuve a hablar con él y en su inmensidad encontré la respuesta que buscaba. Desde su comprensión y su serenidad, el mar me dio la fuerza para seguir adelante y hacer realidad este sueño. No hay palabras suficientes para agradecerle.
Esta historia está hecha de amor, esperanza y sueños. Pero, amigos, la vida es así: nada es para siempre, y todo tiene su tiempo.
Mientras esté aquí, seguiré contando historias, como esta, Las Vegas en el Mar, que es solo el comienzo de muchas más que quiero compartir con el mundo. Gracias de todo corazón. Los quiero.