Nuestro cuerpo está diseñado para vivir en movimiento. ¡No lo olvides!

Tampoco debemos descuidar la alimentación, la ingesta exagerada de alimentos, sobre todo de azúcares y grasas, pueden ser un problema añadido más. Debemos comer sano, carnes, pescados y verduras a la plancha, fruta y dieta mediterránea, evitar los fritos y con las comidas agua, bebe AGUA.

No está de más que te pongas una rutina de ejercicios para hacer a diario, que tengan movilidad articular, estiramientos, ejercicios de fuerza general, y resistencia aeróbica, con unos ejercicios de relajación al final de la sesión, con media hora diaria sería suficiente. Aunque lo ideal sería sumar 60 minutos diarios de actividad física y seguir así las recomendaciones de las OMS para vuestras edades.