La Guerra del Chaco (1932-1935) fue el mayor conflicto bélico de Sudamérica del siglo XX y tuvo consecuencias negativas para Paraguay y Bolivia.
Las profundas desavenencias no sólo representan una importante pérdida de recursos y desequilibrio económico sino también una fractura dolorosa en la sociedad que se ve impedida para avanzar cargando un pesado manto de luto por los combatientes que dieron hasta el último aliento defendiendo lo que consideraban era lo correcto por amor a los suyos y a su patria.
Las naciones involucradas en la Guerra del Chaco, que apenas eran nuevas en Sudamérica en sus pasos sabían que eran herederas de un tesoro invaluable: los territorios.
Dentro de un sin fin de confusiones llega el fenómeno complejo y devastador para los bolivianos y paraguayos que incapaces de resolver las diferencias a través del diálogo se enfrentaron en guerra.
La solución razonable hubiera sido negociar los límites de la zona en que no existía una ocupación efectiva de ninguno de los dos países, pero no lo consiguieron.
Las guerras a menudo desencadenan revoluciones y cambios, pero a un precio impagable por que la vida no tiene precio.