Existen algunas frutas con poca cantidad de carbohidratos que son consideradas apropiadas para cumplir con los requerimientos de la dieta keto, por su bajo contenido de carbohidratos o su alto contenido de fibra, que evita que se absorban en su totalidad en el cuerpo.
Dentro de las mejores opciones se encuentran:
Frambuesas: media taza (60 gramos) contiene 3 gramos de carbohidratos.
Moras: media taza (70 gramos) contiene 9 gramos de carbohidratos.
Fresas: media taza (100 gramos) contiene 7 gramos de carbohidratos.
Mandarina: una pieza de tamaño mediano (75 gramos) contiene 8 gramos de carbohidratos.
Kiwis: una pieza de tamaño mediano (70 gramos) contiene 8 gramos de carbohidratos.
Cerezas: media taza (75 gramos, o aproximadamente 12 cerezas) contiene 8 gramos de carbohidratos.
Arándanos: media taza (75 gramos) contiene 9 gramos de carbohidratos.
Melón cantalupo: una taza (160 gramos) contiene 8 gramos de carbohidratos.
Durazno: Una pieza de tamaño mediano (150 gramos) contiene 12 gramos de carbohidratos.
Todos los quesos tienen luz verde en la dieta cetogénica. Así que consume el que más te agrade, ya que tienen un bajo contenido de Carbohidratos, lo que no altera la cetosis.
Respuesta rápida: el agua es perfecta y no tiene carbohidratos, al igual que el café y el té (sin azúcar, por supuesto). También se puede tomar una copa de vino de vez en cuando (tener cuidado ya que la tolerancia al alcohol puede verse alterada).
Echa un vistazo a la siguiente guía gráfica para ver más opciones adecuadas.. ¡Tan solo recuerda que lo que añades a la bebida es tan importante como la bebida misma!
Los refrescos dietéticos no contienen carbohidratos ni calorías, sino edulcorantes artificiales. Esto, nos podría hacer pensar que es algo inocuo, ya que no tienen calorías, pero esto no es así, cada edulcorante contiene sus propias desventajas.
Principalmente nos pueden provocar más antojos de azúcar, al seguir sintiendo la necesidad de ese sabor (sobre todo si somos adictos a lo dulce), y hacer más difícil apreciar los sabores naturales de los alimentos, algunos edulcorantes elevan los niveles de insulina aumentando por ende el almacenamiento de grasa.
En resumen, las bebidas dietéticas son probablemente menos malas que los refrescos normales azucarados, pero la mejor opción es desengancharte de las bebidas dulces de forma completa y disfrutar del agua.