La grifería electrónica se caracteriza por su facilidad de uso, menor consumo de agua y nulo contacto físico, preservando un espacio más limpio. El funcionamiento es simple: a través de los sensores de infrarrojos activamos y desactivamos el grifo permitiéndonos no consumir más agua de la necesaria.
Grifos para lavabos de encimera o sobre encimera, murales o empotrados, con distintas alturas según el lavamanos.
Los dispensadores electrónicos de jabón son sumamente útiles porque son mucho más limpios e higiénicos, ya que no hay contacto físico.
La activación por movimiento de las descargas del váter permite usar el grifo sin tener contacto con la pieza, lo cual lo convierte en totalmente higiénico porque ayuda a mantenerlo limpio de huellas o salpicaduras de agua y evita la posible transmisión de gérmenes o enfermedades.
Los grifos para la cocina tienen maneta lateral para regular la temperatura y un sensor para activar y desactivar el grifo, dejando que el agua circule sin necesidad de tener un contacto constante con el sensor.