1/2 cebolla troceada
1/2 rama de apio troceada
1 taza de lentejas cocinadas o de bote (175 g)
2 latas de tomates troceados (800 g ó 28 oz)
2 ó 3 tazas de caldo de verduras o agua (500 ó 750 ml)
2 cucharadas de orégano seco
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de ajo en polvo
1/8 cucharadita de pimienta negra molida
250 g de placas de lasaña de trigo integral (1/2 libra)
6 hojas de albahaca
Ricotta vegano de tofu (opcional)
En una olla echamos todos los ingredientes, salvo las placas de lasaña, la albahaca y el ricotta. Cocinamos a fuego fuerte hasta que rompa a hervir y luego a fuego medio alto durante unos 5 minutos.
Troceamos las placas de lasaña con las manos.
Echamos las placas troceadas y cocinamos durante unos 10 minutos o hasta que estén al dente, removiendo de vez en cuando.
Podéis añadir más o menos caldo o agua en función de lo espesa que queráis vuestra sopa.
Retiramos del fuego, añadimos unas hojas de albahaca, removemos y servimos con un poco de ricotta por encima.
Podemos guardarlo en la nevera en un recipiente hermético durante unos 4 ó 5 días. También se puede congelar.
Receta adaptada de Laura in the kitchen.
¡Esta sopa tiene todo el sabor de una lasaña! Es un plato completo, nutritivo, saciante y muy reconfortante en los días especialmente fríos. Por si fuera poco, es una preparación bastante rápida, en comparación con todo el trabajo que lleva esta delicia de la gastronomía italiana. Eso sí, no por lo fácil y práctico quiere decir que carece de sabor.
Lo podemos servir con una ensalada de temporada y un poco de pan.