El objetivo de una carta de cobro es exigirle a un deudor el pago de la suma adeudada al acreedor. A menudo, los clientes que deben dinero reciben una carta tras otra; y la costumbre se torna cada vez más directa. Las cartas deben tener el equilibrio correcto entre lograr el objetivo de obtener el dinero y mantener el destinatario como cliente en el futuro, el cual suele ser un gran reto por parte de las actuales empresa de hoy día.