Si a día de hoy existe una figura de referencia dentro del baile en España es sin duda María Paz Tomás Llory. Conocida como Pacita Tomás, a sus 97 años es una referencia para varias generaciones de bailaoras y bailarinas, y quizá la última superviviente de una de las etapas más brillantes de la danza española y el flamenco. Pacita Tomás llevó el baile español por todo el mundo, conoció a figuras míticas como Marlene Dietrich o Josephine Baker, fue una de las estrellas en el Molin Rouge de París, bailó para la realeza, la aristocracia europea y para las más altas personalidades de todo el planeta, y ha dejado un legado reconocido en el mundo del baile.
La madrileña Pacita Tomás fue una referencia del baile español en la década de los 50. Fue primera bailarina junto a grandes de la copla como Juan Valderrama, Marifé de Triana o Juanita Reina, alcanzó su consagración con Manolo Caracol en el mítico espectáculo La copla nueva, que arrasó en los años cincuenta, participó en varias películas y fue pionera en grabaciones discográficas. Toda una vida dedicada a la música y al baile.
Para sonreír hace falta sentido del humor, ganas de divertirse, empatía, comprender al que está enfrente, alegría… Todo eso lo tiene y lo ha tenido Antonio Durán. Pero además tenía otra cosa que fabricó durante toda su vida: dientes. Porque con dientes, las sonrisas son más luminosas y dan confianza a quien los tiene. A sus 95 años, Antonio recuerda cómo se convirtió en protésico dental casi por casualidad, cómo era trabajar en los años 50 y 60 moldeando piezas dentales, y confiesa que la mayor satisfacción en su vida ha sido fabricar sonrisas y ayudar a los demás a ser un poco más felices.
Antonio Durán fue uno de esos niños de la guerra que con solo seis años tuvo que huir de Madrid a Valencia, que volvió a la capital y sufrió los bombardeos más cruentos, que pasó mucho hambre durante la posguerra, que tuvo unos padres que se sacrificaron para que estudiara un oficio, y que tuvo muchas habilidades, entre ellas la de la música. Ahora con 95 años, vive solo, mantiene el sentido del humor, y sonríe, sonríe mucho.
Rosa Fernández nació hace 94 años en Bisjueces, un pequeño pueblo del norte de Burgos, en las Merindades, cuyos habitantes, como ella, se han dedicado siempre a la agricultura. Es sorprendente la memoria que tiene: no en vano, se acuerda de las canciones que cantaba de niña, de las labores que tenía que desempeñar en el campo cuando era pequeña e, incluso, del nombre y apellidos de los represaliados del pueblo durante la Guerra Civil.
Rosa cuenta en esta entrevista que fue la pequeña de la casa, que sus cuatro hermanos fueron a luchar a la guerra, y que no la llevaron a estudiar a Burgos porque costaba una peseta al día, algo que su familia no podía afrontar. También repasa cómo ha cambiado la agricultura y se queja de que las gente ya no quiere vivir en el pueblo.
Acompáñanos en este viaje por la memoria de Bisjueces, que tiene en Rosa Fernández a la mejor cronista para conocer cómo se han vivido los últimos 90 años en una de las entornos más bellos de España.
El primer episodio de la segunda temporada de Diez veces diez está protagonizado por una de las grandes damas del teatro en España, Julia Gutiérrez Caba, una actriz muy acostumbrada a los estrenos y a los aplausos del público. Ha obtenido decenas de premios y reconocimientos en cine y teatro a lo largo de su extensa carrera en teatro, cine y televisión y, a sus 97 años, mantiene su pose de primera actriz sobre las tablas, sus recuerdos casi intactos y su manera de hablar, que, en ocasiones, parece estar declamando un texto sobre las tablas.
Como afirma su hermano Emilio en este episodio, conoceremos muchos secretos que no se conocen de su trayectoria y de su vida. Te invito a escuchar a una de las mejores actrices españolas del último siglo: Julia Gutiérrez Caba.
El Tour de Francia y el Giro de Italia han tenido a varios españoles muy destacados a lo largo de los últimos 80 años. Pero el primero en ganar etapas en las dos rondas internacionales más importantes del mundo fue Bernardo Ruiz, que recientemente cumplió cien años en su ciudad natal, Orihuela, donde todavía reside.
En los años 40 y 50 el ciclismo era un deporte de héroes. Los deportistas iban de carrera en carrera casi sin descanso intentando ganarse un jornal que pudiera sacarles de la miseria y la pobreza a la que la Guerra Civil había sumido a gran parte de la población. Pocos destacaban: Bernardo Ruiz fue el pionero tras el que vendrían otros grandes.
En este episodio escuchamos los recuerdos de Bernardo Ruiz, cómo empezó en el ciclismo, cómo esquivaba a la Guardia Civil para transportar alimentos de estraperlo, cómo eran las competiciones... Su hijo Bernardo añade más anécdotas sobre su padre y el NODO nos permitirá recordar los triunfos de uno de los ciclistas españoles más grandes de la historia.
Mercedes Suárez tiene casi 96 años. Es asturiana, llegó a Madrid con 18 años y estuvo trabajando sin descanso como auxiliar de enfermería durante más de seis décadas. Confiesa que experimentó la muerte tras una operación quirúrgica y dice que lo de la edad es cuestión genética. Su padre fue jefe de Falange en Asturias y fue asesinado en 1935 ,y su madre, a quien idolatra, es el modelo que ha seguido toda la vida.
¿Quién dijo que las personas más mayores no pueden encontrar de nuevo el amor? Francisco Quesada conoció a Beatriz en la residencia en la que vive. Con 22 años menor que él la llama "su chica" porque, dice, él también se considera un chico.
Durante la guerra, Francisco tuvo que ser trasladado junto con varios de sus hermanos a la localidad alicantina de Monovar, donde fue acogido por una familia, con la que estuvo durante toda la contienda. Hizo la mili en África y fue carnicero, aparcacoches y trabajó en una imprenta.
¿Quién dijo que las personas más mayores no pueden encontrar de nuevo el amor? Francisco Quesada conoció a Beatriz en la residencia en la que vive. Con 22 años menor que él la llama "su chica" porque, dice, él también se considera un chico.
Durante la guerra, Francisco tuvo que ser trasladado junto con varios de sus hermanos a la localidad alicantina de Monovar, donde fue acogido por una familia, con la que estuvo durante toda la contienda. Hizo la mili en África y fue carnicero, aparcacoches y trabajó en una imprenta.
A sus 99 años, vive cerca de Alicante rodeado de carteles de la República, retratos de la Pasionaria y banderas republicanas. Se define como guerrillero contra Franco y contra el olvido, y afirma que la falta de memoria sobre lo que ocurrió en España durante la Guerra Civil y el franquismo es falta de cultura.
Quico es el último maqui, el último guerrillero que salió de España. Ha visto muerte y destrucción durante la Guerra Civil; luchó en los montes de León en la clandestinidad; su familia fue perseguida por sus actividades; fue condenado a muerte; huyó a Francia; formó parte del Comité del Partido Comunista, y regresó a España para mantener vivo el recuerdo y luchar contra el fascismo. Quico nos habla de sus recuerdos, de cómo era España, de los compañeros que cayeron, de justicia y de solidaridad.
Nos hemos trasladado a la Residencia Colegio San Ignacio, un edificio que la Compañía de Jesús levantó en Alcalá de Henares, en Madrid, en 1953 y en el que se cuida de la salud de una comunidad formada por poco más de 50 jesuitas mayores ya retirados.
En la tercera planta de este edificio se encuentra la enfermería y es la planta donde vive el hermano Frutos, un religioso que está a punto de cumplir 102 años. Nació en 1924 en el pueblo marinero asturiano de Ortigueira, vivió su infancia y su juventud en la provincia de Sevilla, su padre fue carabinero y él fue guardia civil antes de enrolarse en la Compañía de Jesús, en la que lleva 76 años como jesuita.