La brecha social y la brecha tecnológica, la escasa atención a la diversidad que pasó a ser nula, el abandono total de los docentes, alumnado y familias por parte de la administración, la eterna lucha entre contenidos y competencias, la sobresaturación de tareas de los y las estudiantes, la sobrecarga de trabajo (con sus propios medios) del profesorado, las ordenes y normas contradictorias (que casi parecían al azar) de un ministerio y unas consejerías que aumentaban el estrés y la ansiedad de toda la comunidad educativa, la falta de previsión no ya en Marzo sino con la mirada puesta en el siguiente curso, la poca importancia que se le da en este país a la educación, la implicación de las familias que tuvieron que convertirse en docentes e informáticas de la noche a la mañana, la resiliencia y paciencia de las niñas y niños, las necesidades emocionales que cubre la escuela (que no es solo un edificio donde se imparten contenidos) suplidas de la mejor manera posible… de todo esto y más nos habla Ramón en este “Diario de Campaña” en el que también incluye noticias de prensa de esos días.