Los Derechos Sociales Frente a la Demagogia Política

Elecciones Presidenciales de Colombia, dónde está el cambio?


La contienda electoral en Colombia 2022 y los asuntos de fondo
que potencian conexiones y repercusiones nacionales y mundiales


Colombia está finalizando la contienda electoral el 19 de junio de 2022 con los nombres de Gustavo Petro del Pacto Histórico y de Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, pero la pregunta a hacernos es dónde o en qué consiste el cambio que la institucionalidad, los partidos oficiales y oficializados y la gran prensa están patrocinando y publicitando?

Los colombianos estamos pendientes en determinar, si el asunto central es definir si continuamos con la política que vienen aplicando los gobiernos desde Virgilio Barco, pasando por Gaviria hasta Iván Duque, el actual gobernante saliente, desprestigiado y despreciado, o rompemos con este continuismo de sometimiento a los grandes poderes internacionales manejados por los magnates de la gran industria y las finanzas, abanderados por el imperialismo norteamericano, la potencia que está en caída y en descomposición, al lado de los monopolios y oligopolios interesados en la destrucción de la economía agrícola e industrial de los países colonizados y neocolonizados entre quienes está Colombia, para apoderarse de los sectores claves de la economía (1), acabando con la producción nacional tanto la agropecuaria como la industrial, provocando hambre, desigualdad y corrupción con violencia e impunidad al más alto grado. Comprender esto, es centrarnos en las causas de los problemas de nuestro país y, en general de los conflictos que afligen al mundo; idea imprescindible para poder resolver los problemas efectivamente, y así mismo, saber qué hay que hacer en la economía nacional, la política, los servicios, la educación y la cultura de la nación y en alguna medida contribuir a resolver problemas frente al desbarajuste que ocurre en el mundo.

Los debates de los candidatos y la unilateralidad de la gran prensa se centran en asuntos graves, como la corrupción, pero que en definitiva, son aspectos secundarios de la situación del país y la mayoría de las veces los desligan de la situación internacional, donde siguen sin resolver la crisis que se iniciaron en 2007 con la debacle inmobiliaria y financiera, se agravaron en 2017, cuando la potencia hegemónica perdió el control económico y político que, ahora, se ve obligada a compartir con China, viéndose arrinconada con la política de la Ruta y la Franja que toma fuerza cada día en Asia, Europa, Africa y América del Sur, asuntos agravados por la pandemia del coronavirus (2) y ahora con la Guerra de Rusia contra Ucrania(3), que han provocado, inseguridad alimentaria, hambre, desabastecimientos, quiebre de mercados y mayores quiebras de pequeñas y medianas empresas y entidades nacionales a favor de los grandes consorcios quienes tienen al mundo al límite de pasar de las guerras focalizadas hacia una tercera confrontación mundial, por una nueva repartija del mundo entre los grandes poderes capitalistas, con amenazas de uso de armas atómicas y manifiestos hechos devastadores superiores a los de la segunda guerra mundial.

El sometimiento de Colombia al FMI, al BM, la OMC, la OCDE, ahora está agudizado no sólo con la presencia de 8 bases militares del ejército norteamericano en nuestro territorio (4), sino que el actual gobierno ancló al país como puntal de la OTAN, un aparataje militar que quedó después de la segunda gran guerra, imponiendo al pueblo colombiano mayores sacrificios de los hasta ahora confrontados por la población; hechos todos, que siguen produciendo erupciones sociales volcánicas ante la magnitud de los problemas de la nación, manifiestas en los levantamientos sociales de 2019 a 2021, que tienen preocupados a los gobernantes y a sus escuderos, quienes quieren evitar, lo que es imposible de eludir, aquello que la historia trae en su entraña para el nacimiento de las nuevas formas de producir, distribuir, vivir y convivir.

Al acercarnos a los problemas de Colombia, podemos tomar algunos asuntos medulares para ilustrar, las soluciones que las organizaciones de avanzada de los trabajadores y el pueblo impulsamos, muchas de las cuales han sido expuestas durante mas de 30 años de neoliberalismo imperialista.

Con certeza, Petro como Rodolfo Hernandez, no están interesados en resolver los asuntos importantes:

El problema principal de Colombia es la necesidad de la entrega de la tierra a los campesinos que la trabajan; si no hay reforma agraria, los grandes terratenientes y las grandes empresas nacionales e internacionales seguirán sometiendo al campesinado y a los obreros agrarios a la contratación y subcontratación laboral dejando todo en el bolsillos de los grandes monopolios. Junto con el problema de la violencia y los desplazamientos, que cada vez son temas de mayor envergadura internacional, uno de los candidatos reduce, este asunto y otros, expresando “Qué Ucrania ni qué ocho cuartos”. De inmediato también, sería conveniente hacer la pregunta, qué pasó con Monómeros Colombo Venezolanos, quién o quiénes responden por la destrucción de esta empresa manipulada por Juan Guaidó y Maduro, que hoy podía ayudar en el problema de la insuficiencia de fertilizantes, si no la hubieran convertido en botín de guerra. Viene también a contribuir a este maremagnum, el caso de cómo el gobierno de Santos sometió y comprometió a la insurgencia derrotada a que no se tocaría en el negociado de la paz, el tema del cambio de modelo económico.

Con relación a la inflación, el desabastecimiento y las complicaciones de la crisis, la pandemia y ahora la guerra de Ucrania, en lugar de romper con las premisas del FMI, el Banco Mundial, y demás organismos neocolonizadores mantienen los lazos, precipitando el hambre y el encarecimiento de la onerosa deuda, exigiendo mas impuestos para poder pagar, aumentando los indirectos, entre ellos el IVA y los peajes que son los más aborrecidos por los colombianos. Vemos en la Cumbre de las Américas a Duque al lado de Biden y de contera tener a Petro, como admirador de este mismo presidente, cuyo mandato representa al decadente imperio.

En asuntos laborales y pensionales, habiendo acabado las empresas estatales colombianas, arruinado el agro haciendo importaciones impuestas por los Tratados de Libre Comercio TLC y con los onerosos tratados amarrados por la OMC, pretenden ahora explotar a muerte o afectar la salud de los trabajadores con las cargas laborales extenuantes, pagando por obra, por horas o rebajando pensiones con los sistemas privados AFP, bonos BEPs y políticas focalizadas de mínimos vitales, para burlar el pago de todo el valor creado por el obrero, el campesino y los trabajadores intelectuales, creadores de enormes valores intangibles y tangibles en la ciencia, la tecnología, la educación y la cultura.

El presente indica y la práctica social lo ratifica, que la clase obrera y el pueblo, en un haz de fuerza y voluntades retomará los caminos de la nueva democracia, el socialismo y las formas superiores que tratan de detener los magnates, mediante todos los andamiajes del Estado Social de Derecho caduco que emergió en la revolución burguesa de 1789 de los jacobinos y la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, publicados aquí en la Nueva Granada por Antonio Nariño, confrontación que ahora cederá el paso a la segunda oleada de la revolución bolchevique de 1917, esto es el Estado de obreros, campesinos, intelectuales patriotas, capas medias y empresarios nacionales antimperialistas, anticolonialistas y neocolonialistas, para destronar a los gobernantes que mediante engaños, fomento de la ignorancia, la desinformación y que mediante brutales y genocidas golpizas pretenden contener a los luchadores del pueblo y a las fuerzas auténticamente democráticas y revolucionarias.

Cuáles son los cambios que predican los candidatos? No son, acaso “paños de agua tibia” ante la embestida contra los trabajadores, en los salarios, las jornadas de trabajo, el fracaso del sistema privado de educación, salud, bienestar social, ciencia y cultura, que han sido secuestrados para aumentar las ganancias de los grandes conglomerados bancarios, financieros e industriales, mientras saquean los erarios públicos y someten al país a compromisos e indemnizaciones que el pueblo no está dispuesto a seguir concediendo (5), ni a a nombre de los “pactos sociales”, como tampoco de las componendas de paz, mientras asesinan a los mejores hombres y mujeres del pueblo a favor del agiotismo, la usura y el robo del patrimonio de la nación y provocan la destrucción de la naturaleza y el mismo planeta.


Notas:

(1) Un inventario grande de empresas estatales han sido vendidas al sector privado, mencionamos algunas de ellas: Cerrejón, Carbocol, Telecom, Empresa de Energía de Bogotá, Ecogás, Isagen, Telecom, Ecogas, Granahorrar, Centrales Eléctricas de Santander, Norte de Santander, Electrificadora de Cundinamarca, Empresa de Energía de Boyacá, Electrificadora del Quindío, Central Hidroeléctrica de Caldas -CHEC, Energía del Caribe, Central Eléctrica de Nariño, Electrificadora del Huila, Electrificadora del Meta, Centrales Eléctricas del Cauca, Promotora Bananera - Proban, Propal, Caja Agraria, Bancafé, Banco Popular, Granahorar, Previsora Companía de Seguros, Satena, Findeter, Vecol, TV Andina, Inravisión, Fondo Nacional del Ahorro, ICETEX, Seguro Social.

(2) Hambre, mayor desigualdad social, enriquecimiento de las farmacéuticas, de los mercados y servicios virtuales, grandes consorcios alimentarios y financieros.

(3) nseguridad alimentaria, insuficiencia de productos, escaséz de fertilizantes, elevación de precios de elementos de primera necesidad.

(4) Según Freddy Padilla de León, el ministro (e) en el gobierno de Alvaro Uribe son: Malambo, Atlántico; Palanquero, en el Magdalena Medio; Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y el Pacífico; y ahora, el centro de entrenamiento de Tolemaida y la base del Ejército de Larandia, en el Caquetá.

(5) Colombia ha perdido importantes pleitos internacionales a consecuencia de los TLC y los compromisos con la OMC, sobre los cuales debemos pagar gigantescas indemnizaciones. Todo empeora; las Zonas Francas y Zonas Económicas Especiales entregan garantías arancelarias y de impuestos a los grandes conglomerados de la industria y el comercio, mientras sacrifican a los productores nacionales y al pueblo con continuas reformas tributarias y mayores impuestos indirectos, entre ellos el IVA y los peajes que son onerosos para las gentes, las municipalidades y los territorios.


Comité Cívico Popular - CIPpress

Bogotá, 10 junio 2022


https://view.publitas.com/comunidad/elecciones-presidenciales-colombia-cambio-soluciones-socialismo-cippress-10junio2022/


Gustavo Petro llama a Rodolfo Hernández para hacer un acuerdo nacional

La propuesta la hizo justo después de que se refirió a las similitudes que tiene su programa de gobierno con el de Hernández

Primer encuentro en redes sociales entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández luego de que pasaran a la segunda vuelta en Colombia. Fotos: Colprensa.

Infobae, 1 de Junio de 2022

https://www.infobae.com/america/colombia/2022/06/02/gustavo-petro-llama-a-rodolfo-hernandez-para-hacer-un-acuerdo-nacional-independientemente-de-los-resultados-de-la-segunda-vuelta/

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El pueblo no tiene candidatos, la oligarquía y el gobierno norteamericano, después de mas de 30 años de neoliberalismo y privatizaciones en Colombia, una vez más tienen todo bajo control la situación; no sólo aquí, también en Chile con Boric, en Argentina con Fernández o en México con López Obrador, el reformismo y el oportunismo es otra epidemia de saqueo, continúan prolongando los problemas de hambre, despojo de tierras y desplazamiento, violencia y negación de los principales derechos en educación, salud, trabajo, pensiones y demás necesidades. El pueblo no se dejará engañar.

El Petrismo y el Pacto Histórico, Reformismo y Oportunismo

Petro, en su nombre, precisa que es un socialdemócrata, todos lo conocemos como un seguidor de Biden, admirador de Lula y Barnie Sanders, su política, tiene como centro reemplazar los combustibles fósiles por los nuevos negocios de los grandes emporios con base a las energías renovables y las intervenciones sobre los efectos del cambio climático. Acerca del movimiento obrero promete algunos puestos de trabajo, es decir que deja a los trabajadores del campo y la ciudad sometidos por la contratación y la subcontratación de las grandes empresas, haciendo parte de las componendas de los explotadores y opresores contra el pueblo, lo mostró en el paro nacional junto con las centrales obreras que dejaron a su suerte a los jóvenes que hacen sus primeras incursiones en la lucha abierta contra las fieras del agiotismo, los especuladores de la educación, la salud, los salarios, las jornadas de trabajo, la seguridad social, las pensiones y practican la violencia de los grandes barones de la tierra, el narcotráfico y las élites financieras mundiales, ni siquiera pretende eliminar el IVA y los impuestos indirectos como es el caso de los peajes, menos acabar la evasión de impuestos de las grandes corporaciones a través de las aduanas y privilegios de las zonas francas y zonas especiales.

En la presente situación del país de crisis general, de pandemia y desigualdad, Jorge Robledo el exmoir sale de frente a defender a la oligarquía. Petro, por su parte, pretende seguir el juego de la conciliación y de los pactos sociales que le hacen mucho daño al pueblo y mantienen la dominación y explotación del imperialismo norteamericano y el gran capital transnacional; Petro y el Pacto Histórico, no van por los derechos sociales, ni por el socialismo, mantiene el continuismo y las viejas estructuras de saqueo de Colombia y de dependencia de los dómines del planeta; mantiene un pacto con la oligarquía nacional y con los monopolios internacionales y el imperialismo nortemaricano mediante la constitución de 1991, no está interesado en combatir el neoliberalismo y las privatizaciones, propone fórmulas que han sido recetadas por los organismos internacionales el FMI, el Banco Mundial, la OCDE y el granpatronato de occidente que se encuentra en contienda con el oriente, bloque hoy desbarajustado a partir del abandono del primer ejercicio socialista que nos entregó importantes logros como la unificación de pueblos, eliminar fronteras, independizar países de manos del colonialismo y neocolonialismo, triunfo sobre las huestes del nazifascismo, entrega de la tierra a los campesinos y las fábricas a los comités de producción manejados por los obreros, igualdad de hombres y mujeres y numerosas conquistas laborales y sociales, que cualquiera de nosotros podemos enlistar como perdidos, especialmente con la política que viene desde Margaret Tatcher para acá, a partir de la década de los ochenta.

Comité Cívico Popular - CIPpress


Debate Electoral en Colombia 2021-2022

Lucha contra la Oligarquía Nacional e Internacional, el Reformismo y el Oportunismo,
por el Partido Obrero y el Frente Unico de los trabajadores y el Pueblo

Manifestación en Cali (Colombia)

Parlamentarias en Colombia y guerra de Rusia contra Ucrania

El manejo político en Colombia se enzarza en los mas oscuros medios para mantener el poder político de una oligarquía que ha entregado los bienes de la nación y la producción nacional a los grandes magnates del capital externo por medio de la constitución de 1991 y los acuerdos, o mejor las llamadas componendas, con los grupos armados vencidos en la contienda de las desatinadas insurrecciones de quienes han pretendido combinar todas las formas de lucha, sin medir el sacrificio del pueblo, los medios y manera de ejercer la política y las consecuencias derivadas de esos descalabros para ahora estar conviviendo con el establecimiento mediante los “pactos sociales” acordados con quienes tienen en la ruina al país, incluyendo el desvencijamiento ético y moral de la nación.

Esta premisa es clave para comprender la campaña electoral que avanza en el país, en la cual este 13 de Marzo eligen a los congresistas de senado y cámara y de paso preparan el camino para colocar el nuevo mandatario que reemplazará al desacreditado gobierno de Iván Duque que desde Virgilio Barco y César Gaviria andan comprometidos con las privatizaciones, entregando el poder a los privados, todos quienes se han destacado en saquear las arcas del Estado, mientras aprietan al pueblo con impuestos indirectos (iva, peajes, etc) y también directos; hechos frente a los cuales los jóvenes estudiantes y desempleados de los barrios de manera valiente y heroica han conducido un estallido social, con repercusiones nacionales y mundiales, ligándose con las luchas de Chile, Francia y otros tantos países.

Qué de nuevo tienen los candidatos en esta contienda electoral?; por el contrario, vemos que todos se cobijan con la misma manta del imperio norteamericano, de la OCDE, la OTAN y los numerosos organismos internacionales que en este momento, sus fuerzas militares y paramilitares, después de pelearse en el medio oriente y en el norte de Africa ahora abren fuego en Europa. A dónde nos quieren llevar los magnates del gran capital y los colaboracionistas dentro de los países que se afilian con el poder ruso, el poder del capitalismo vergonzante de China que se hace llamar “comunista” o con el vetusto imperio agonizante de Estados Unidos?.

Llamamos la atención a los demócratas, revolucionarios, trabajadores del campo y la ciudad, a la intelectualidad avanzada y patriótica, a la comprensión de la política que de manera auténtica acabe con los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las zonas francas, que hacen concesiones a las grandes corporaciones, abren pólizas de seguros para negar el derecho a la educación, la salud, los servicios sociales, impedir el desarrollo de la ciencia, para en cambio, facilitar el negociado de las farmacéuticas en la pandemia y castrar el arte y la cultura, hablando pestes contra los jóvenes luchadores, quienes buscan formarse en la dura escuela de la vida, macartizándolos como “vándalos”, mientras desfachatadamente, en estas fechas, los invitan a la votación de este fin de semana, anunciandoles “matrícula cero”, cuando la experiencia nos enseña que cuando las cosas se les vuelven difíciles a los mandamaces, ofrecen golosinas, mientras preparan mayores zarpazos de explotación y opresión, una vez que vuelven a ganar votos o fuerza como resultado de sus engaños de cada dos y cuatro años de las elecciones.

Es importante conocer el caballo de Troya, tras la candidatura del candidato “emergente” Gustavo Petro, a quien las clases gobernantes lo han apodado “comunista”, cuando él mismo ha dicho que se considera un socialdemócrata que tomó las armas para defender esa posición burguesa y gran burguesa y nítidamente también ha dicho que su gobierno se levanta sobre los pilares de la constitución de 1991 y el ejército. En las protestas, los jóvenes han dejado claro al tunante Robledo y por consiguiente a la Coalición Centro Esperanza, expresando que no están con sus políticas, como tampoco con los entreguistas fletados y apostados en las centrales patronales. A su vez, las fuerzas como el Equipo Colombia con Peñalosa y el clan de los Char, junto con el gobierno de Duque y Alvaro Uribe, el pueblo los conoce como las legionarios mas hostiles a los intereses del pueblo.

En definitiva, el pueblo no tiene candidatos, su tarea sigue siendo construir el partido de la clase obrera que se eslabone con el frente único de las clases populares para constituir la fuerza de la nueva democracia en marcha al socialismo como históricamente y de manera ejemplarizante gobernó a la humanidad con base a la URSS, la China Popular y el Campo Socialista, derrotó a Hitler y el nazifascismo, conformó dos grandes potencias, independizó países que eran colonias y semicolonias, eliminó fronteras y brindó solidaridad proletaria que entregó a los obreros, campesinos, a la mujer y a los pueblos, importantes conquistas en tierras, fábricas, servicios, bienestar y cultura avanzada, con base a la distribución de lo producido mediante comités de producción, equipos de trabajo y asambleas conocidas como soviets y comunas populares.

Comité Cívico Popular - CIPpress

puebloylucha@gmail.com

Bogotá, 9 marzo 2022

Cambios para que todo siga igual o peor

Petro y su pacto con los dueños del país mediante la constitución de 1991, no rompe la política de los monopolios ni impide las privatizaciones, sus políticas son subsidiarias no resuelven el problema principal de la independencia y soberanía del país. A los jóvenes los dejaron colgados de la brocha en el paro nacional

El pueblo luchará por la unidad más amplia posible:

  • Trabajadores

  • Jóvenes

  • Mujeres

  • Profesionales, intelectuales patriotas, artistas

  • Pueblo en general

Elecciones a los Consejos de Juventud: Los Jóvenes no comen cuento


Los jóvenes comprenden la importancia de la lucha en las calles. En las elecciones de Consejos de Juventud, sólamente 523.110 votos alcanzaron a captar entre los partidos tradicionales (10,4%) y sector emergente (Petrismo):

- PARTIDO LIBERAL: 100.592 (10,84%)

- PARTIDO CONSERVADOR: 74.651 (8,04%)

- PARTIDO CAMBIO RADICAL: 61.263 (6,60%)

- PARTIDO DE LA U: 59.639 (6,42%)

- PARTIDO CENTRO DEMOCRATICO: 44.608 (4,75%)

- PARTIDO ALIANZA VERDE: 43.256 (4,66%)

- PARTIDO COLOMBIA HUMANA - UNION PATRIOTICA "UP": 23.989 (2,59%

El resto corresponde a los independiente, otras listas y nulos:

- LISTAS INDEPENDIENTES: 269.61329,06%

- PROCESOS Y PRACTICAS ORGANIZATIVAS 134.86014,53%

- NULOS: 291.345

Gustavo Petro: “Colombia no necesita socialismo, necesita democracia y paz”


Petro en entrevista al periódico El País de España, resume sus tesis centrales en asuntos como estos: Considera que sus posiciones no son ni de izquierda ni de derecha, la unidad y la convergencia la encuentra en la lucha y defensa del ambiente y las medidas para contrarrestar el cambio climático. Promueve atacar la economía del petróleo, simpatiza con con Lula da Silva y Bernie Sanders; el fondo de su programa consiste en aplicar la Constitución de 1991 y defender la paz sin alterar el modo económico y político semicapitalista, neoliberal y privatizador, no pretende acabar con las causas de la dependencia del país, no está interesado en aplicar la soberanía ni la autodeterminación como políticas claves del Estado, se limita a ser continuista, con un talante diferente. Tal vez, la diferencia con otros candidatos, está en que él hace parte de una clase “emergente” que aspira a llegar al poder, pero posicionado allí, será tan continuista como uno cualquiera de sus antecesores. No le interesa hacer la reforma agraria entregando la tierra a los campesinos que la trabajan, con tecnología y apoyos institucionales, tampoco destrabar la economía sometida no sólo por los monopolios financieros, sino por los grandes consorcios empresariales, comerciales, inmobiliarios, del transporte, las comunicaciones y la cultura. En general, expresa de manera tajante, “Las necesidades de la sociedad colombiana no son las de construir el socialismo, sino construir democracia y paz, punto”. Es curioso que a estas horas, muchos de sus opositores lo ataquen como si fuera promotor del socialismo.

https://elpais.com/internacional/2021-09-19/gustavo-petro-colombia-no-necesita-socialismo-necesita-democracia-y-paz.html



Estamos en la lucha por construir un nuevo Estado democrático y popular que opere de manera independiente que garantice la soberanía nacional, la autodeterminación y las relaciones con otros estados y países en pie de igualdad para lo cual luchará contra las políticas del FMI, el Banco Mundial, la OCDE y demás organismos internacionales dependientes de los grandes monopolios multinacionales, nacionalizará la banca, confiscará los monopolios nacionales y extranjeros en beneficio del pueblo y el progreso del país, confiscará la tierra de los grandes terratenientes, eliminará las privatizaciones de los servicios públicos, el transporte, la seguridad social, aboliendo las EPS, ARL, los fondos privados de pensiones, garantizará las libertades políticas para los trabajadores del campo y la ciudad, de los indígenas, las mujeres, los jóvenes y establecerá una cultura nueva fundamentada en la rica historia del país, acabando con toda injerencia externa. Los nuevos trazamientos tienen sustento en la política de la nueva democracia y los fundamentos del socialismo revolucionario, la ciencia y la tecnología ajustados a la realidad nacional y mundial.


Para la conquista de los derechos sociales, la clase obrera y el pueblo necesitan de dos herramientas para resolver sus problemas más sentidos.


El partido de la clase obrera y el frente único del pueblo. En consecuencia requiere contar con dos programas, uno máximo que lleva al socialismo y otro amplio que unirá en una sola fuerza a las diferentes clases sociales representadas por sus variadas vertientes y fuerzas en el frente único antiimperialista, con un programa nacional y democrático.

Invitación al Chat Debate Electoral Colombia:

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Análisis, debate y conclusiones en defensa de los intereses de los trabajadores y el pueblo, contra la demagogia y la politiquería

Demagogía y entrega de las reivindicaciones del pueblo


Las cúpulas de las centrales obreras y del comité de paro contrarias a la lucha combativa de los jóvenes y del movimiento obrero y popular, después de que se desmontaron del paro nacional apoyado por la población en general, este 26 de agosto programaron marchas para tramitar proyectos parlamentarios, desconociendo las auténticas reivindicaciones de la población después de que derrotáramos políticamente al gobierno de Duque y la oligarquía, tumbando la reforma tributaria, al ministro Carrasquilla, detuviéramos la reforma que profundizaba la privatización de la salud y suspendiéramos la reforma laboral y pensional. Pretenden ahora imponer sus candidatos reformistas y oportunistas mediante componendas colaboracionistas con los impulsores de las privatizaciones, el endeudamiento progresivo de la nación, la venta de lo que queda de las empresas estatales, entre ellas Ecopetrol, ISA y el Fondo Nacional del Ahorro FNA y la nueva reforma tributaria que tramita la cúpula gobernante y sus cooperantes en el congreso.

Los jóvenes, el movimiento obrero, campesino e indígena en las protestas

La crisis económica agudizada con la pandemia configuró una mareada de protestas en América Latina, en el fondo están las desigualdades, las dificultades de trabajo de los jóvenes, la privatización de los servicios especialmente de la educación y la salud que endeudan a las familias; agudizada con la pandemia y el hambre manifiesta en los confinamientos por el covid.

La reforma tributaria del gobierno de Duque en Colombia, el precio del pasaje del metro en Chile, produjeron indignación y rebeldía con presencia masiva en las calles de jóvenes, obreros, campesinos, indígenas y gentes de variadas expresiones sociales.

Está por verse qué otros efectos dejan las protestas, las viejas direcciones obreras fueron puestas a prueba, esta vez fueron desconocidas como representantes de los jóvenes y los nuevos luchadores sociales y ambientales. La juventud logrará abrir espacios políticos contra el neoliberalismo y las privatizaciones o simplemente se reducirán a invocar las normas almirabadas del gran capital, sin romper lazos con los culpables del descalabro económico, los efectos de la pandemia y la degradación ambiental, moral y social? El ambiente reclama nuevos destacamentos obreros y populares que sean capaces de abrir el camino, más allá del acomodamiento, la reforma y la demagogia oportunista.

Los hilos del neoliberalisno y el continuismo

Adelantos de las reformas del legislativo y de la reforma tributaria, simbiosis de los entreguistas con la cúpula gubernamental

"Dentro de los grandes temas a presentar, el Comité [Paro] propone una renta básica para 10 millones de personas que constaría de una salario mínimo durante 7 meses y matrícula cero para los estudiantes de las universidades públicas con cargo al Presupuesto Nacional.


Además, señaló que habrá otro proyecto de ley para que “se pague el salario a los trabajadores de las medianas y pequeñas empresas, no a las grandes empresas, no de las mega empresas como sucedió en el pasado”, explicó Maltés" (*)


Golosinas para continuar con las privatizaciones, la apertura, el neoliberalismo, los leoninos tratados de libre comercio -TLC y el endeudamiento del país, los cuales aumentarán el hambre, la miseria, la desigualdad y las golpizas de la mano dura, si no aceptamos las migajas, mientras los magnates se apropian de todo y disfrutan de la "libertad" y de la "democracia" propia de los potentados nacionales y extranjeros, mientras el sudor y las lágrimas caen entre los trabajadores y el desplazamiento padecido por muchas familias, sea por la crisis económica o la pandemia. En concreto, el pueblo paga, ellos disfrutan.

(*) cita El Tiempo, 16 Julio 2021

Programa de la Unión Nacional de Oposición -UNO:

Hay ejemplos en nuestra historia de formas de construir un frente electoral y un frente unido del pueblo:


Programa de la Unión Nacional de Oposición (UNO)

La Unión Nacional de Oposición -UNO se compromete ante el pueblo y la nación colombiana a:

PRIMERO

Combatir el neocolonialismo y la dominación exterior de tipo económico, político y cultural, que los Estados Unidos de Norteamérica ejerce sobre nuestra patria a través de las clases sociales reaccionarias en las cuales se apoya internamente. Apoyar las luchas del pueblo por la nacionalización del petróleo, las minas, bosques, fauna y recursos marinos y por la confiscación de los grandes monopolios.

SEGUNDO

Luchar por la realización de una reforma agraria democrática que en base a la confiscación de la propiedad terrateniente, entregue la tierra a los campesinos que la trabajan y a las comunidades indígenas y los provea de crédito fácil, maquinaria agrícola, servicios de salud, asistencia técnica. Así mismo, exigir la titulación gratuita de las tierras tomadas por los campesinos, y el respeto a sus organizaciones de masas.

Apoyar la lucha de los asalariados agrícolas por la plena vigencia de los derechos laborales y la jornada de ocho horas en el campo.

TERCERO

Conquistar la plena vigencia de las libertades democráticas y las garantías ciudadanas, el respeto al derecho de organización popular, de reunión, manifestación y libre expresión para el pueblo. Luchar por el levantamiento del Estado de Sitio y la supresión de las medidas represivas que apoyadas en él, se aplican contra obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales de avanzada y especialmente por la abolición de los consejos verbales de guerra y por la libertad de todos los presos políticos y sindicales.

Apoyar todas las luchas democráticas de las masas y de las minorías indígenas en defensa de sus tierras, intereses y derechos. Propugnar por la igualdad de derechos para la mujer colombiana.

CUARTO

Respaldar las luchas de los trabajadores en general por mejores condiciones de vida y de trabajo, por la congelación de los precios de los artículos de primera necesidad y de las tarifas del transporte y de servicios públicos y por el aumento de sueldos y salarios que compensen el costo creciente de la vida cuyo origen es el abuso de los monopolios nacionales y extranjeros, de los grandes acaparadores y la sumisión del gobierno a la política económica y monetaria de los organismos internacionales financieros controlados por los Estados Unidos.

Luchar por los derechos de organización, contratación colectiva y huelga de la clase obrera, incluyendo los trabajadores del sector público y respaldar incondicionalmente el proceso de unidad del movimiento sindical independiente, por agruparse en una gran central obrera unitaria y por aislar las direcciones patronales y gobiernistas de la UTC y CTC.

QUINTO

Apoyar las luchas de las masas populares por la vivienda, contra los abusos de arrendadores y por una reforma urbana que suprima los pulpos urbanizadores y la especulación con la tierra en las ciudades y facilite la adquisición de vivienda adecuada al pueblo colombiano.

SEXTO

Respaldar a los estudiantes, maestros, profesores y a todo el pueblo colombiano en su lucha por una enseñanza gratuita y obligatoria estatal y por la ampliación del presupuesto para la educación pública y la elevación del nivel de vida de los educadores; por la eliminación de la privatización de la universidad colombiana y de la intromisión académica y financiera de las instituciones imperialistas y reaccionarias dentro de ellas.

Apoyar una reforma de la educación de contenido popular y democrático que estimule la investigación científica y que impulse el florecimiento de una cultura que sirva a los intereses supremos de la liberación nacional. Impulsar y desarrollar el deporte masivo.

SEPTIMO

Apoyar las aspiraciones populares por un sistema de asistencia médica y hospitalaria gratuita en todas las regiones del país.

OCTAVO

Batallar sin descanso por la constitución de un Estado democrático de los obreros, campesinos, clases medias, industriales y productores nacionales. Un Estado que ejerza el control de los sectores fundamentales de la actividad económica, estimule la pequeña y mediana industria, planifique la economía del país y liquide toda clase de monopolios, promoviendo el desarrollo nacional independiente del imperialismo.

Este Estado al desarrollar una economía próspera e independiente sentará las bases materiales, sociales y políticas para la futura construcción de una patria socialista en Colombia.

NOVENO

Abogar por las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con todos los países del mundo en base a la igualdad, respeto mutuo y beneficio recíproco. Solidarizarnos con todos los pueblos que luchan por la defensa de su soberanía y contra la opresión extranjera, por la revolución y el socialismo, y consolidar una auténtica cooperación económica latinoamericana, sin intervención del capital extranjero imperialista.

UNION NACIONAL DE OPOSICION (UNO).

Bogotá, D.E., Septiembre 22 de 1973

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NORMAS DE FUNCIONAMIENTO

APROBADAS POR LA UNO

Julio de 1974

LA SEGUNDA CONVENCION NACIONAL DE LA UNO CONSIDERANDO:

Que es necesario dictar normas generales que regulen el funcionamiento interno de la Unión Nacional de

Oposición y la conducta de los partidos que la integran,

RESUELVE:

Art. 1. La Unión Nacional de Oposición, UNO, tiene como finalidad agrupar todas las fuerzas y sectores del pueblo colombiano, para liberar nuestro país de la opresión del imperialismo norteamericano e igualmente terminar con la explotación que hacen las oligarquías nacionales de las clases populares.

Art. 2. La Unión Nacional de Oposición, UNO, es por tanto una alianza de partidos, movimientos, o grupos políticos, que compartan estos objetivos, manifiesten expresamente adherir a su Programa, actúen políticamente en función de la unidad del pueblo y se integren a las organizaciones de la UNO, a escala nacional, departamental, regional o municipal, según sea su propio desarrollo.

Art. 3. Teniendo en cuenta el carácter enunciado, los partidos, grupos o movimientos que conforman la Unión Nacional de Oposición, UNO, son autónomos orgánica e ideológicamente y las decisiones que tengan que ver con la organización y la política general de la UNO se tomarán por unanimidad entre las organizaciones que la integran.

Art. 4. La dirección general de la Unión Nacional de Oposición, UNO, estará a cargo de un Comando Nacional, compuesto por cinco miembros principales y dos suplentes alternos, designados por cada organización política integrada a la UNO a escala nacional.

Art. 5. El Comando Nacional tendrá a su cargo todo lo relacionado con la organización y desarrollo de la UNO, el recaudo y distribución de fondos, el cumplimiento de la política trazada por las convenciones nacionales, la aplicación de los acuerdos de los partidos que la conforman, y en fin todo aquello que implique el logro de los objetivos de la Unión Nacional de Oposición, UNO.

Art. 6. El Comando Nacional tendrá un presidente, un tesorero, un secretario ejecutivo y las comisiones de trabajo que sean necesarias, de acuerdo a las tareas por cumplir.

Art. 7. La dirección de la UNO a escala departamental o municipal será ejercida por comandos hasta de tres miembros por cada organización integrante y tendrá a su cargo la aplicación de la política nacional trazada tanto por las convenciones como por el Comando Nacional, buscando el desarrollo e incremento de la UNO en su respectivo territorio.

Art. 8. La Unión Nacional de Oposición, UNO, tendrá organismos de base, formados en las zonas, barrios, sectores o veredas, y estarán compuestos por los militantes de las organizaciones integradas, así como también por todas aquellas personas que compartan los objetivos de la UNO, adhieran a su Programa e ingresen a los organismos de base.

Art. 9. Tales organismos de base se denominarán comandos y deberán tener una dirección mínima compuesta por presidente, vicepresidente, tesorero, secretario de agitación y propaganda y además los vocales que se crean necesarios. En casos especiales podrá aumentar los cargos de dirección de acuerdo a sus propias necesidades y desarrollo.

Art. 10. Las decisiones de los comandos de base se tomarán por unanimidad y no pueden contrariar las normas de organismos superiores, ni los acuerdos de los partidos que integran la UNO, ni los principios generales que la rigen, ni tampoco la política trazada por la UNO a escala nacional.

Art. 11 . Quienes ejerzan cargos de representación a nombre de la UNO, tanto en corporaciones públicas como en otras entidades, quedan sometidos a las reglamentaciones especiales que para tales efectos se señalen, responden políticamente ante el Comando Nacional por el desempeño de las labores a su cargo.

Art. 12. Los fondos generales de la Unión Nacional de Oposición, UNO, estarán formados por las cuotas de sus parlamentarios, por las contribuciones de los partidos integrados y las voluntarias que se reciban.

Serán manejados tales fondos por la tesorería general, según las instrucciones del Comando Nacional.


Publicado TR No. 17, noviembre 22 de 1975.


Programa Nacional y Democrático del Frente por la Unidad del pueblo (FUP)

La Comisión Permanente por la Unidad del Pueblo (CPUP) luchará por la unidad de la clase obrera y por la alianza de todas las clases, capas, personas, partidos y movimientos revolucionarios, democráticos y antiimperialistas, en torno al siguiente programa:

1) Liberar al pueblo colombiano de la dominación imperialista norteamericana y de la oligarquía explotadora. Construir una patria independiente, soberana y popular, libre de toda opresión y sojuzgamiento externo y en marcha al socialismo.

2) Instaurar, a través de la vía revolucionaria, un Estado nuevo de todas las clases, capas, sectores, partidos, personalidades y demás fuerzas revolucionarias, democráticas y antiimperialistas, que esté sustentado en la Alianza Obrero Campesina y sea instrumento de poder popular.

3) Nacionalizar el petróleo y todos los recursos naturales, los monopolios nacionales y extranjeros incluyendo la banca y las corporaciones financieras, los complejos agroindustriales, el comercio exterior y las áreas estratégicas para el desarrollo de la economía nacional.

4) Confiscar la tierra de los grandes terratenientes y entregarla a los campesinos que la trabajan. Proteger a la pequeña y mediana propiedad rural. Defender los intereses fundamentales del proletariado agrícola.

5) Estimular el aumento de la producción nacional de acuerdo a las necesidades del pueblo, mediante el apoyo a la mediana y pequeña industria y comercio a través del control y la planificación estatales, en procura de un desarrollo próspero, independiente que siente las bases de la sociedad socialista.

6) Defender todos los intereses del pueblo y sus reivindicaciones políticas y económicas. Asegurar a las minorías indígenas nacionales sus tierras, derechos y cultura. Establecer una reforma urbana que suprima los pulpos urbanizadores y las oficinas de arrendamiento y garantice al pueblo el derecho a la vivienda. Luchar hasta implantar un sistema de asistencia social que asegure el derecho a la salud, a la recreación, al deporte y la protección a la niñez y la vejez.

7) Garantizar los derechos de reunión, organización, expresión y movilización de las clases revolucionarias y sectores populares; de sindicalización, contratación y huelga para todos los trabajadores, sin excluir los servicios públicos; de libertad de cultos; de igualdad de derechos sin discriminación de sexos ni de razas.

8) Impulsar la lucha de los estudiantes, educadores, intelectuales, escritores, artistas y del pueblo entero por desarrollar una cultura nacional y científica al servicio de las grandes masas. Garantizar la enseñanza gratuita en todos sus niveles. Establecer el control estatal y popular sobre los medios de comunicación masiva.

9) La revolución colombiana hace parte de la revolución continental y se integra por lo tanto en el gran frente de liberación nacional de los pueblos oprimidos de Asia, Africa y América Latina. Apoyar a todos los países socialistas, al movimiento obrero internacional y a los movimientos revolucionarios de todos los países.

10) Pugnar por la anulación de los convenios y tratados internacionales, deudas y pactos militares que lesionen la soberanía nacional. Abogar por las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con todos los países del mundo en base a la igualdad, respeto mutuo y beneficio recíproco. Solidaridad con todos los pueblos que luchan por la defensa de su soberanía y contra la opresión extranjera, por la revolución y el socialismo, y consolidar una auténtica cooperación económica latinoamericana, sin intervención del capital extranjero imperialista.

Bogotá, 18 de febrero de 1977.

Por Anapo Germán Gutiérrez Arroyo, Alfonso Cabrera T, Luis Carlos Alcaraz y Jaime Jaramillo Panesso; por el MOIR Marcelo Torres y Otto Ñañez; por el MAC Gilberto Zapata Isaza y Jorge Regueros Peralta; por los CDPR Avelino Niño y Jorge Rodríguez.

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NORMAS ORGANIZATIVAS

Art. 1- La Comisión Permanente para la Unidad del Pueblo (CPUP) lucha por la unidad de la clase obrera y la alianza de todas las clases, capas, sectores, partidos, personalidades y demás fuerzas revolucionarias para liberar a Colombia del dominio del imperialismo norteamericano e instaurar en el territorio patrio una nación independiente, justa y soberana.

Art. 2- A la CPUP podrán ingresar las fuerzas políticas, religiosas, gremiales y las personalidades que se comprometan a impulsar la construcción de un frente unitario, antiimperialista y antioligárquico, a luchar por el programa aprobado en el Primer Foro de la Oposición Popular y Revolucionaria y a presentarlo como proyecto base de discusión ante las fuerzas revolucionarias.

Art. 3- La CPUP tiene las atribuciones y el mandato de establecer relaciones con las organizaciones políticas y de cualquier otra índole que no obstante no haber asistido al Primer Foro de la Oposición Popular y Revolucionaria estén en disposición de buscar los objetivos a que se refiere el artículo anterior.

Art. 4- En la CPUP todas las decisiones se tomarán por unanimidad, previa consulta y discusión democrática. La CPUP a nivel nacional y demás niveles subalternos se conformará con la participación de todos los partidos y organizaciones que la constituyan, con igualdad de derechos y obligaciones para sus agrupaciones integrantes. Las contradicciones serán resueltas partiendo de la necesidad de buscar el acierto en las decisiones mediante el estudio sereno de las situaciones y con el espíritu de preservar y desarrollar la unidad mediante la crítica fraternal ejercida para ayudar a corregir los errores.

Art. 5- La CPUP respetará la independencia ideológica y organizativa de las fuerzas aliadas, de manera que a ningún partido se le permitirá inmiscuirse en los asuntos internos de otro, ni infiltrarlo con cuadros de doble militancia, ni sustraerle sus efectivos. La CPUP auspiciará constantemente la coordinación y cooperación de todas las fuerzas integrantes en las luchas que se libren en pro de la causa popular y revolucionaria.

Art. 6- La CPUP estará compuesta por dos miembros por cada organización integrante a nivel nacional. La Comisión tendrá un Coordinador General, un Secretario y un Tesorero y las comisiones de trabajo que acuerde constituir. Este organismo aplicará los acuerdos de las fuerzas aliadas y estos principios de organización.

Art. 7- El tesorero nacional de la Comisión, de acuerdo a las instrucciones de la misma, manejará los fondos de la organización cuyo recaudo provendrá de las contribuciones de las fuerzas integrantes y aportes voluntarios. Los gastos de la CPUP serán financiados por partes iguales entre las organizaciones integrantes.

Art. 8- La CPUP desarrollará en todo el territorio nacional la política unitaria, formando organismos conjuntos a diferente nivel geográfico o regional de acuerdo a las normas generales que se consignan en los artículos anteriores y basados en la línea trazada a nivel de todo el país.

Art. 9- Los militantes de los partidos y movimientos representados en la CPUP se guiarán para su actuación política, ya sea en los sindicatos y demás organizaciones de masas, corporaciones públicas, etc., por sus orientaciones programáticas antiimperialistas y democráticas, promoverán la lucha consecuente contra el régimen oligárquico y acatarán las determinaciones de los organismos unitarios a que pertenezcan en particular a las de la CPUP de carácter nacional.

Bogotá, 18 de febrero de 1977.

Por Anapo Germán Gutiérrez Arroyo, Alfonso Cabrera T, Luis Carlos Alcaraz y Jaime Jaramillo Panesso; por el MOIR Marcelo Torres y Otto Ñañez; por el MAC Gilberto Zapata Isaza y Jorge Regueros Peralta; por los CDPR Avelino Niño y Jorge Rodríguez.

Lo compromisarios que acordaron el Programa y las Normas de Funcionamiento del FUP también suscribieron un Plan de Lucha; documento que además fue firmado a nombre del Bloque Socialista por Camilo González; por Anapo Socialista, Carlos Toledo Plata y Carlos Vidales y por la Organización Comunista Ruptura, Antonio Restrepo, rubricado el mismo 18 de febrero de 1977.

La calma de hace poco, se convirtió en tormenta generalizada este año


La calma de hoy recoge experiencias de lucha que pueden rebasar la montaña


A diario escuchamos el grito de los campesinos quebrados, los paperos, los productores de yuca, ñame, cebolla y otros tantos productos propiciada por la apertura, las privatizaciones y los TLC. No podemos repetir el círculo vicioso de seguir detrás de la oligarquía nacional e internacional, tampoco de quienes aventuraron en la guerra improductiva y ahora conviven con los detentadores del poder mediante el pacto social que montó la constitución privatizadora y neoliberal de 1991 y quienes después los siguieron con el pacto de la Habana. A estas alturas la oligarquía pretende mostrar la crisis de Venezuela como única, cuando a ciencia cierta la quiebra es generalizada en Latinoamérica, "los buitres" quebraron a Argentina, tienen en la ruina y la dependencia a estos países, con casos tan lamentables como los de la violencia y pobreza de Honduras, el desangre de México y de Colombia, con larga cola de emigrantes suplicantes ante norteamérica, otrora potencia, que hoy cuenta con mendicidad no sólamente en Nueva Orleans, California y otros lugares sino crisis recurrentes (1997, 2007, 2017) y ahora la del coronavirus. Hoy la lucha no es por los derechos humanos (individuales) de la revolución burguesa, sino la de los derechos sociales a la educación, la salud, los servicios públicos, el bienestar y la cultura; la igualdad de la mujer y el hombre propiciados por el socialismo.

Es inaudito el caso reciente publicitado en Bangladesh en los medios de prensa, cuando se diera a conocer que una fábrica se incendió y por tal motivo quedara al desnudo la superexplotación de los trabajadores, de manera tan cruda y cruel como las grandes multinacionales de los textiles y del calzado mantenían a sus trabajadores en condiciones tan lamentables y miserables practicada por medio de la subcontratación de las maquilas o los del trabajo, ejecutado mediante las plataformas virtuales y el teletrabajo, practicado en tantas partes del planeta. Hemos avanzado en la comprensión de los problemas, debemos potenciar las protestas, la huelga general y conseguir la fuerza para que la mayoría impongamos el poder sobre la minoría vendepatria y especuladora.


La situación económica del mundo es muy crítica. Con la pandemia se incrementaron las dificultades sociales y económicas, reflejadas en las desigualdades, las carencias de trabajo, el pago con mayor retención de plusvalías por parte de los grandes monopolios y oligopolios, la destrucción de las economías nacionales y del propio planeta, el despojo de los campesinos de sus tierras y de sus medios de vida, con inmensas caravanas de migrantes y en el vórtice el surgimiento de fuerzas oficiales ofreciendo prebendas a manera de subsidios (renta básica) y por la otra a intimidando y violentando a la población y en definitiva arrodillando a los gobernantes bajo los intereses de las grandes potencias, sea China, Rusia o el debilitado Estados Unidos.

Con la presencia del coronavirus las fuerzas democráticas y revolucionarias asumimos la posición de persistir en unificar los sistemas de salud en uno sólo, que de manera mancomunada atendiera la emergencia, pero tal como están las fuerzas, los grandes conglomerados industriales, rentistas de la tierra y los potenciados financieros manipulan a su antojo para conseguir las mayores y mejores ganancias y rentas sin importarles los contribuyentes a quienes esquilman y convierten en consumidores a favor de su avaricia. Numerosos científicos e investigadores han pretendido aportar para ayudar en la crisis que los gobernantes no no sólo no pudieron evitar sino a quienes se les señala como causantes por el desinterés en que la ciencia y las formas más avanzadas estén al frente de la prevención y del manejo de los intereses ciudadanos, no sólo en asuntos de salud, sino en educación, formas de trabajo, servicios públicos, reparto de beneficios sociales y cultura solidaria, ambiental y creativa.

La clase obrera y el pueblo dentro de las dificultades han estado pugnando por aglutinar experiencias y fuerzas que no sólo contrarresten la situación de crisis, sino organizando y fortaleciendo los medios de agrupar a los trabajadores de la ciudad y el campo, a la intelectualidad hacia la construcción del partido de la clase obrera y el frente único que agrupe las clase democráticas y revolucionarias que puedan impulsar las luchas que permitan detener las políticas del gobierno Duque y la oligarquía nacional e internacional, a la vez que desenmascare a las banderías entreguistas, reformistas y oportunistas, dependientes de las migajas del estado, que no deslindan de las formas neoliberales y privatizadoras de la constitución de 1991, acogen programas del FMI, la OCDE, las grandes corporaciones, la banca internacional y las fuerzas reaccionarias.

El continuismo adelanta la campaña para las elecciones al Congreso y a la Presidencia de la República de comienzos del 2022, mientras prepara la reforma tributaria que aumenta los aportes de las clases populares mediante el IVA y favorece los intereses de los poderosos a quienes entrega con motivos de la pandemia recursos del estado, adelantando alianzas estratégicas, priorizando la privatización de la salud y el negocio de las farmacéuticas, impulsando el fracking en la industria petrolera, la aspersión de glifosato reprobada a nivel internacional, invadiendo las zonas de conservación forestal y apoderándose de cuanta riqueza puedan apropiarse. Las denuncias y protestas obreras y sociales crecen, muy a pesar de la represión oficial con aumento progresivo de víctimas y acompasada con la delincuencia alcahueteada desde el establecimiento.

Se avecina la siguiente farsa electoral del 2022 en medio de la expectativa del oportunismo empecinado en llegar como sea a disfrutar de los festines palaciegos, danzar al son de los cánticos almibarados de libertad y democracia al interior de una nueva fachada de la casa presidencial matizada de todos los colores. La táctica de los aspirantes a encabezar las listas que competirán hasta segunda vuelta está clara, la “defensa del estado social de derecho”, “la independencia de poderes”, y garantizar la vigencia de la producción capitalista por encima de cualquier otra forma de producción, en aras de congraciarse y ganar la confianza de los supuestos sectores menos recalcitrantes de las clases dominantes. –Un programa de campaña revolucionario que exponga de manera clara la defensa de la nación y los intereses de los obreros, los campesinos y del pueblo espantaría a los posibles aliados–.

Los dos connotados representantes de la izquierda colombiana, Gustavo Petro y Jorge Enrique Robledo, ambos encarnan hoy en día el oportunismo de derecha de la actual izquierda. Petro, desciende del infantilismo de izquierda del M-19; Robledo, tuvo la fortuna de pertenecer al partido Obrero Independiente y Revolucionario Moir dirigido por Francisco Mosquera, el cual convirtió con la colaboración de sus secuaces en lo más vulgar del revisionismo contemporáneo, “Dignidad”. Reniegan de su pasado y se zambullen en la fosa pestilente del cretinismo parlamentario en aras de ganarse la confianza de los sectores “menos retardatarios de las clases dominantes”. Plantean “La Coalición Por La Esperanza”, y “El Pacto Histórico”, propuestas ambas de capitulación entre oprimidos y opresores, echando por la borda la lucha de clases a la que tanto le teme el imperialismo y la oligarquía. Lo más seguro que vislumbramos de estos dos representantes de la “centro izquierda”, es que terminaran facilitando en segunda vuelta el triunfo de uno de los candidatos que presente oficialmente la oligarquía vendepatria.

Seguimos insistiendo, en la creación del partido de la clase obrera; solo si gozamos de una organización de clase que plantee un programa revolucionario que defienda consecuentemente a la nación frente al imperialismo norteamericano y demás capitales imperialistas, que enfrente revolucionariamente en cualquier campo a los enemigos del pueblo, la gran oligarquía intermediaria y el imperialismo, podremos con seguridad construir un frente amplio de unidad de todas las clases que sientan la necesidad de cambiar este país con la dirección de la clase obrera y los campesinos pobres. Solo así construiremos una nación próspera y soberana. Los revolucionarios participamos en elecciones no para crearle ilusiones al pueblo en las instituciones del Estado oligárquico – proimperialista, sino para educar al pueblo y esclarecer su conciencia frente a los enemigos de clase y así crear una fuerza suficiente para destruir el actual estado y construir uno nuevo verdaderamente democrático.

Los colombianos democráticos y revolucionarios estamos interesados en desenmascarar la táctica electoral de la oligarquía vendepatria y especuladora y la de sus aliados internacionales, la campaña electoral aunque amarrada a las fuerzas contrarias a los intereses del pueblo, nos permite avanzar en el esclarecimiento de los menesteres de las clases del trabajo y la producción y aproximar los hechos hacia la nueva democracia y el socialismo en marcha al poder de las comunas, recordando el mandato de los revolucionarios de octubre de 1917, hace un poco más de cien años “todo el poder a las asambleas populares” bajo la dirección obrera y popular.


Bogotá, abril 2021


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Protestas en Colombia


¡Por la Soberanía Económica, Resistencia Civil! (*)

I

Ante la severa retracción de su economía y la aguda competencia que le plantean Europa y Japón, dos de los poderosos bloques del momento, Estados Unidos desea salir de la encerrona centuplicando primordialmente la explotación de los países pobres que están bajo su yugo, incluida la totalidad de América Latina y, por supuesto, Colombia.

Se registran muchos síntomas perturbadores en la vida de la superpotencia. Son cerca de veinticuatro meses consecutivos de recesión, más profunda que la de comienzos de los ochentas, y la cual arroja índices pronunciados sobre la merma de las ganancias o el incremento de las pérdidas de las principales empresas, la estrechez de los mercados, los déficit en las cuentas nacionales, el paro forzoso de un notorio número de asalariados y el rezago en la capacidad productiva de la compleja industria, acrecido en estos tiempos duros de pelar. Aunque se reaviven pronto los negocios, sus desajustes estructurales de vieja data sólo continuarán reportándole desventajas de sumo cuidado.

El imperio del Norte desempolva los artículos de fe del neoliberalismo, a los cuales encomienda los saqueos de su recuperación, una estrategia que no abandonará por las buenas, aun a costa de arrasar el Continente. Por eso la contradicción se torna antagónica e inevitable. Y se equivocan los ilusos o los timoratos cuando atribuyen los gravísimos quebrantos de nuestra nación a otras causas aleatorias, mientras se agazapan tras paliativos engañosos con la inconfesable intención de capitular ante los enemigos de la patria. ¿No tiende acaso la tan zarandeada apertura hacia la plena colonización económica de Latinoamérica? ¿No nos vaticina daños sin cuento, como las quiebras en la incipiente producción; la subasta de los bienes públicos; el apoderamiento de recursos, servicios y plantas fabriles por parte de los monopolios extranjeros; la supresión de las reivindicaciones laborales; los despidos sin tasa ni medida en los sectores público y privado; el endémico y doloroso espectáculo de las bautizadas ocupaciones informales; el establecimiento de las tenebrosas maquilas; la dolarización de la economía; la eliminación de aranceles junto a la consiguiente alza de los impuestos indirectos, antitécnicos y regresivos, y, en fin, la ruina, con su rostro macabro?

Si los colombianos anhelan preservar lo suyo, sus carreteras, puertos, plantaciones, hatos, pozos petroleros, minas, factorías, medios de comunicación y de transporte, firmas constructoras y de ingeniería, todo cuanto han cimentado generación tras generación; y si, en procura de un brillante porvenir, simultáneamente aspiran a ejercer el control soberano sobre su economía, han de darle mayores proyecciones a la resistencia iniciada contra las nuevas modalidades del vandalismo de la metrópoli americana, empezando por cohesionar a la ciudadanía entera, o al menos a sus contingentes mayoritarios y decisorios que protestan con denuedo pero en forma todavía dispersa. Entrelazar las querellas de los gremios productivos, de los sindicatos obreros, de las masas campesinas, de las comunidades indígenas, de las agrupaciones de intelectuales, estudiantes y artistas, sin excluir al clero consecuente ni a los estamentos patrióticos de las Fuerzas Armadas, de manera que, gracias a la unión, los pleitos desarticulados converjan en un gran pleito nacional.

II

No transijamos con ninguna de las disposiciones lesivas al bienestar supremo de Colombia. Rechacemos en los diversos foros la grosera interferencia de Washington, cuyo Departamento de Comercio nos tilda de «proteccionistas», cuando a nuestra marioneta la obsesionan los caprichos del librecambio requerido por el Fondo Monetario Internacional. Salgámosle al paso a cada intimidación, como la proferida por el Procurador de la justicia estadinense, quien notificó que su gobierno secuestrará en el exterior a cualquier sospechoso, un típico desmán imperialista, recién ensayado en tierras panameñas, y con el cual se apuntala el dominio no únicamente militar sino económico. Tomemos nota también del plan del Departamento de Defensa yanqui, cuyo resumen fuera publicado por The New York Tinws, y dentro del cual se subraya cómo Estados Unidos debe «prevenir cualquier desafío que emerja de Europa Occidental, Asia (en particular Japón) o de las repúblicas de la extinta Unión Soviética», es decir, volver a la hegemonía total, erigirse de nuevo en el único árbitro nuclear del mundo, valiéndose para ello del intempestivo desenlace de la llamada Guerra Fría e importándole un bledo los desamores de los aliados de ayer.

Escuchemos la voz de El Espinal, desde donde los empresarios del campo denunciaron la crisis sin precedentes de la agroindustria, «un cuadro que puede derivar en movimientos unificados de imprevisibles consecuencias», según advirtieron. Allí, en concreto, se propuso por algunos sacar a las vías, en vez de las cacerolas venezolanas, los equipos, maquinarias y automotores para exigir un cambio en la pérfida actitud del régimen. Lo mismo que hicieran a principio del año los algodoneros del Cesar, quienes bloquearon con sus tractores y vehículos la transitada arteria entre Bosconia y Codazzi, tras el incumplimiento de las promesas gubernamentales.

Hagámonos eco de la inconformidad de los cafeteros que, desde los ricos hasta los pobres, ven con sorpresa e ira los propósitos de la panda, gavirista de los Andes, pues se hallan en peligro los haberes de la Federación, comenzando por el banco de sus transacciones, transfigurado en sociedad mixta conforme al decreto 1748 de mediados de 1991. Se trata de un «irrespeto y una burla», según la enardecida polémica de los caldenses. Resulta obvio que sin aquellos instrumentos o instalaciones, levantados piedra a piedra, durante lustros, dentro y fuera de nuestros linderos, no podría Colombia influir en la comercialización del grano ni negociar con medios eficaces un nuevo pacto mundial del café en Londres.

Seamos solidarios con la mediana y pequeña industria, en especial con las declaraciones de los dirigentes de Acopi, mediante las cuales aquellos vastos sectores, uno de los más golpeados y dispuestos a no asumir una posición «acrítica y pasiva», coadyuvan, deliberada o indeliberadamente, a exacerbar los ánimos de la sufrida población.

Recojamos, en cuanto rezuman validez, los múltiples pronunciamientos del prepotente gremio de la ANDI acerca del irregular manejo monetario y tributario, la escasez de crédito y estímulos, la competencia desleal foránea, los malos convenios internacionales y el resto de desatinos de la administración. Así esos estratos altos crean en las supuestas bondades de determinadas medidas del modelo neoliberal, como el flujo franco de las inversiones imperialistas, la privatización de las empresas del Estado o el retroceso en las relaciones obrero-patronales, sus reclamos también caen y caben en la retorta de la resistencia colectiva.

Hasta las asociaciones financieras, los pulpos de la construcción y el gran comercio se quejan y temen.

Este último, no obstante haber aplaudido a rabiar la baja o la eliminación de aranceles, la libertad de importaciones y las demás gabelas que le favorecen de la Iniciativa para las Américas, esbozada por George Bush, acabó haciendo una oposición acérrima contra las secuelas o puntos a su juicio adversos de dicho proyecto aperturista, particularmente la proliferación y el acrecentamiento del IVA, por los que clama el ministro de Hacienda, y el consabido descenso de las ventas. Fenalco les sugirió a los afiliados colocar en sus almacenes y en sus casas «cintas verdes», a manera de «símbolo de descontento». ¡Quién lo creyera!

En esta dramática contienda la burguesía personificará siempre al elemento vacilante; pero el proletariado, por esencia, no. A él le corresponde entonces la orientación y animación del movimiento.

III

El círculo gobernante es débil, no solamente por sus felonías, engaños, chamboneos, chanchullos, ineptitudes, deshonestidades, sino porque desde antes de su posesión ha estado fletado por Washington para festinar a Colombia y servir lacayunamente a los sórdidos fines del imperio.

Sus imberbes integrantes alardean de inmaculados, mas las gentes supieron ya que se roban un hueco, uno de los frutos positivos del encarcelamiento del alcalde de Bogotá, incurso en el delito de «peculado por apropiación indebida», y de cuya sospecha no se eximen concejales, funcionarios y asesores.

En aras de la austeridad recortan la nómina de los servidores públicos, y el presidente emprende continuos y hasta inútiles viajes a otras latitudes con numerosas comitivas; ejercita el buceo bajo las cálidas aguas de la Costa Atlántica en compañía de los Ganímedes de Palacio; arma rumbas estrepitosas en la Ciudad Heroica en donde deleita a los áulicos bailando o cantando bellas canciones como Caribe Soy; monta con ayuda de las transgresoras autoridades bogotanas monumentales espectáculos rockanroleros en el estadio de El Campín...

Exaltan los derechos de los niños mientras a sus padres los arrojan de los puestos de trabajo; o el director de Bienestar Familiar socava los principios morales de los colombianos, al argüir que «el homosexualismo no debe ser impedimento para poder adoptar», o el ministerio de Salud pennite impudicias semejantes con la disculpa de prevenir el Sida.

Siguen ufanándose de demócratas aunque, desconociendo hasta la propia palabra empeñada, hubieran revocado el anterior Congreso; aplicado la «emergencia social» durante un día para suspenderles atribuciones a los actuales parlamentarios, y sustituido las reglas establecidas por la conveniencia de los «acuerdos políticos», sin pararse en pelillos normativos ni en la cacareada igualdad de las personas ante la Ley.

Cabe traer a la memoria cómo López Michelsen, uno de los jefes del liberalismo que ha secundado toda la patraña, llamaba la atención hacia finales de su «mandato claro» sobre el riesgo de hundir el andamiaje institucional si se alteran «las reglas del juego».

Pese a mostrarse interesados en la efeméride del Quinto Centenario del Descubrimiento, remueven de la dirección del comité preparatorio al maestro Germán Arciniegas, y en su lugar, merced a la misma decisión, se apoltrona allí la mujer de Gaviria, recibiendo de ese modo un ultraje inaudito la inteligencia y la cultura del país.

A todo mundo le piden eficiencia, pero marchamos sin correctivos válidos hacia las tinieblas bíblicas de antes de la creación, debido al colapso energético, no por culpa de las diabluras de Dios, sino de los cohechos, imprevisiones y torpezas propios de la arrogante burocracia encargada de los respectivos suministros, siendo que gozamos de las cuencas de tres cordilleras enormes, y el aprovisionamiento eléctrico absorbe más del 35% de la onerosa deuda externa. Además, el apremio le proporciona a la cleptocracia la excusa perfecta para privatizar las operaciones del ramo, apropiarse de los activos de éste y luego transarlos a título de pago de los empréstitos en mora de cubrirse.

Quiebran la producción o la enajenan escondiéndose tras el sofisma de atender las urgentes necesidades sociales. E insisten, por más que la experiencia de siglos enseñe que sin desarrollo industrial, y autónomo, no habrá nunca una mayor riqueza, y mucho menos para repartir.

A las muchedumbres desocupadas las consuelan pintándoles el paraíso de las actividades informales, como si recogiendo basuras, lavando botellas, fritando empanadas, ofreciendo baratijas en casetas callejeras o vendiendo limones por las esquinas, logre alguien contribuir al crecimiento material de la patria u observar los compromisos familiares.

Enumerar la lista completa de los embustes y embelecos sería una labor interminable.

IV

Por otro lado, señalaremos lo que no pocos ignoran: el desprestigio del gobierno cunde parejo con la vertiginosa propagación de la crisis más profunda de la historia de Colombia. En escasos meses, desde las postrimerías de 1991 a esta parte, se han presentado alteraciones de innegable trascendencia en el pugilato político, tanto nacional como internacionalmente. Periódicos que alababan el neoliberalismo económico ahora ponen en salmuera aspectos esenciales de éste. Parlamentarios elegidos bajo las banderas de la nueva ola saltan afanosos en defensa de sus fueros conculcados, o se rehusan de frente a aprobar algunas iniciativas de los conculcadores. Comentaristas de oficio de la panda mudan de opinión y uno que otro ha llegado al colmo de hacer circular peticiones de renuncia al presidente.

En el concierto latinoamericano los gobiernos que, en búsqueda de una rápida imposición de la apertura, han patrocinado enmiendas a la Carta, como el nuestro, e inclusive los que aún no lo han hecho, pisotean sus constituciones y no alcanzan a evitar que los minen los progresivos encontronazos entre sus pretensiones y las de sus cámaras legislativas. Menem le usurpa potestades al Congreso, Pérez lo sitia, Fujimori lo clausura, Borja lo reprende, Gaviria le decreta la emergencia... A Color de Mello, que mira impotente cuánto decaen sus acciones, el reformismo tampoco le ha ayudado a conjurar la postración de Brasil. Algo parecido acontece con las restantes repúblicas del hemisferio.

La integración latinoamericana principia a resquebrajarse, en un lapso menor de lo esperado. Ante la agresividad imperialista los regímenes dependientes se hacen cada día más insolidarios. ¡Sálvese quien pueda!

Antes de concluir enero de 1992 los mandatarios de Venezuela y Colombia firmaron la unión aduanera; y, menos de una semana después, con el intento de golpe de Estado en el hermano país, Carlos Andrés Pérez quedó atado de pies y manos, sin posibilidades de maniobra para cumplir lo convenido, perjudicando naturalmente a la contraparte, su socio colombiano. Este ejemplo habla por sí solo de cuán deleznables lucen los mezquinos entendimientos de las oligarquías vendepatria. Lo único duradero y necesario será la identidad de miras e intereses de las naciones expoliadas.

V

Las desavenencias entre los órganos legislativos y ejecutivos de la zona, o de los Estados entre sí, significan apenas una causa, pero una causa internacional del caos hacia donde rueda fatalmente la administración Gaviria. Hay otras no menos dignas de tomarse en serio.

La corrupción se explaya en las cumbres del Poder, dando al traste con las hipócritas campañas de moralización, las ingenuas esperanzas sobre la «nueva Colombia» o el «bienvenido al futuro» y, de pasada, con la credibilidad en los designios de los neófitos gobernantes.

Los cortes de luz han llegado a límites intolerables, desesperando a los habitantes de urbes y poblados.

Luego de los incontables percances ocasionados por los reordenamientos más restrictivos, retardatarios y antinacionales de que tengamos noticia, los racionamientos energéticos le propinan el golpe de gracia a la producción agrícola e industrial.

Ningún fenómeno retrata mejor la vacuidad de Gaviria que el manejo complaciente y equívoco otorgado a la pacificación, cuyos diálogos ni adelantan ni concluyen. En la ronda inicial, llevada a efecto en territorio venezolano, se adoptó cualquier suerte de temas, económicos, políticos, filosóficos y bélicos, dejándose en el aire justamente uno, el que preocupa a las distintas clases y capas: la cesación del terrorismo, el desarme, el reintegro de los alzados a la vida civil. Pero no. Esas partidas de insurrectos errantes persisten en el truco de concertarlo todo para no atenerse a nada si se altera algo. Lo cual viene ocurriendo desde los primeros contactos en el período de Turbay. Entre tanto el país contempla atónito cómo se secuestra a granel, se mata a seres inocentes y se destruye con saña la infraestructura de las áreas productivas.

Los repetidos atentados contra la clase obrera, con su sartal de nefastas repercusiones en el sindicalismo, el empleo, el consumo, el desarrollo, etc., fuera de nublar los oscurecidos asuntos de incumbencia común y estremecer la solera de la sociedad, a la larga terminarán sacando de sus goznes a la vetusta república.

La reforma tributaria se ha ganado el repudio general. Muchos de sus acerbos críticos la encuentran, además de injustificada, demostrativa del despilfarro del Ejecutivo, que no amolda sus gastos a su labia, sobre todo tras los gravosos ajustes de la Ley 44 de diciembre de 1990. «¡No huele!», rezongaba el emperador Vespasiano al percatarse de que no aparecía el dinero del gravamen a los urinarios públicos.

Salvando las distancias, hoy entre nosotros acontece lo mismo, que los recaudos de los múltiples impuestos indirectos desaparecen antes de cumplir los objetivos para los cuales fueron arbitrados. Pero así como la gran burguesía sueña financiar los placeres de la apertura con el hambre de las masas, éstas le quitarán a la vez el apetito, cobrándole igualmente caro cada una de las arbitrariedades perpetradas.

Las cuestiones referidas atrás compendian seis de los factores que más inciden en la anárquica situación de la hora. Los focos de tensión abundan, los bandos en conflicto se exasperan, sobran los indicios de que a la plena neocolorilzación económica de América Latina se le dará curso forzoso, por encima del querer y el sentir de las abrumadoras mayorías, con o sin Constitución, cuando no hace ni un mes el director del Fondo Monetario Internacional destacaba «que no es un accidente que el progreso económico logrado por la región haya coincidido con su avance democrático».

Veremos quién prevalecerá, si Gaviria con su cantinela o el pueblo con sus proclamas. A la granizada gringa responderemos con una tormenta tropical.

Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario MOIR

Comité Ejecutivo Central

Francisco Mosquera

Secretario General

Primero de Mayo de 1992

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(*) Mensaje de Francisco Mosquera el primero de Mayo de 1992, para conmemorar el Día Internacional de la clase obrera.

Contacto:

puebloylucha@gmail.com

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Grupo Debate Electoral Colombia:

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