Deportes

La brecha de la diferencia

Las mujeres ingresan de media un 24% menos que los hombres en el ámbito deportivo

En un principio, el deporte ha sido protagonizado por los hombres durante toda la historia pero actualmente las mentalidades han cambiado y con ellas también las costumbres. Pese al cambio, el protagonismo de las mujeres sigue siendo menor a la de sus condiscípulos masculinos a pesar de que su trabajo tiene el mismo valor y eso se refleja en gran medida en sus respectivas remuneraciones, que por ejemplo en el caso del fútbol son abismales, llegando a haber una diferencia de por medio de más de 70 millones de euros.

Cuando hablamos sobre esta brecha salarial tenemos que tener en cuenta los factores principales para la causa de esta. La mayor parte de la capital que reciben los deportistas profesionales proviene de las campañas publicitarias, pero la atención de los medios se centra principalmente en los logros de los hombres la cual hace que el deporte masculino crezca en popularidad. Los hombres aparecen en la mayor parte de la prensa deportiva (95%) mientras que las mujeres reciben mucho menos protagonismo (5%). Esto hace que el éxito de las mujeres sea infravalorado y disminuya la cantidad de dinero recibido por parte de las administraciones y agencias publicitarias. Las competiciones masculinas son de gran interés pero no son necesariamente mejores que el de las mujeres, simplemente reciben más atención que las de ellas, por lo tanto, las campañas publicitarias deberían centrarse también en la atención hacia iconos femeninos del deporte mundial.

Por otra parte, los logros femeninos alcanzan un número igual o superior (el 65% de las medallas olímpicas españolas fueron ganadas por mujeres) comparadas con los logros masculinos y estos hechos requieren una igualdad respecto a los sueldos de las deportistas ya que con este ejemplo podemos observar que las mujeres son capaces de conseguir hasta más medallas que los hombres y así tirar por tierra el mito de que son los hombres los que consiguen más logros y por lo tanto deben cobrar más.

Al hablar de la diferencia salarial entre hombres y mujeres surge el tema de la diferencia biológica entre el hombre y la mujer. El simple hecho de que los hombres normalmente rindan más que las mujeres por sus cualidades físicas no significa que por ello las mujeres deban cobrar menos. Es decir, aunque los dos sexos no partan desde las mismas cualidades físicas, la competitividad en las ligas y torneos tanto masculinos como femeninos es siempre máxima. Y es ahí cuando debemos comprender que no es lo mismo el trabajo igualitario y el trabajo de valor igualitario. Por lo tanto, no debemos clasificar el deporte por ese hecho, ya que a pesar de las cualidades de cada uno, un partido femenino puede ser tan interesante o incluso más interesante que uno masculino.

En conclusión, exigimos un trabajo valorado igualmente tanto en el campo mediático como en el campo administrativo de las instituciones deportivas y también pedimos que haya medidas que regulen las ayudas económicas entre ambas contrapartes con el fin de conseguir una igualdad propia en una sociedad moderna como la del siglo XXI.

Nagore Izal y Oihane Alfaro