Todo un clásico de la literatura infantil.
Se trata de un niño muy pequeño que quiere ayudar en casa y es comido por un buey. Mediante el lenguaje oral es capaz de evitar que le pisen por la calle y de que sus padres lo encuentren. Además, contiene rimas para estimular el lenguaje de los y las bebés.
Tres hermanos cerditos deben construirse una casa para vivir en ella. Pero uno es más perezoso que otro y dos de las tres casas no son de calidad y por lo tanto no pueden vivir dentro a salvo del lobo.
En la edición que se presenta es muy interesante ser contada por un adulto ya que es un mini pop-up.