Los acantilados litorales de este OPAP se destacan por la abundancia y calidad de conservación de sus fósiles y registro arqueológico. Entrado el siglo XX, llamaron la atención de numerosos investigadores, entre ellos Florentino Ameghino, que realizaron desde entonces las colecciones más completas de América del Sur, hoy conservadas en numerosos museos locales y nacionales.
Este patrimonio es continuamente impactado por la erosión costera y por las acciones antrópicas sobre los perfiles. Hacia el extremo norte del OPAP se destaca el yacimiento conocido como Paleopantano o Paleolaguna, con un desarrollo longitudinal de aproximadamente 300 metros: se trata de una laguna de agua dulce que conserva importantes restos de vegetales e insectos fósiles. En este OPAP se han realizado múltiples actividades con referentes de museos locales, como el registro de colecciones, charlas de difusión, talleres dirigidos a la comunidad educativa y tres Jornadas del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico.