San Telmo

La zona de “San Telmo” es la más antigua del complejo y ocupa, con una superficie de 5.000 m2, la parte occidental del mismo. Su construcción data de finales de los años 50 y cuenta con tres piscinas y un jacuzzi.


Observando fotos antiguas, como las que los miembros de Los Beatles se tomaron durante sus vacaciones en 1963 en lo que por aquel entonces se conocía como “Lido de San Telmo”, podrá ver que el paisaje dista bastante de lo que encontramos actualmente, destacando las piscinas, que originalmente contaban con un corte poligonal.


Esto se debe a que la construcción original no fue concebida por César Manrique, sino que pertenecía a otro proyecto anterior al que el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz había otorgado una concesión privada.


En el año 1975 terminó esa concesión, pasando a manos públicas, y el Ayuntamiento de la ciudad encargó al equipo de Manrique que anexionara la zona al resto del complejo. Para aquel entonces la construcción de “Los Alisios” ya había terminado, por lo que se trató de darle a la nueva zona de “San Telmo” una línea estética similar.


Se toma como ejemplo la cercana “Ermita de San Telmo”, heredando sus muros blancos, su empalizada de madera, las garitas y el pavimento de callados. Se añade además la señalética de vivo color rojo con influencias del arte pop, los toldos a rayas azules y blancas, las pérgolas de madera y otros objetos elaborados de manera artesanal como bases de sombrillas, papeleras y ceniceros.


No fue sin embargo hasta ya entrado el S. XXI, durante las reformas realizadas por el Cabildo de Tenerife, que se modificó la forma de las piscinas, dándoles bordes más suaves y redondeados. Uno de los pocos elementos originales que se conservan es la pequeña plataforma con forma de la isla de Tenerife que se encuentra en la isla central. Fue además en este último proyecto de reformas donde se añadió el jacuzzi.


Hoy en día la ausencia de monumentos destacables en el área es quizás el mayor indicador de que en la obra, inicialmente proyectada por un equipo técnico distinto al de César Manrique, no se contemplaba una concepción artística, sino meramente funcional y estética.