La Jibia

Si nos dirigimos hacia el fondo de la zona de “Los Alisios” nos encontraremos con un ser de atenta mirada y ojos saltones. La naturaleza, siempre presente en la obra de César Manrique, da lugar a la creación de “La Jibia”, un molusco marino que bien nos podría recordar a un pulpo o calamar.


La escultura, realizada en hormigón enfoscado y pintada de rojo y blanco, posee ojos de un singular verde brillante cuando recibe la luz del sol. Manrique, que habitualmente reciclaba en su obra materiales encontrados en playas, utilizó en este caso el fondo de dos botellas para dar forma a los ojos de “La Jibia”, que parece como si observasen con curiosidad a todo aquel que pasa por su lado.


En el pasado su color fue de un rojo aún más intenso, característico del arte pop que tanto había influenciado a Manrique durante sus años en Nueva York, y que vemos aún presente hoy día en algunas señales del complejo.


Repleta de huecos y escondites donde jugar, “La Jibia” es uno de los monumentos favoritos no sólo de los más pequeños, sino de aquellos que recuerdan al mirarla grandes momentos de su infancia, ante sus más de 50 años de historia.