Fundamentos para una alimentación consciente
Fundamentos para una alimentación consciente
Cultura alimentaria
Estilos de vida saludable
Preparación inocua de alimentos saludables
Etiquetas nutricionales
La cultura alimentaria es el conjunto de tradiciones, costumbres, usos y elaboraciones simbólicas de los alimentos que caracterizan a una sociedad. También se refiere a la forma en que se consumen los alimentos y el tipo de alimentos que se acostumbran a comer.
El conocimiento de la cultura alimentaria de una región puede ser elemento clave en la planificación y efectividad de los programas sociales diseñados para mejorar la nutrición de la población objetivo, pues, a través del conocimiento de esta, se pueden prevenir errores de ejecución durante la aplicación del programa y aumentar su efectividad.
La gastronomía tradicional de México comprende alimentos básicos funcionales como el maíz, fríjol y chile. Asimismo, en la preparación de dichos elementos, se añaden ingredientes como tomate, calabaza, aguacate, cacao y vainilla.
En las últimas décadas, ha surgido una de las modificaciones más preocupantes de la dieta nacional debido al incremento de alimentos económicos y de fácil acceso, como las bebidas azucaradas, productos cárnicos y alimentos industrializados ricos en jarabe de maíz, azucares y calorías (Delgado, 2019).
La Organización Mundial de la Salud define los estilos de vida saludables como una "Forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales".
Algunos tips para poder crear e incorporar nuevos hábitos saludables en tu vida son:
Identificar el hábito saludable a seguir. Por ejemplo, optar por consumir más frutas y verduras frescas, reducir el consumo de alimentos ultraprocesados o aprender a leer las etiquetas nutrimentales.
Establecer metas alcanzables. Fijarse un tiempo estimado para lograrlas (a corto o mediano plazo), y que este sea realista.
Tener un plan B en caso de no lograrlo. Contar con alternativas cuando sientas que no estás teniendo constancia suficiente, como por ejemplo modificar la meta o en su defecto, el hábito.
Usa alarmas o notas. Mantén cerca esos recordatorios que te motiven a lograr cumplir con tu nuevo hábito.
Monitorea el logro. Marca en una agenda o calendario los días que llevas cumpliendo tu hábito, esto te ayudará a sentirte más motivado
La inocuidad es cuando no existe un peligro de intoxicación a la hora de consumir alimentos dentro de un parámetro seguro y aceptable. Bacterias, virus, hongos o residuos de pesticidas son ejemplos de estos peligros que pueden ser transmitidos mediante lo que comemos.
Está íntimamente ligada a la seguridad alimentaria y está inmersa en cada proceso de la cadena alimentaria, desde la producción, cosecha, procesamiento, almacenamiento, distribución, hasta la preparación y el consumo.
Para contribuir con nuestras actividades diarias desde los hogares, la OMS ofrece cinco claves para librarse de los microorganismos patógenos en el hogar:
1. Mantener la limpieza en el hogar.
Lavarse las manos antes de preparar la comida y a menudo durante la preparación
Lavarse las manos después de ir al baño
Lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados en su preparación
Proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y otros animales
2. Separar los alimentos crudos de los cocinados para que no se contaminen entre sí.
Conservarlos en recipientes separados
Usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos o tablas de cortar para manipular carne, pollo y pescado crudos
3. Cocinar completamente.
Especialmente carne, pollo, huevos y pescado
Hervir especialmente carnes rojas y pollos para asegurarse que alcanzaron 70°C para que los jugos sean claros y no rosados. Se recomienda el uso de termómetro
Recalentar completamente la comida cocinada
4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras a calor o frío para que las bacterias no proliferen.
No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente más de 2 horas
Refrigerarlos lo más pronto posible, bajo los 5°C, de preferencia, y no los descongele a temperatura ambiente
No guardar comida mucho tiempo. Los alimentos infantiles listos para comer no deben ser guardados
Usar agua y materias primas seguras.
5. Usar agua tratada para que sea segura
Seleccionar alimentos sanos y frescos
Para su inocuidad, elegir alimentos ya procesados tales como leche pasteurizada
Lavar las frutas y las hortalizas, especialmente si se comen crudas
No utilizar alimentos después de la fecha de vencimiento
Secretaría de Salud de Medellín. (2014). Buenas prácticas de manipulación de alimentos. YouTube. https://youtu.be/5-S-qh3Hphs?si=AwQdGjhL0odvoOh-
Las etiquetas de los alimentos contienen información sobre la cantidad de calorías, porciones y datos nutricionales de los alimentos. Leerlas le ayudará a hacer elecciones saludables al hacer las compras y planificar las comidas.
2. La información calórica indica el número de calorías de una porción. El número de porciones que se consume determina el número de calorías que realmente se ingiere. Ingerir demasiadas calorías al día está relacionado con el sobrepeso y la obesidad.
3. Porcentaje de valor diario: es el porcentaje del valor diario de cada nutriente en una porción del alimento. Los valores diarios son cantidades de referencia de nutrientes que se deben consumir o no exceder a lo largo del día. Pueden estar expresadas en gramos, miligramos o microgramos.
Revisa los macronutrientes: observa la cantidad total y tipos de grasas, las proteínas que contiene y la cantidad de azúcares totales y fibra.
Considera los micronutrientes: busca vitaminas y minerales clave como el calcio, el hierro, y las vitaminas A y C. Elige alimentos que te ayuden a alcanzar los valores diarios recomendados.
¿Cuál es la diferencia entre azucares totales y azucares añadidos?
Los azúcares totales que se indican en la etiqueta de información nutricional incluyen tanto los azúcares presentes de forma natural en alimentos y bebidas nutritivas, como la leche y la fruta, como los azúcares añadidos que pueda contener el producto.
Los azúcares añadidos que aparecen en la etiqueta de información nutricional incluyen aquellos que se incorporan durante el procesamiento de los alimentos, como la sacarosa o la dextrosa, los edulcorantes en productos envasados, así como los azúcares provenientes de siropes, miel y zumos concentrados de frutas o verduras.