Propiedades de los alimentos
Propiedades de los alimentos
Plato del bien comer
Jarra del buen beber
El Plato del Bien Comer es una herramienta creada por la Secretaría de Salud del gobierno de México para promover, educar y fomentar temas relacionados con la salud alimentaria. En este se representa los diferentes grupos de alimentos con la finalidad de destacar la diversidad dentro de cada uno, enfatizar la importancia de consumir todo tipo de alimentos y enseñar a combinarlos de manera equilibrada para lograr una dieta diaria correcta y saludable.
Divide los alimentos en 3 grandes grupos
Para seguir correctamente el plato del bien comer, se recomienda: priorizar el consumo de frutas y verduras; incorporar cereales integrales en cada comida; consumir alimentos de origen animal de manera moderada; minimizar el uso de azúcares, grasas, aceites, edulcorantes y sal; realizar tres comidas principales y dos colaciones al día; y dedicar al menos 30 minutos diarios a la actividad física.
Son principales fuentes de vitaminas, minerales y fibra que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo humano, permitiendo un adecuado crecimiento, desarrollo y estado de salud.
Desde el punto de vista químico, las frutas y verduras son productos ricos en agua, pero pobres en proteínas y lípidos.
Su contenido de azúcares es superior al de las verduras, y aumenta con la maduración. Los azúcares más frecuentes en estos alimentos son la glucosa, fructosa y sacarosa.
Las hortalizas contienen especialmente fibra, carotenoides, diversas vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico y algunas provitaminas.
La cocción de las hortalizas y las frutas dará lugar a cambios de consistencia, sabor y olor, color y modificaciones en el contenido nutritivo.
Las frutas y las verduras tienen diferente formas, texturas, olores, sabores y colores. ¿Alguna vez te has preguntado si el color de éstas importa?
El secreto está en la piel o cáscara de estas, ya que su color suele estar vinculado a los nutrientes y fitoquímicos que contienen. Por eso es importante incluir frutas y verduras de diferentes colores en la dieta diaria.
Aportan fitoquímicos con propiedades antivirales y antibacterianas.
Sus propiedades antioxidantes pueden reducir los riesgos de cáncer y enfermedades cardíacas.
Contienen fitoquímicos con propiedades anticancerígenas. Refuerzan la visión y mejoran las arterias.
Son ricas en potasio.
Los alimentos de origen animal son aquellos que provienen de los animales y son consumidos por los seres humanos. Estos alimentos incluyen:
Carnes: Como la carne de res, cerdo, pollo, cordero, entre otras.
Pescados y mariscos: Incluyen el pescado, camarones, mejillones, almejas, etc.
Huevos: De diversas aves, como gallinas, patos y codornices.
Lácteos: Productos derivados de la leche, como la leche, queso, yogur, mantequilla y crema.
Miel: Producida por las abejas.
Proteínas de alta calidad: Los alimentos de origen animal son ricos en proteínas completas, que contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para crecer, reparar tejidos y mantener funciones vitales.
Vitaminas y minerales esenciales: Son una excelente fuente de vitaminas como la B12, que solo se encuentra en alimentos de origen animal, y minerales como el hierro (en su forma más biodisponible), zinc y calcio. Estos nutrientes son importantes para la función del sistema nervioso, la producción de glóbulos rojos, la salud ósea y el sistema inmunológico.
Ácidos grasos esenciales: Los alimentos como el pescado, especialmente los grasos como el salmón, proporcionan ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral.
Energía y crecimiento: Los alimentos de origen animal contribuyen al desarrollo y mantenimiento de los músculos, tejidos y órganos, siendo especialmente importantes para los niños, adolescentes, embarazadas y personas mayores.
Los cereales son alimentos de origen vegetal que provienen de plantas de la familia de las gramíneas. Son una fuente importante de carbohidratos y se consideran un alimento básico en muchas culturas debido a su capacidad para proporcionar energía.
Incluye maíz, trigo, arroz, avena, cebada y centeno; y se consumen en diversas formas, como granos enteros, harinas, panes, cereales de desayuno y otros productos procesados.
Aportan:
Carbohidratos: Los cereales son una excelente fuente de carbohidratos complejos, que son la principal fuente de energía del cuerpo. Estos carbohidratos se descomponen lentamente, proporcionando energía constante a lo largo del día.
Fibra: Los cereales integrales son ricos en fibra dietética, que ayuda a mantener una digestión saludable, previene el estreñimiento y contribuye a la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el peso.
Vitaminas del complejo B: Los cereales, especialmente los integrales, son una buena fuente de vitaminas B como la tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina (B3), ácido fólico (B9) y vitamina B6, que son esenciales para el metabolismo energético, la función cerebral y el sistema nervioso.
Minerales: Los cereales son ricos en minerales como hierro, que es fundamental para la formación de glóbulos rojos y la oxigenación de los tejidos, magnesio, que es importante para la función muscular y nerviosa, y selenio, que actúa como antioxidante.
Proteínas: Aunque no son tan ricos en proteínas como otros alimentos, los cereales proporcionan una cantidad significativa de proteínas vegetales, especialmente cuando se combinan con otros alimentos como legumbres.
Son tallos gruesos que utilizan las plantas para almacenar energía, nutrientes y agua, para sobrevivir en periodos de sequía o de temperaturas muy bajas. Una de sus características más llamativas es que crecen bajo tierra, como un mecanismo de defensa contra las inclemencias del clima externo.
Son ricos en carbohidratos: los tubérculos son una excelente fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan energía sostenida a lo largo del día.
Tienen un alto contenido de fibra: la fibra presente en los tubérculos promueve una digestión saludable y ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Contienen nutrientes esenciales: son ricos en una variedad de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina C, potasio y vitamina B6, que son fundamentales para el funcionamiento adecuado del cuerpo.
Son bajos en grasa: los convierte en una opción saludable para aquellos que buscan mantener un peso saludable.
La hidratación adecuada es clave para mantener una buena salud. Sin embargo, aunque parezca simple, no todas las bebidas contribuyen de manera positiva a nuestro bienestar.
La "Jarra del Buen Beber" es una herramienta educativa desarrollada por la Secretaría de Salud para ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre las bebidas que consumen diariamente.
Esta guía está organizada en seis niveles, que clasifican las bebidas según su aporte nutricional y su impacto en la salud. Su principal objetivo es promover el consumo de agua natural como la fuente de hidratación ideal, mientras desalienta el consumo excesivo de bebidas azucaradas, las cuales están asociadas con el sobrepeso, la obesidad y diversas enfermedades crónicas.
Mejorar tu bienestar integral. Mantener una hidratación adecuada con agua de calidad optimiza el funcionamiento del cuerpo, beneficiando sistemas clave como el cardiovascular, el renal y el digestivo.
Controlar tu peso. Sustituir refrescos o jugos azucarados por agua contribuye a reducir la ingesta de calorías vacías, facilitando el mantenimiento de un peso saludable.
Prevenir enfermedades crónicas. Limitar el consumo de bebidas con alto contenido de azúcar disminuye significativamente el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares y otros problemas asociados con el sobrepeso y la obesidad.
Incrementar tu energía. La deshidratación puede causar cansancio y dificultar la concentración. Consumir suficiente agua durante el día favorece tanto tus niveles de energía como tu rendimiento cognitivo.
La jarra se compone de seis niveles que clasifican las bebidas según su valor nutricional y el impacto que pueden tener en la salud.
La cantidad recomendada es de 6 a 8 vasos cada día o de 1.5 a 2 litros de agua.
El nivel uno corresponde al agua potable natural, cuyo consumo asegura una hidratación óptima.
El agua natural, sin azúcar ni sabores añadidos, debe ser siempre nuestra primera opción sobre cualquier otra bebida. Consumirla en cantidad suficiente es esencial para asegurar el funcionamiento óptimo de nuestro organismo, ya que es la bebida más importante para nuestra salud.
¿Por qué es importante el consumo de agua?
Nuestro cuerpo no podría funcionar sin ella.
Eliminamos sustancias que no necesitamos.
Se recupera el litro o 2 litros que perdemos diariamente.
No contiene grasas, ni azúcares, por lo que no es perjudicial a la salud.
Es la única bebida capaz de saciar la sed de manera inmediata.
Se deben consumir máximo 2 vasos al día.
La leche es una fuente clave de calcio y vitamina D, además de proporcionar proteínas de alta calidad. Se recomienda optar por leche descremada debido a su bajo contenido de grasa.
Como alternativa, la leche de soya es una excelente opción para quienes son intolerantes a la lactosa, ofreciendo beneficios nutricionales similares.
Están representados por un máximo de 4 vasos.
Además de los antioxidantes, se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y es utilizado como ayuda ergogénica por deportistas.
El té es rico en antioxidantes y micronutrientes como el fluoruro. Además, ciertos tipos de té se asocian con efectos calmantes.
No se debe exceder de 2 vasos.
Estas se refieren a las bebidas endulzadas, ricas en saborizantes y colorantes artificiales, que no aportan calorías ni nutrientes. Sin embargo, su sabor dulce fomenta el consumo habitual.
Se recomienda beber máximo medio vaso
El jugo 100% de frutas proveen la mayor parte de los nutrientes de su fuente natural pero tienen un alto contenido energético y generalmente tienen menos fibra, vitaminas y otros beneficios no-nutritivos presentes en la fruta entera.
Se encuentra en este nivel debido a los efectos adversos de la grasa saturada que contiene, ya que está relacionada con un mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares.
Aportan calorías vacías y no nutrientes esenciales. Su consumo excesivo está asociado con graves riesgos para la salud. Se recomienda un consumo moderado y ocasional, o evitarlas por completo.
Contienen azúcares y electrolitos, recomendadas únicamente para quienes realizan ejercicio intenso y prolongado. Pueden contribuir al aumento de peso y problemas de salud si se ingieren en exceso.
Son bebidas con alto valor calórico y beneficios a la salud limitados.
Se indica la cantidad de 0 vasos. No se recomienda beberlas.
Además de no aportar nutrientes, estas bebidas son perjudiciales para el organismo, lo que las hace cero saludables. Se recomienda evitarlas en la medida de lo posible o consumirlas de forma esporádica y en porciones pequeñas.