El calentamiento global en España

España sería uno de los países más vulnerables al cambio climático, y, en el último tercio del siglo, la temperatura media podría subir hasta siete grados en verano y el nivel del mar un metro, lo que haría desaparecer playas del Cantábrico, el delta del Ebro, Llobregat, la Manga del Mar Menor e inundar zonas construidas, perjudicaría seriamente el turismo en la Península.

Además del aumento de las temperaturas, el cambio climático provocaría una disminución de las precipitaciones y de la disponibilidad de agua, la reducción de la productividad de las aguas pesqueras, desajustes entre animales predadores y sus presas, pérdida de biodiversidad, aumento de catástrofes naturales e importantes afecciones sobre la salud humana.

Según los datos calculados por el Ministerio de Medio Ambiente, en el interior peninsular las temperaturas aumentarían entre cinco y siete grados en verano y entre tres y cuatro en invierno