Perera-Rios JH1, Ruiz-Suarez LE1, Bastidas-Bastidas PJ2, May-Euán JF3, Uicab-Pool GA3, Leyva-Morales JB4,5, Reyes-Novelo EA6, Pérez-Herrera NE1*.
1Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México; 2Laboratorio Nacional para la investigación en Inocuidad Alimentaria (Residuos de Plaguicidas), CIAD, A.C. Unidad Culiacán, Culiacán, Sinaloa, México; 3Facultad de Enfermería, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México; 4Departamento de Salud-Licenciatura en Ciencias Biomédicas, Universidad Autónoma de Occidente (Unidad Guasave, Sinaloa), Guasave, Sinaloa, México; 5Doctorado en Sustentabilidad, Universidad Autónoma de Occidente (Unidad Guasave, Sinaloa), Guasave, Sinaloa, México; 6Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, Unidad Biomédica, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, México. *norma.perez@correo.uady.mx, director del trabajo.