Su infancia y juventud
Con diez años, y tras la muerte de su padre, Clara Campoamor dejó sus estudios par así poder ocuparse de la economía de su familia. Tiempo después, empezó a trabajar de modista, telefonista y dependienta.
En 1909 se presentó a las oposiciones de auxiliar femenina de segunda clase del cuerpo auxiliar de Telégrafos, las cuales consiguió, y trabajó en Zaragoza y en San Sebastián. Años más tarde, se licenció en la Facultad de Derecho, y se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época.