Los grupos interactivos son la forma de organización del aula que da los mejores resultados en la actualidad en cuanto a la mejora del aprendizaje y la convivencia.
A través de los grupos interactivos, se multiplican y diversifican las interacciones, a la vez que aumenta el tiempo de trabajo efectivo. Se caracterizan por ser una organización que incluye al alumnado y en la que se cuenta con la ayuda de más personas adultas además del profesor o profesora responsable del aula.
Trabajar en Grupos Interactivos en cualquier nivel está avalado por los buenos resultados que se obtienen, tanto a nivel académico, como de mejora de la convivencia y entusiasmo por el aprendizaje.
En el aula se realizan agrupaciones heterogéneas en cuanto a nivel de aprendizaje, género, cultura, etc. de alumnos y alumnas. En cada grupo se realiza una actividad concreta corta de tiempo mientras una persona adulta (voluntariado) tutoriza el grupo asegurando que trabajen la actividad y que se desarrolle aprendizaje entre iguales.
Se trata de generar un diálogo y unas interacciones que aceleran el aprendizaje de todo el alumnado. Habitualmente (no es imprescindible), cuando pasa un tiempo previamente determinado por el profesor o la profesora (15 o 20 minutos dependiendo del tiempo previsto para cada actividad) cada grupo se levanta de la mesa y se sienta en otra, cambiando de actividad y de persona tutora con lo que, al final de la sesión, han podido realizar 4 o 5 actividades distintas sobre un tema en concreto que se esté trabajando.
Las actividades son muy variadas y responden a distintas necesidades educativas: contenidos y áreas curriculares, actividades interdisciplinares, resolución de tareas integradas o micro tareas relacionadas con días especiales, pudiéndose utilizar todos los recursos disponibles: libro de texto, fichas, libros de lectura, material manipulativo, juegos, ordenadores…
Con respecto a la evaluación, el voluntariado cuenta con un documento de evaluación individual que le entregará el tutor/a de cada aula.