Inkoralis

La isla de la inmersión musical y su expresión en el habitar armónico con la naturaleza.

Entre la línea del Ecuador y el Trópico de Capricornio, bajo la Corriente Ecuatorial del Sur, fue aproximadamente en 1426 a.C cuando un meteorito aterrizó brutalmente en el océano Índico provocando expulsión de magma, tras varias décadas la actividad de este cuello volcánico no cedió, formando una isla en la superficie de este gran océano. Décadas más tarde gracias a la migración de aves y la aparición de los atolones alrededor de esta nueva isla empezó a crecer la biodiversidad en ella.


Fue en 1497 d.C cuando junto al navegante portugués Vasco da Gama, una pequeña embarcación de científicos que lo acompañaban tomaron otro rumbo, encallando en los atolones de esta isla, posteriormente nombrada Inkoralis. Un año más tarde una nueva embarcación proveniente de la India encalló.


Cuenta la leyenda que la gran afición por la música se debe a que cuando la isla fue descubierta era habitada por grandes Vauvális, los cuales eran muy agresivos y sólo se calmaban al escuchar el trino de un ave llamada Sotíra. Meses más tarde lograron crear una flauta de bambú que replicaba el trino de esta ave, con esto pudieron manejar a los grandes Vauvális. Incursionando en prácticas ganaderas y creando una nueva ciencia y filosofía musical.


Así cada oficio implementado en la isla es interpretado y cuidadosamente estudiado siguiendo esta línea científica. Los Inkoralinos crearon una arquitectura orgánica altamente acústica, con la cual consiguen envolverse en el sonido que entra desde la naturaleza a sus hábitos. Así mismo se adentraron en las terapias musicales. Gracias a todos estos inventos Inkoralis se posicionó frente al mundo como una ciencia y filosofía de vida moderna que posee una directa relación con lo ancestral, llevando estos conocimientos a estudios académicos, e impartiendo pasantías en la isla.


Gracias a las diversas características geográficas de Inkoralis esta logra ser autosuficiente en cuanto a materias primas y energías, se sustenta alimentariamente gracias a pequeñas actividades pesqueras, de caza, cultivo y ganadería, aprovechando al máximo los recursos de la isla y sus herramientas musicales tan comunicativas con la naturaleza autóctona.


Posee una cultura muy científica debido a su ascendencia francesa, portuguesa y griega, y en cuanto a su música instrumental, vocalizaciones, y su expresión textil es muy arraigada a sus raíces malayas, africanas e indias.



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