Los suelos hidráulicos antiguos y contemporáneos se entremezclan. Las carpinterías y las vigas de madera, en verde, recogen la influencia de la época. Muchos de los muebles, restaurados, son los originales de la vivienda que se combinan con otros más contemporáneos.

Los espacios están repartidos en dos alturas unidos por una escalera de piedra, con su barandilla original de madera, que ordena todo el espacio. Está distribuida, en la primera planta, en un amplio salón, un comedor con chimenea, un aseo de cortesía y una cocina desde la que se accede a una pequeña terraza con lavadero. En esta planta se encuentran dos dormitorios en suite, cada uno con su baño. 

En la segunda planta, de techos abuhardillados, un distribuidor da acceso a otros dos dormitorios y un baño común: el primer dormitorio con cama doble y una salita con una segunda cama individual; y el segundo con dos camas. Desde esta planta se accede a una amplia terraza desde donde se puede divisar el mar mediterráneo por el sureste y las montañas y pinada de Aigües al noreste.

Hay un dicho popular que resume esta estancia:

«Aigües sin médico cura,

aquí botica ni se nombra,

bastan sus aires,

sus aguas y de sus pinos su sombra.»