Imagen creada con Copilot.
Con esta frase de Rey Skywalker, comienza este viaje cibernético en los confines de internet, en esta expidición de aproximar la tecnología a la realidad educativa, en el ámbito de la formación profesional.
El Real Decreto 1147/2011, de 29 de julio, por el que se establece la ordenación general de la formación profesional del sistema educativo; define la formación profesional como el conjunto de acciones formativas; que tienen por objeto la cualificación de las personas para el desempeño de las diversas profesiones, para su empleabilidad y para la participación en la vida social, cultural y económica.
En base a lo expuesto anteriormente, se puede deducir que los estudiantes de formación profesional deben ser formados para satisfacer las necesidades del mercado laboral. Es inevitable plantearse la necesidad dada por la sociedad tan digitalizada en la que vivimos; que el alumnado adquiera unas buenas competencias digitales; en el marco de una formación polivalente.
La adquisición de estas competencias digitales, a juicio de la presente autora, dado al nivel educativo en el que nos encontramos solo es posible aproximando al grupo de estudiantes; a su futura praxis laboral en la integración con las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Pero… ¿la integración de la tecnología educativa en el aula implica descartar metodologías y técnicas didácticas tradicionales?
Dependerá de varios factores: El grupo de estudiantes, la competencia digital de los mismos, la competencia digital docente, la experiencia laboral del profesorado y la motivación de ambos.
De nada sirve plantear metodologías y didácticas innovadoras si el alumnado no posee los conocimientos previos de base, que le permita alcanzar un aprendizaje significativo. Entonces… ¿qué quieres decir enferlorian?
Es simple, se debe incluir la tecnología educativa en el aula siempre que el alumnado esté preparado y el docente posea las destrezas, capacidades y habilidades necesarias para aplicar la tecnología educativa no como un accesorio (ejemplo, utilizar un proyector); sino como un paso más allá. Es decir, ir dejando a un lado la TIC y alcanzar la TAC. Las Tecnologías de Aprendizaje y Conocimiento, que pretenden alcanzar un uso más formativo de la tecnología que informativo; integrarlo como un todo y no como un accesorio.
En esencia, educar es alcanzar el equilibrio. La tecnología en el aula no es todo luz, ni sombra. Debe ser equilibrio y la docente es quien debe de crear ese equilibro cual maestro jedi; para conseguir formar de manera adecuada a los futuros profesionales del mañana.