Novela que juega con la lógica. Alicia cae por un agujero, encontrándose un mundo peculiar. Alicia es una niña a la que no le gusta leer libros sin dibujos. Un día se encuentra con su hermana a la orilla de un río, aburrida y de repente ve cómo un conejo blanco revisa su reloj y exclama que llega tarde. ¿De dónde viene el conejo y por qué llega tarde? Movida por la curiosidad Alicia lo sigue y llega a un mundo subterráneo lleno de maravillas, donde vive miles de aventuras que rozan lo irracional, donde las situaciones son como en los sueños y los animales hablan.
Historia de una pasión representativa que refleja toda la problemática de la vieja Rusia. La protagonista, que da nombre a la obra, es un personaje inquietante y fascinador por la intensidad de su vida. Tolstoi, buen psicólogo y conocedor del mundo que le rodea, abre la intimidad de Ana y traza con pulso firme la trama de esta novela, una obra imperecedera por su hondura, su fuerza y su veracidad.
Basada en el mito de la mujer que se atrevió a enfrentarse a los hombres para lograr sus propósitos, la trama reflexiona sobre la tiranía, las razones del estado y los dilemas de conciencia. Antígona, hija del rey Edipo, se debate entre ceñirse a la ley impuesta o infringirla para honrar a su difunto hermano. Representada por primera vez en el año 442 a.C., Sófocles utilizó personajes arquetípicos para contraponer dos nociones opuestas del deber: el respeto a las normas religiosas frente a las civiles, caracterizadas unas por Antígona y las otras por C reonte.Esta edición cuenta con la traducción y el prólogo Luis Gil, profesor emérito en la Universidad Complutense de Madrid. Incluye, además, el estudio en forma de epílogo realizado por los profesores de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra Jordi Balló y Xavier Pérez. «Y ¿qué derecho divino he transgredido? Mas ¿por qué he de poner, desdichada de mí, mi vista aún en los dioses? ¿A qué aliado puedo invocar?»
Segunda parte de Alicia en el pais de las maravillas. En esta ocasión Alicia participa en una loca partida de ajedrez en la que intentará pasar de peón a reina. Algunos de los personajes nos recordarán a el Sombrerero Loco, La liebre de marzo..., pero esta es otra historia donde el espejo actua como un personaje más reflejando en él las cosas que van ocurriendo en el libro.