El diván de Freud

El diván de Freud, un objeto icónico en la historia del psicoanálisis, representa el espacio de encuentro entre el paciente y el terapeuta. Con su diseño característico, con almohadones y tapizado, el diván se convierte en un lugar de confidencia y exploración de los pensamientos más profundos y los sueños del paciente. En esta posición reclinada, el paciente se sumerge en su mundo interior, mientras el terapeuta escucha atentamente y analiza las palabras y los silencios en busca de pistas sobre los conflictos y los deseos ocultos.