Marte, Curiosity

y la materia orgánica

Patricia Hernández Reséndiz.Publicado originalmente en el canal Cienciorama de la Universidad Nacional Autónoma de México, junio 2018

Marte

Las investigaciones acerca de la existencia de vida fuera de la Tierra surgen de la idea de que la vida debe estar regida por redes universales, y que es un fenómeno que no sólo se podría dar en la Tierra, sino en cualquier lugar que cumpla con ciertas características. En la búsqueda de vida extraterrestre Marte ha sido el objetivo principal en las últimas décadas, pues se sabe que nuestro vecino tuvo en el pasado remoto muchas de las características que probablemente dieron lugar al origen de la vida en la Tierra.

curiosity

A Marte han llegado muchas misiones espaciales y lo han estudiado de diversas formas, pero sin duda una de las más famosas y actualmente en operación es la misión Curiosity, en la cual participa el Dr. Rafael Navarro del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. Esta misión tiene un robot en forma de vehículo explorador (rover), con una decena de instrumentos a bordo, que viaja por la superficie marciana desde su amartizaje el 5 de agosto de 2012. El rover pesa casi una tonelada y ha recorrido 19 km en casi seis años con dirección a la parte alta de la montaña Sharp. Esta montaña, también llamada Monte Aeolis, se ubica en el centro del cráter Gale, tiene una altura similar a la del Pico de Orizaba, 5.5 km, aunque es una montaña pequeña para las escalas marcianas. Está constituida de capas de roca sedimentaria formadas en un ambiente lacustre, ya que hace 3,000 millones de años hubo un lago en el cráter y por sus características se están buscando rastros de actividad biológica en ese lugar. El cráter Gale se ubica un poquito abajo del ecuador marciano, tiene 150 km de diámetro y se formó hace aproximadamente 3,600 millones de años por el impacto de un asteroide.

sus instrumentos

Uno de los instrumentos que posee Curiosity es el llamado Sample Analysis at Mars, mejor conocido como SAM, el cual es un equipo acoplado de cromatografía de gases y espectrometría de masas del tamaño de un horno de microondas, se diseñó para investigar la composición química e isotópica de la atmósfera y el polvo superficial de Marte y lo hace calentando el material recolectado hasta 1,000 ºC.

Los resultados de SAM

Los resultados más recientes obtenidos con SAM muestran la detección de más compuestos orgánicos en la atmósfera y en la superficie de Marte, es decir que se amplía el inventario de este tipo de compuestos en ese planeta (ver en Cienciorama “Otro mundo es posible”). El 7 de junio estos resultados se anunciaron en dos conferencias de prensa de la NASA y del Dr. Navarro en la UNAM en simultáneo, y se publicaron en la revista Science en dos artículos, hablemos de cada uno de ellos.

En el primero se detalla que la concentración de metano atmosférico varía estacionalmente, es decir con el cambio de clima (ver en Cienciorama “¿Hay alguien ahí afuera?”). Esta concentración es consistente con las emisiones de metano de la superficie de todo el planeta detectadas anteriormente. Las emisiones de metano de la superficie pueden tener varias fuentes posibles: 1. pueden provenir de material orgánico que viene en el polvo cósmico y es destruido por radiación UV, convirtiéndolo en metano; y/o 2. de fuentes de metano en el subsuelo, ya sean bacterias que transforman dióxido de carbono e hidrógeno en metano, o una fuente abiótica de minerales de olivino interactuando con agua y generando metano en condiciones hidrotermales. El metano producido en el subsuelo es estabilizado por moléculas de agua que al rodearlo forman los llamados clatratos y son emitidos a la atmósfera por procesos aún desconocidos. Las fuentes subterráneas se consideran importantes de estudiar, pues el 99% de metano de la Tierra tiene origen biológico y sólo el 1% es de origen abiótico.

El segundo artículo reporta la detección de materia orgánica refractaria conservada en lutitas, rocas de barro que se forman en el lodo del fondo de un lago. Estas lutitas tienen 3,000 millones de años y provienen del cráter Gale. Es la primera evidencia concreta sobre la preservación de material orgánico antiguo en Marte.

Un poco de química...

El material es refractario porque soporta altas temperaturas, así que SAM lo detectó calentando el polvo en un rango de 500 a 820 ºC. Encontró tiofenos (anillos de 5 átomos: 1 azufre y 4 carbonos) y compuestos orgánicos complejos en estructuras de anillo (aromáticos) y lineales (alifáticos), y aunque algunos ya los había detectado antes, ahora presentaron mayores concentraciones. Los compuestos sedimentados o disueltos en los lodos donde hubo alguna vez un lago en el cráter Gale, lograron preservarse por vulcanización, proceso químico donde el material orgánico reacciona con compuestos con azufre formando enlaces y cadenas orgánicas muy duraderas, pues resisten tiempos geológicos. Este mecanismo de vulcanización es el mismo proceso que se le hace a las llantas de un automóvil para que se hagan más resistentes.

Curiosity y compuestos orgánicos. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center

¿Conclusiones?

Este es un hallazgo de altísima relevancia, pues el lago del cráter Gale fue de agua dulce con un pH casi neutro (igual al del agua que bebemos) y en él estuvieron presentes todos los elementos para que la vida se pudiera generar (ver en Cienciorama “Huellas de agua en Marte”). Los compuestos orgánicos encontrados pudieron ser alimento de estas primeras formas de vida microbiana marciana.

El Dr. Navarro mencionó en la conferencia de prensa que el instrumento SAM ya hizo experimentos que pueden arrojar evidencias sobre procesos biológicos que estuvieran sucediendo en Marte, cuyos resultados aún se están analizando; tendremos que estar al pendiente. Hay que tener claro que en caso de resultar positivas las evidencias, no se podría saber si los procesos vienen de vida antigua o actual, pero próximas misiones podrían explorar esta cuestión. Por último, es importante aclarar que la vida en la Tierra se originó hace aproximadamente 3,700 millones de años y le tomó casi dos mil millones de años pasar de una forma unicelular a otra más compleja y crecer en tamaño. El proceso que ayudó a que creciera fue que los organismos vivos comenzaron a utilizar el oxígeno.

Pero en Marte no hay mucho oxígeno, por lo que se espera que la vida, si la hubo o la hay, sea microscópica.

referencias

Patricia Hernández Reséndiz

Estudiante doctoral del Posgrado en Astrofísica; Instituto de Ciencias Nucleares, UNAM.