Cada vez que subes a un ascensor, das por hecho que funcionará correctamente. Sin embargo, detrás de esa confianza está el cumplimiento de normativas técnicas muy precisas, evaluadas por organismos especializados. Uno de los pilares fundamentales para garantizar la seguridad y el cumplimiento legal en edificios con elevadores es la realización de inspecciones OCA en ascensores.
En este artículo aprenderás todo lo necesario sobre este tipo de inspección técnica reglamentaria: qué es, quién la realiza, cuándo se debe hacer, cuáles son sus implicancias legales y cómo elegir una empresa autorizada. Además, exploraremos sus beneficios en términos de seguridad y mantenimiento, con un enfoque didáctico, profesional y adaptado a las nuevas exigencias de propietarios, comunidades y administraciones.
Una inspección OCA (Organismo de Control Autorizado) en ascensores es una verificación técnica obligatoria que tiene como finalidad garantizar que los elevadores instalados en edificios cumplen con la normativa vigente en materia de seguridad industrial. No se trata de una revisión de rutina: es un control exhaustivo, independiente y con carácter legal.
Según el Real Decreto 88/2013, las inspecciones periódicas deben ser ejecutadas por entidades acreditadas por la administración autonómica correspondiente y no pueden ser realizadas por las empresas mantenedoras del ascensor, evitando así conflictos de interés.
El calendario de revisiones OCA varía según el tipo de inmueble y su uso. A continuación, te mostramos la periodicidad exigida por la normativa:
Cada 2 años en edificios públicos, comerciales o industriales de uso intensivo.
Cada 4 años en edificios residenciales con más de 4 plantas o más de 20 viviendas.
Cada 6 años en edificios residenciales que no superan esas condiciones.
Estas frecuencias están diseñadas para minimizar el riesgo de accidentes y asegurar el correcto funcionamiento de los elevadores a largo plazo.
Durante una inspección OCA de ascensores, los técnicos especializados realizan una revisión integral de componentes críticos. El proceso incluye:
Pruebas de seguridad del freno y sistemas de parada.
Revisión del estado de cables, guías y poleas.
Comprobación de los dispositivos de cierre y apertura de puertas.
Verificación del sistema de emergencia y alarma.
Inspección de sistemas eléctricos y maniobra de cabina.
Evaluación del cuadro de control y maniobras automáticas.
La inspección finaliza con la emisión de un informe técnico que clasifica las deficiencias detectadas (si las hubiera) en tres niveles: leves, graves o muy graves. Las deficiencias graves o muy graves deben ser subsanadas en un plazo definido, y en caso extremo, se puede ordenar la paralización del ascensor.
La falta de cumplimiento puede tener repercusiones significativas:
Multas y sanciones administrativas.
Responsabilidad civil en caso de accidente.
Suspensión del servicio por orden de la autoridad competente.
Pérdida de la cobertura del seguro de la comunidad.
El riesgo no es solo económico, sino sobre todo humano. Según la Federación Española de Asociaciones de Organismos de Control (FEDAOC), más del 20 % de los ascensores inspeccionados presentan algún tipo de deficiencia grave. Esto subraya la importancia crítica de estos controles para prevenir incidentes.
Solo los Organismos de Control Autorizados por las comunidades autónomas están habilitados legalmente para llevar a cabo este tipo de inspecciones. Empresas como SIMECAL, con más de 23 años de experiencia y cobertura nacional, destacan por su compromiso con la seguridad industrial.
Una buena empresa OCA debe ofrecer:
Personal técnico altamente cualificado.
Certificaciones actualizadas y autorización administrativa.
Reportes rápidos, claros y conforme a la normativa.
Capacidad para operar en múltiples provincias o regiones.
Elegir correctamente al proveedor OCA no solo garantiza el cumplimiento legal, sino también eficiencia, ahorro y tranquilidad.
Más allá de la obligatoriedad legal, las inspecciones aportan valor tangible:
Seguridad preventiva: se detectan fallos antes de que ocurran accidentes.
Prolongación de la vida útil del ascensor.
Reducción de costos por fallos inesperados o reclamaciones legales.
Mayor confianza de usuarios y residentes.
Cumplimiento normativo que protege a comunidades y propietarios.
En tiempos donde la seguridad es una prioridad, contar con una instalación verificada es una ventaja competitiva, especialmente en el sector hotelero, corporativo o de alquileres vacacionales.
¿Puede la empresa de mantenimiento hacer la inspección OCA?
No. Por normativa, la empresa encargada del mantenimiento mensual no puede ser la misma que realiza la inspección reglamentaria. Esta debe ser ejecutada por un Organismo de Control Autorizado e independiente.
¿Qué pasa si un ascensor no pasa la inspección?
Se emite un informe con las deficiencias detectadas. Si estas son graves o muy graves, el ascensor puede quedar inoperativo hasta su corrección y una segunda inspección.
¿La inspección OCA cubre también la cabina y la decoración?
No. La inspección se enfoca exclusivamente en los aspectos de seguridad y funcionamiento mecánico y eléctrico del ascensor. La estética o confort no forman parte del alcance técnico.
¿Qué documentación se entrega tras la inspección?
Se entrega un informe técnico firmado, con el resultado de la inspección y las acciones correctivas recomendadas (si las hubiera). Este documento debe conservarse como respaldo ante posibles auditorías o siniestros.
¿Dónde encuentro una empresa OCA acreditada?
Puedes consultar los listados oficiales de organismos acreditados en las páginas web de la Consejería de Industria de tu comunidad autónoma o confiar en firmas de renombre nacional como SIMECAL.
Las inspecciones OCA en ascensores no son una carga administrativa, sino una herramienta esencial para cuidar vidas y garantizar el cumplimiento legal. Un ascensor bien mantenido y debidamente inspeccionado es sinónimo de confianza, prevención y responsabilidad.
No dejes que una omisión comprometa la seguridad de tu edificio o negocio. Si te corresponde realizar la inspección, agenda tu cita con una empresa OCA acreditada y evita sanciones innecesarias. Recuerda: la seguridad no se improvisa, se certifica.