El "realismo" fue una escuela, moda o tendencia artística y estética que nació a mediados del siglo pasado. La mayoría de la gente gozaba de este tipo de pintura aunque no supiera nada de arte, ya que los objetos representados suponían atractivas y fascinantes ilusiones de realidad. Estimulaban el deseo de tocarlas y el artista tenía la oportunidad de demostrar su maestría técnica, el cuidado del detalle y la calidad.
Como obra de imitación, resultaba secundaria a los objetos imitados; y como obra de arte era algo independiente. Pero esta ilusión no era lo único importante. Su composición bella, armoniosa y hasta original, determinaba gran parte de los valores estéticos de la época.
El transcurso del tiempo nos enseña que no sólo las cosas y modas cambian; sino también los hombres y sus criterios. Hoy los artistas ven un mundo diferente. Quizás el moderno "hiperrealismo" sea un resultado evolutivo del "realismo", pero deben apreciarse en forma distinta. El "hiperrealismo" por ejemplo, no imita como lo hace el "realismo"; generalmente fotoproyecta las imágenes obteniendo una ilusión tridimensional casi perfecta.
Sin embargo, una obra de arte no se determina únicamente por su técnica perfeccionista de alta calidad, ni por una ilusión emotiva. Existen valores mayores como la voluntad del pintor para expresarse libremente, proyectando sus valores internos, endogenos, mágicos, que dan vida a la obra, vibrando ante el espectador conocedor de esa "realidad" inexistente.
Del Curso APRECIACION DEL ARTE . Washingon, D.C. USA. 1979
Editados en los siguientes periódicos: Ovaciones, El Universal y EXCELSIOR