De la espiritualidad en los metálicos

Es curioso que después de algún tiempo de haber realizado una serie de collages, me fuese tan difícil aceptarlos. Los cuatro años anteriores los había dedicado al abstraccionismo y ahora doy un giro hacia lo figurativo. Siempre había trabajado la técnica mixta pero poco había introducido la hoja de oro y la de plata. Entre más los veía, menos entendía mi tendencia a utilizar estos colores metálicos; hasta que un día elevé lo físico a la máxima categoría de sustancias-espíritu.

Los "metálicos" son la clave de la semántica de esta obra. Por ellos y a través de ellos he llegado a percibir no sólo el aspecto físico del color, sino también el psicológico y el espiritual. La luz que reflejan, esa especie, que tardo mucho en olvidar cuando aparto mis ojos. Me impresionan porque son extraordinariamente directos y me sugieren el cuerpo sutil que ilumina mis sentidos par ver más que lo aparente. Por ejemplo, en el homenaje a los muros de Bonampak, la riqueza artística-espiritual de la época prehispánica, es transmitida por la luz reflejada por los metálicos. Es como la vida impregnada en los muros semideteriorados, a través del tiempo y del espacio. Estas propiedades dan a los metálicos un valor mayor que el solo hecho de ser color. Y así, por coexistencia y por evidencia racial, llegué a entender y aceptar esta expresión plástica integrada por el curioso elemento metálico.