¿Qué es un artista?

La palabra artista viene del latín "ars", "artis". La primera definición la dio Platón, quien decía que el artista era un hombre de Dios. Luego Schelling y Heidegger aportaron una definición romántica: "El arte consigue romper el silencio del ser y comunicarnos el sentido de nuestra existencia en el mundo ". El canto y la música nacieron antes que las artes plásticas. Al principio tuvieron carácter sacro; era un arte homérico, ya que era loadores de empresas divinas invocaban a los dioses antes de cantar las injusticias, abusos y actos de maldad.

Platón hablaba de una "locura divina". Existían dos tipos de locura: la psicópata y la teópata. La primera se refería simplemente a las enfermedades de los seres humanos. La segunda era la enfermedad de los artistas, de los místicos, los poetas y filósofos, ya que era una alteración del estado normal del hombre causado por la divinidad. Su función debía ser la purificación, liberación de cuerpos y almas. De esta función catártica del arte, surge Aristóteles con ideas neo-platónicas: el arte como revelador del "uno", del Espíritu y del Ser.

Posteriormente aparece la distinción entre poesía y técnica. La poesía como inspiración y la técnica como habilidad. También entre poesía y economía, que sería la utilidad práctica y comercial del arte. Y escribió ".... quien se cree poeta sin la inspiración de las musas y sólo es técnica, creará en la inconsistencia".

El artista bíblico cantaba y bailaba oraciones; era esencialmente hombre de oración. Por ello su concepción de Dios como artista absoluto debía ser imitado: crear de la nada y ordenar, inspirar mentes y ablandar o endurecer corazones y finalmente, imponer leyes, medidas, fórmulas y materiales.

Existían dos tipos de mentalidades: la pagana y la religiosa. A la mentalidad pagana le importaba mucho el triunfo, la fama, la obra de arte monumental. Sin embargo, la mentalidad religiosa se inclinaba a creer que el artista como hombre era más importante que como artista. Por eso el pueblo de Israel repudiaba las representaciones romanas de matanzas bestiales y representaciones obscenas. Fue Tertuliano quien escribió "De Spectaculis", un texto fundamental para la historia del pensamiento estético cristiano. Tertuliano estaba en contra del teatro de la época, ya que "pervertían y afeaban la imagen divina". Creía que los espectáculos tenían su origen en la idolatría; por lo tanto estaban sujetos al diablo. En la época de la inquisición el artista deja a los clérigos las disputas teológicas y adopta el lenguaje vulgar de la gente. Pierde entonces su concepto de "sagrada locura" y comienza a mofarse y a desarrollar la ironía con maquiavélica sonrisa. Y a pesar de su plenitud renacentista, el artista terminó siendo un hombre de oficio. Aún Leonardo Da Vinci tendrá un lenguaje artesanal...

"Ciencia Nueva" de Gianbattsta Vico, propone el primer concepto moderno de la filosofía del arte. El idealismo de Benedetto Croce lo siguiente diciendo: "El espíritu poético es el que ilumina al mundo, pero luego la filosofía, la economía y la ética, son las que desarrollan y continúan la historia". También lo apoya el idealismo estético de Schelling: "El Arte no sólo le permite a la humanidad conocer el sentido originario y la finalidad de la naturaleza; sino incluso, continuar la creación de Dios": Por lo tanto, el artista se vuelve mucho más que "el hombre divino" de Platón. Ahora es el titán que sostiene en sus espaldas la creación; el genio prometéico quien lleva en su propia pasión de fuego al Espíritu Absoluto que gime bajo las cadenas de la naturaleza y la libertad del hombre.

El artista debe asumir su propia responsabilidad y dar cuenta de su acción como cualquier otro hombre. Esta conclusión surgió por el abuso que gozaban los artistas, como si estuviesen más allá del bien y del mal.

El artista tiene un don especial, es un carismático necesario en la comunidad, siempre y cuando sirva para el bien común y refleje en mil facetas la gracia soberana del Creador Supremo del Universo. La obra de arte es poesía, manifestación de belleza en forma existencial. También las grandes instituciones religiosas necesitan de los artistas, para no convertirse tan sólo en funcionarias de la palabra. Deben conocer bien la diferencia entre Arte Sacro y Arte Religioso. El artista sacro se fija un tema y lo pone al servicio de su iglesia o templo. Esto no es válido, ya que el artista no puede reducir su tarea y convertirse en apologeta, propagandista de la fe de la comunidad. El artista esta en contraste con la forma histórica; no es simplemente portavoz de la institución; es una instancia creadora que combate la esclerosis institucional. "La grandeza de las obras de arte consiste en que dicen lo que la ideología oculta", opina Adorno.

Hoy se espera, cada vez más del arte, que sea un reflejo despiadado del mundo trastornado. Visión ésta completamente opuesta al ideologismo griego de "lo bello". La concepción moderna del arte es la de un mundo desvelado, liberado de las manifestaciones que envuelven los sistemas ideológicos y autoritarios diciendo: "La fealdad es la muerte y la belleza la vida". El artista debe ser auténtico, íntimo en relación a su arte, pero a la vez, capaz de asociarse con su comunidad y con sus creencias, obteniendo y compartiendo así su poder terapéutico para el cuerpo y para el espíritu. El artista lleva a la comunidad a descubrir las potencialidades encerradas en la existencia humana. Esto es un proceso que se asemeja a un juego. La categoría de "juego" parece ser la más apta hoy día, para acercarse al misterio de la creación artista. El juego, en este caso, no es un diversión, lo demuestra la serenidad con que el niño toma el juego. "La Sabiduría estaba junto al Creador jugando todo el tiempo en su presencia" (Prov. 8, 30).

"El día en que no quedase ya disponibilidad interior para el libre fluir de la fantasía, para la gratitud, para la experimentación existencial, no habrá tampoco espacio para la adoración.