La graduación de 2º de Bachillerato en nuestro INSTITUTO es mucho más que un simple acto académico. Es un momento cargado de emoción, recuerdos y despedidas. Tras dos años intensos de esfuerzo, nervios de exámenes y alegrías compartidas, llega la hora de celebrar el final de una etapa que marcará para siempre a esta promoción.
El salón de actos, decorado con sencillez y elegancia, se llena de familias, profesorado y compañeros que quieren acompañar a los protagonistas de la tarde: los alumnos y alumnas que reciben su reconocimiento. Entre discursos, aplausos y alguna que otra lágrima contenida, se recuerda el camino recorrido: desde la llegada a la ESO, llenos de dudas y expectativas, hasta la madurez y confianza con la que hoy se despiden.
No faltan las anécdotas divertidas, las fotos improvisadas y los abrazos interminables. Tampoco los agradecimientos: a las familias por su apoyo constante, al profesorado por la paciencia y dedicación, y a los propios estudiantes, por demostrar que el esfuerzo tiene recompensa.
El momento de la entrega de diplomas es uno de los más esperados. Cada nombre resuena en el auditorio como un pequeño homenaje al trabajo y la constancia. Después, la música y los aplausos dan paso a un ambiente más distendido, en el que se respiraba orgullo y satisfacción.
Esta graduación no es un punto final, sino un nuevo comienzo. Algunos seguirán estudios universitarios, otros se lanzarán a la formación profesional o al mundo laboral, pero todos se llevan algo en común: el recuerdo de estos años en el instituto público que los vio crecer, aprender y madurar.
Una etapa se cierra, pero otra comienza. Y con ella, la certeza de que lo mejor aún está por llegar.