Este año Miguel y yo hemos vuelto a Orea para hacer algunas rutas de btt por la zona del Alto Tajo y la Sierra de Albarracín. Como ya estuvimos el año pasado, he buscado algunos recorridos diferentes para no repetir mucho.
Para evitar las horas más calurosas, la estrategia ha sido madrugar mucho, saliendo antes de las siete, y llegar no más tarde de las dos. En general son rutas fáciles, que califico como moderadas debido a que podemos encontrar pistas algo más deterioradas, con roderas o piedras sueltas.
Después de comer, y la sagrada siesta, nos hemos acercado al pueblo de al lado, Orihuela del Tremedal, para darnos un baño en la balsa de la Toba. Para entrar al agua hay bastantes piedras, por lo que es recomendable algún calzado de goma o plástico.
Las comidas y cenas, las hemos hecho en casa, y ocasionalmente en el Restaurante Alto Tajo, que en estas fechas es el único establecimiento abierto.
Nos hemos desplazado en coche hasta el Puente de Poveda, aparcando al lado del punto de información del parque.
La ruta se puede hacer en los dos sentidos. Aunque es julio, por la mañana hace fresco, y es preferible comenzar subiendo hasta Taravilla.
Los primeros ocho kilómetros se hacen por carretera, que a primera hora apenas hay tráfico. En Taravilla hemos tenido suerte que el bar estaba abierto. Después de un merecido café, salimos para hacer la ruta de los miradores. Es todo pista, con tres miradores, donde contemplar el Cañón del Tajo, y unas panorámicas inmensas.
Llegamos a Lebrancón, un pequeño pueblo, donde aprovechamos para recargar agua, y conversar con unas mujeres que se encontraban en la fuente. El tema recurrente es la despoblación y el abandono de los pueblos. Por lo que explican, quedan doce vecinos en el pueblo. Espero que por lo menos se lleven bien...
Por carreteras sin tráfico llegamos al Río Gallo, i aunque no coge de paso seguimos hasta el Barranco de la Virgen de la Hoz, que por unos pocos kilómetros más, vale la pena acercarse. Ya en el Santuario, lo ideal sería subir caminando y contemplar todo lo que ofrece el lugar, pero esta excursión requeriría más de una hora, y no hay donde dejar las bicicletas cerradas.
De vuelta, siguiendo carretera y pista pasamos por Torete hasta el Puente de San Pedro. Un poco más adelante nos desviamos por el Camino Natural del Tajo, una pista que llega hasta la carretera de Poveda, a doscientos metros del área de Información del Puente de Poveda, donde tenemos el coche.
Como anécdota, al llegar vimos un papel en el coche indicando que lo tenemos mal aparcado. Hablando con la persona que controla los aparcamientos, estamos de acuerdo que el coche no molesta, pero ahora, en todo el Cañón del Tajo, únicamente se puede aparcar en los sitios señalizados, que no son muchos, y además hay que reservar y pagar por internet: Web Cañón del Tajo. Para otra vez habrá que dejar el coche en otro sitio. Tal vez en el pueblo de Taravilla.
Salimos de Orea por la pista asfaltada que va hacia el camping . Por suerte, comenzamos subiendo. ya que a primera hora hace frío. En la Fuente de la Jícara, paramos a coger agua y disfrutar del encanto del lugar.
Más adelante nos acercamos a la Sima, una pequeña laguna que en realidad es una cavidad inundada de agua, y que parece ser que tiene bastante profundidad.
Seguimos un poco más adelante hasta desviarnos por una pista que nos llevará a Villanueva de las Tres Fuentes. Encontramos una cadena, indicando que es una finca privada. En realidad en el SIGPAC indica que el camino es público. Tampoco vimos a nadie que nos dijera nada. En la bajada hay un camino sin dificultad, pero que ya no es una cómoda pista.
Villanueva de las Tres Fuentes, es una antigua población abandonada, situada en un entorno espectacular. Como es habitual, encontramos muchos ciervos, difíciles de fotografiar, ya que cuando nos ven, rápidamente se adentran en el bosque.
Vamos siguiendo hasta llegar a la laguna Salobreja. Primero subimos a un alto desde donde hay una vista muy bonita de la hondonada, que en realidad es un Poldjé, con la laguna de origen cárstico, y luego bajamos hasta ella. La bajada tiene algún tramo con bastante pendiente, que después subiremos sin problemas gracias a las bicis eléctricas.
Además de ser un lugar muy bonito, llama la atención por la gran cantidad de ranas que hay. Con el zoom de la cámara he podido hacer unas fotos interesantes.
Salimos por la carretera de Orihuela hasta el collado, siguiendo por la pista que baja en dirección Orihuela. Hay un desvío bien señalizado para subir al Mirador de la Portera. Es un sitio tranquilo, que al ir sin prisas siempre paro un rato para subir a la pequeña atalaya de madera y contemplar el paisaje.
Seguimos hacia el Puerto de Orihuela y luego hasta la Fuente del Canto, que suelo parar a cargar agua, y disfrutar del frescor de la pineda.
Un poco más adelante tomamos una antigua pista, muy deteriorada con una subida fortísima hasta un alto, y bajar a la Ermita del Tremedal.
Bajamos a Orihuela por el camino viejo, pero nos desviamos hacia la Residencia de Tiempo Libre, que le quería enseñar a Miguel. Aparenta un hotel de cuatro estrellas, pero es un alojamiento público asimilable a un albergue de juventud.
En Orihuela compramos unas morcillas, y nos dirigimos hacia el Collado de la Atalaya, para pasar a Castillos Fríos y al Alto de Las Neveras.
Ya solo queda bajar hasta Orea, que al principio los arbustos empiezan a tapar el paso, y el camino está algo confuso.
El plan es llegar hasta Peralejos de las Truchas por pistas de tierra. El recorrido tira a bajada, por lo que es aconsejable llevar algún paravientos para evitar el frío de la mañana.
En Peralejos hubiéramos parado a tomar un café, pero a primera hora no hay ningún bar abierto. Hacemos unos kilómetros por carretera, sin descuidarnos de parar en la fuente que hay antes de llegar al puente de Martinete (está indicada). Importante esto último, ya que no encontraremos ninguna fuente más.
En el puente de Martinete comienza la pista hasta la Laguna de Taravilla. Estamos en el Cañón del Tajo, y a menudo vamos haciendo paradas para hacer fotos y contemplar las grandes formaciones rocosas que forman el Cañón.
Ya en la laguna, bajamos primero al Río Tajo. Todavía llevamos el frío en el cuerpo. El agua está helada, y si Miguel que le gusta el agua fría no se decide a bañarse, yo no insisto.
Nos entretenemos haciendo unas fotos y luego volvemos a la laguna, que ya más entrada la mañana, el sol calienta un poco y nos podemos dar un buen baño. El agua está algo más caliente que en el río. La salida está algo más complicada y requiere algo de agilidad.
Volvemos a Peralejos por el mismo sitio que hemos venido, y seguimos por carretera y pista asfaltada hasta Chequilla, un pueblo muy pintoresco que había que visitar. Luego por carretera pasamos por Checa hasta llegar a Orea.
Vamos hasta Villanueva de las Tres Fuentes pasando por el Cerro del Caballo. Como todos los días, encontramos rebaños pastando y muchos ciervos, que hay que estar muy atentos para verlos ya que de seguida se esconden.
Llegamos al Puente de las Tres Provincias (Teruel, Guadalajara y Cuenca). Por supuesto, el puente está sobre el Río Tajo. Seguimos por una pista asfaltada y luego carretera para llegar hasta el nacimiento, en el término municipal de Frías de Albarracín.
Encontramos un pequeño riachuelo, el Arroyo de Fuente García, y un monumento con unas esculturas que simbolizan las tres provincias.
La vuelta la haremos casi íntegramente por pista. Paramos a almorzar en Guadalaviar, donde se encuentra el Museo de la Trashumancia, que estaba cerrado. Para quien lo encuentre abierto, es interesante visitarlo, aunque sea en 15-20 minutos.
Luego seguimos hasta Griegos, el segundo pueblo más alto de España. Hasta Orea podíamos haber ido por algún recorrido más fácil y con menos desnivel, pero he preferido ir por montaña. la ruta de la Majada Matapán en Griegos, y luego por el Collado de los Santos en el Cerro de San Cristóbal.