Testimonios

Testimonio de Karina Alejandra Mayocchi

Hace tres años me diagnosticaron una enfermedad "terminal". Solo una cirugía (de 14 horas) era la posibilidad de vivir. Ya en el quirófano cerré mis ojos y le ofrecí a María mi vida, sin miedo, con la esperanza que Ella me lleve a contemplar a Jesús. Al otro día desperté del coma. Entonces entendí el mensaje " Tienes Vida, para Adorarlo y Alabarlo en el Santísimo Sacramento del Altar, que es el Cielo en la tierra".

Testimonio de Guillermo Enrique Field

Esta custodia con la hostia; para algunos puede ser una simple hostia. Si. sencillamente es Jesús, y no es poca cosa. Y como creo que realmente está vivo, y que todos los días nos espera para entregarnos su amor, misericordia, perdón en forma incondicional quiero compartirlo con todos mis contactos. Sería egoísta de mi parte no hacerlo. Su paciencia, su amor infinito, las bendiciones que recibo de El, son el motivo de esta expresión. Lamentablemente ha sido profanado dos veces en la capilla de adoración de City Bell, por personas no católicas; que quieren llenarnos de miedo. De alguna manera también están afirmando su gran importancia. Claro, no es el modo. Pero mi modo ó nuestro modo es acompañarlo, estar con él, darle gracias por todo lo que él nos da, escuchar su mensaje en silencio; al menos un rato, en su presencia, sin temor. Sin ningún miedo. Porque sencillamente él nos protege y está ahí. Por eso invito a todos mis contactos (parientes, amigos, conocidos), quieran un día acercarse a una capilla de adoración y vivir su presencia.

Toda la felicidad que el me da, es la que quiero compartir con ustedes

Testimonio de Sandra Antonelli

Gracias Señor por haberme llamado a ser adoradora, por haberte quedado en el Santisimo Sacramento, por no dejarnos solos.

Hoy mas que nunca necesitamos de vos, nuestro compromiso es adorarte, alabarte, glorificarte, protegerte Señor.

No tenemos miedo, somos tu rebaño.

Solo en ti se encuentra la paz y el verdadero amor. Y en ti esta el cielo en la tierra Señor Jesus.

Y nuestro compromiso es ser tus misioneros.

Que tu misericordia sea derramada sobre nosotros, y que nunca te abandonemos Señor. Amen.