- Apagar el teléfono o empezar a usarlo con moderación. Al final la raíz del problema es el aparato, si empezamos a hacernos independientes de él, podremos disminuir el malestar.
- Apagar los datos o la señal Wi-Fi. Si quieres ser menos drástico sin tener que apagar el aparato, solo desconéctate y dejar de estar al tanto de tus redes.
- No dejar que los niños tengan acceso a celulares, ya que es una etapa muy temprana.