Antes de iniciar, Lizeth Ovalle, promotora del proyecto, investigó qué rutas eran las más adecuadas para explorar. Ya que el río convive con espacios altamente urbanizados, no todas las zonas son seguras, además, tienen diferentes nivel de dificultad para ser recorridas.
El proyecto empezó con un grupo muy numeroso, de aproximadamente 50 personas. Para facilitar el diálogo y la toma de decisiones, nos dividimos en dos grupos y nos reunimos en distintos días de la semana (miércoles y viernes). Utilizamos un grupo de Telegram para ponemos de acuerdo e intercambiar información, impresiones, dudas, nuevas ideas, entre otras cosas.
Durante las primeras reuniones hablamos de los acuerdos para recorrer el río de forma segura, armoniosa y con el mínimo rastro posible. También generamos una breve guía para recorrer espacios naturales . La puedes encontrar aquí.
En nuestras diversas visitas al río utilizamos la herramienta de wikiloc para registrar nuestra ruta y nos auxiliamos de la aplicación de ciencia ciudadana Inaturalist para compartir nuestros hallazgos y poder identificar la flora y fauna que encontramos en nuestro camino.
Durante nuestros recorridos hicimos registro fotográfico, sonoro y audiovisual, además de hacer colecta de muestras de agua, suelo, rocas y algo de plantas. Como no todas las personas tenían experiencia en colectar muestras para observar microorganismos, hicimos una breve guía para hacerlo, la cual puedes consultar aquí.
No es lo mismo ver el río desde la ventana del carro que encontrarte en él.
Paralelamente a nuestras salidas a campo probamos diferentes formas de construir nuestros propios microscopios de bajo coste, ya que parte fundamental de el proyecto es dar a conocer lo imperceptible del río.
Generamos un repositorio que contiene diferentes formas de realizar microscopios DIY, que puedes consultar aquí. Nos dimos a la tarea de probar cuál era el más sencillo y práctico de armar y usar para nuestra investigación. Hay muchas formas de realizarlos: las más comunes son utilizando la lente de punteros láser o de webcams que ya uses.
Eventualmente generamos nuestra propia versión de microscopio, del cual David Jesús, arquitecto, diseñador y producto de FABLAB de LABNL, fue codiseñador y nos orientó enormemente en cuanto a las posibilidades que teníamos.
Para este diseño nuestro principal referente fue el microscopio de cartón recuperado de COMO HACER MICROSCOPÍA DIY por Hamilton Mestizo, como parte del proyecto Guías LADA, proyecto concebido y coordinado por Antonio Lafuente.
Al mismo tiempo probamos y complementamos nuestra exploración con otros tipos de microscopios comerciales, como microscopios ópticos y digitales.
Durante varias sesiones nos dedicamos a pensar, recordar y comunicar las sensaciones, emociones e impresiones que vivimos en nuestras exploraciones.
Escuchamos nuestro registro sonoro y respondimos con palabras y dibujos las siguientes preguntas:
¿Qué impresiones me llevé del río?
¿Qué formas recuerdo?
¿Cómo me sentí?
¿Qué formas y colores recuerdo?
¿Qué quiero compartir o comunicar?
Tuvimos un espacio seguro para compartir nuestras vivencias.
Nuestro objetivo en la experimentación artística consintió en crear un experiencia inmersiva y contemplativa del río, mediante la cual pudiéramos transmitir a las personas cómo se siente entrar y salir del río: las emociones que provoca y lo fascinante que es conocer este ecosistema. Fue algo complicado y nos tomó tiempo decidir cómo lograríamos esto en un tiempo realista y con las habilidades con las que cada integrante contaba.
Pasamos por varios intentos, desde collages, recorridos de instalaciones por espacios del LABNL e impresiones 3d de microorganismos, hasta que finalmente Natalia nos sugirió construir un tipi como parte de una serie de instalaciones. Eventualmente el tipi tomó el lugar central para crear la experiencia inmersiva, a modo de cabina o espacio alterno en el cual está contenido el microcosmos del río en conjunción con sus elementos macro.
El tipi está fabricado con materiales obtenidos del río y que son considerados flora invasora. En su interior se encuentran animaciones y videos del río en loop. Al mismo tiempo, una composición sonora a partir de sonidos del río completa la pieza.
Animaciones hechas por Santiago a partir de fotografías de Alma Moguel de microorganismos encontrados en el río.
Pieza sonora a partir de sonidos del río y recursos del repositorio freesound. En ella participaron Rodrigo, Pamela , Marbet y Alma.