Somos un club de golf y nuestro objetivo principal es beber cerveza.
Después de buscar incansablemente una actividad que justificase de modo creíble la visita diaria a un bar sin levantar sospechas, encontramos en el golf la excusa perfecta: ejercicio suave, charla amena, amigos, entretenimiento, naturaleza y el mundialmente conocido "Hoyo 19", o sea el esperado bar al final del recorrido.
Pero el golf engancha. Sí, el golf engancha, te atrapa. Es por ello que nos vimos inmersos en ángulos, trayectorias, caídas; en innumerables vocablos de habla inglesa de los que no sabemos ni su pronunciación ni su significado; y datos, listas, resultados, fechas. Pero también relaciones personales, muchas y variadas, amigos, parejas, familias. Y entornos maravillosos al aire libre de los que no habíamos sido conscientes antes, conviviendo con patos, alpispas, lagartos, erizos... compañeros de partida. Y fue entonces, con esta mezcla de sensaciones que no podemos ni acercarnos a describir, cuando descubrimos el golf.
No había transcurrido mucho tiempo de tan agraciado descubrimiento hasta comprender que debíamos compartir nuestro hallazgo con los demás, con otros, fuesen quienes fuesen, porque no está bien guardar para sí los bienes que son de todos, esos bienes inmateriales que nos proporcionan felicidad. Así que fundamos un Club, de golf, claro, y en esas estamos, cada vez somos más y cada vez somos más felices, hasta tenemos socios que no beben cerveza y los queremos igual.
Un fuerte abrazo.