¿Qué es el mantenimiento preventivo?
El mantenimiento preventivo es el conjunto de acciones que se realizan de forma periódica para mantener un vehículo en óptimas condiciones de funcionamiento. No se trata solo de hacer cambios de aceite y filtros, sino de revisar y asegurar el buen estado de todos los sistemas que conforman el vehículo. Estos son algunos de los aspectos más importantes del mantenimiento preventivo:
Mantener el motor bien lubricado es esencial para evitar el desgaste prematuro de los componentes internos. Un aceite limpio reduce la fricción y ayuda a mantener el motor refrigerado. Recuerda revisar semanalmente el nivel de aceite mediante la bayoneta, asegurándote de que este entre el punto de nivel bajo y el de nivel alto. Realiza el cambio de aceite cada 5,000 km o según las recomendaciones del fabricante. Recuerda usar el aceite que recomienda el fabricante del vehículo. Es muy importante tener en cuenta que la viscosidad del aceite sea la especificada (SAE) y que cuente con la categoría recomendada (API).
Recuerda que además tienes un testigo en el tablero de instrumentos que te indica cuando debes realizar el cambio de aceite y mantenimiento general del motor.
Los frenos son fundamentales para la seguridad. Inspecciona las pastillas, discos y nivel del líquido de frenos cada 10,000 km, Recuerda siempre usar liquido de frenos que especifique el fabricante del vehículo (DOT3, DOT4...). Si notas vibraciones al frenar o ruidos inusuales, es momento de una revisión.
Las pastillas de los automóviles generalmente tienen una pequeña lamina la cual apunta hacia el disco. Cuando las pastillas estén a punto de llegar a su limite de desgaste, estas harán fricción contra el disco generando una alerta sonora.
Recuerda que además cuentas con un testigo de frenos que te indica distintas situaciones:
Nivel bajo del liquido de frenos.
Freno de emergencia accionado.
Problemas generales en el sistema.
Unas llantas en buen estado garantizan una mejor tracción y menor riesgo de accidentes. Revisa la presión de aire, el desgaste y el alineamiento cada mes. Una llanta desinflada no solo aumenta el consumo de combustible, sino que también puede provocar accidentes.
Generalmente el nivel de presión de las llantas ronda las 30 PSI. cada vehículo tiene un pequeño adhesivo el cual informa sobre las presiones de cada llanta en ciertas condiciones como por ejemplo la cantidad de pasajeros que vayan dentro.
Todas las llantas tienen una marca de desgaste. Cuando el nivel de desgaste de la llanta llegue a dicha marca es hora de realizar el cambio.
Recuerda que también tienes un testigo del sistema de presión de llantas en el tablero de instrumentos, este te indicara cuando el nivel de presión de las llantas este bajo.
Revisa el nivel de refrigerante cada semana o cada que vayas a realizar un viaje y verifica que no haya fugas en el radiador o en las mangueras. generalmente el refrigerante lleva un tinte que facilita la verificación de fugas. Un motor sobre calentado puede causar graves daños en el bloque motor, por ejemplo el pandeo del mismo o bien de la tapa de cilindros (culata). Estos daños requerirán el desarme total o parcial del motor teniendo unos costos de reparación bastante altos.
Nunca utilices agua puesto que esto podría causar corrosión y cavitación en el interior del bloque motor.
Recuerda siempre utilizar el refrigerante recomendado por el fabricante siguiendo todas sus especificaciones.
Recuerda que además tienes un testigo o un medidor que te indica el nivel de temperatura del refrigerante del motor.
Las bujías desgastadas pueden provocar fallos de encendido y un rendimiento deficiente del motor. Cambia las bujías cada 15,000 km si son estándar, las bujías de iridio o especiales tienen una variación en su tiempo de cambio, consulta la información del fabricante para verificar este tiempo. Ademas se debe tener en cuenta realizar una calibración periódica de las bujías para conservarlas el mayor tiempo posible, generalmente en cada cambio de aceite. El filtro de aire se cambia cada 20,000 km para mantener una combustión eficiente y evitar obstrucciones en la admisión de aire.
Recuerda que además tienes un testigo de check engine el cual te indica cuando hay problemas en el sistema de alimentación y encendido del vehículo.
Un fallo en la batería puede dejarte varado en cualquier lugar. Verifica el estado de la batería y limpia las conexiones para evitar corrosión.
Puedes revisar el nivel de tensión de batería mediante un voltímetro, asegúrate de que los niveles estén entre 12,4V y 13V con el vehículo apagado. Un nivel inferior de tensión no quiere decir que la batería deba ser reemplazada, recuerda que si no usas tu vehículo frecuentemente y permanece mas tiempo guardado la batería se puede descargar; si después de re-cargarla sigue teniendo bajos niveles de tensión es hora de reemplazar. Puedes verificar también que la batería no tenga fuga de fluidos, si es así, hora de reemplazar debido a que aunque la batería aun tenga la tensión especificada, estos fluidos son dañinos para la salud y ademas al entrar en contacto con la base de la batería y/o el chasis se genera corrosión.
Recuerda que además también tienes un testigo de carga de batería en el tablero de instrumentos de tu vehículo el cual indica si el alternador esta funcionando.
Recuerda que los colores de los testigos indican la gravedad de la situación y que tan rápido se requiere una medida correctiva
Indican gravedad y requiere que detengamos el vehículo inmediatamente y llamemos a asistencia.
Indican que existe una anomalía que requiere ser atendida pronto (con menos urgencia que la anterior).
Unicamente aporta información sobre los sistemas . No indican avería. Circula con normalidad