Descripción Congreso IPBC 2023

Desde la más remota antigüedad, la demagogia y el populismo fueron asociados a una corrupción del ideal republicano. Después de la tercera ola de democratización que en los 90 vio muchos países fortalecer el marco institucional democrático, vemos ahora y de manera preocupante un cansancio democrático en las poblaciones, así como el auge de diversas formas de populismo de derecha como de izquierda. Efectivamente, desde hace más de una década, se observa una reorganización del campo político en los países democráticos. Las diferencias y el antagonismo entre partidos tradicionales se han desdibujado frente al surgimiento de movimientos políticos ‘antisistema’. Estos construyen su discurso sobre el rechazo de una ‘élite política tradicional’, que describen como ‘desvinculada de la realidad del país’, ‘cooptada en el poder’, ‘cínica y corrupta’. En contraposición, se describen a sí mismo como los representantes auténticos del pueblo y de las clases populares, pueblo que entienden, encarnan y que representan, arropándose como héroes republicanos que lidian contra la perversión, corrupción y el cinismo de la clase política tradicional. Este maniqueísmo político polariza el discurso público así como la práctica política. Auspicia caudillos que dicen encarnar este sentir del pueblo verdadero y que ven su labor política en claves de redención de la nación de los males que la carcomen.

En América Latina, el fenómeno se nutre además de la frustración de las clases sociales pobres hacia la pequeña élite social que acapara en la mayor parte de estos países la riqueza y el poder. Estancadas económicamente, entienden que, en el contexto actual, sus esperanzas de superación y movilidad social no se realizarán nunca. Su desilusión hacia las promesas vacías de igualdad y de bienestar para todos alimenta este resentimiento potente que los líderes populistas saben cosechar y expresar. Desde Hugo Chávez, pasando por Donald Trump, Jair Bolsonaro, Nayib Bukelele y Andrés Manuel López Obrador, el continente americano ve regresar gobiernos autocráticos que en nombre de la democracia popular deconstruyen el marco institucional democrático. 

Este congreso quiere indagar sobre las raíces de este fenómeno político, entendiendo los resortes profundos del populismo latinoamericano y sus consecuencias sobre el marco institucional democrático. Pero no quiere quedarse solo al nivel analítico, sino también repensar la democracia y sus instituciones para que estas sean menos vulnerables al populismo en nuestros países. El primer día será reservado al análisis, mientras que el segundo será dedicado a una visión prospectiva de la democracia en el continente latinoamericano. El congreso quiere ser un espacio no solo de aprendizaje, pero también de intercambio y diálogo. Por eso, a parte de las sesiones plenarias, tendremos también paneles y mesas de discusión en grupos reducidos con expertos. El congreso se dirige a un público amplio de académicos, estudiantes, empresarios, servidores públicos y representantes de la sociedad civil que quieran profundizar en el momento político que vive México y más ampliamente todo el continente latinoamericano. 




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