Introducción

El cañón de Gauss es un propulsor de materia que usa una serie de electroimanes encadenados para conseguir acelerar magnéticamente un proyectil conductor o ferromagnético, impulsándolo a gran velocidad. El proyectil se sitúa en el extremo de una bobina o solenoide, y al hacer circular corriente por ella se genera un campo magnético que atrae al proyectil, aumentando rápidamente su velocidad y propulsándolo a través de ella. 

En el funcionamiento de un cañón de Gauss, es muy importante conseguir una buena sincronización del campo magnético creado por las bobinas con la propia trayectoria del proyectil, ya que si se activa la corriente cuando el proyectil se encuentra alejado, éste se verá poco atraído por el débil campo magnético que encontrará y, por otro lado, si no se apaga a tiempo la corriente (antes de que el proyectil salga de la bobina), éste se verá atraído de nuevo hacia ella, perdiendo velocidad.

También puede fabricarse un cañón de Gauss más sencillo con el uso de un carril y un imán potente (de Neodimio), que actuará como propulsor. 

Para entender su funcionamiento encontrarás información útil en: