La educación, la investigación, la interdisciplinariedad y la capacitación que ofrece la universidad deben contribuir a aumentar la conciencia pública sobre el Cambio Climático y sus consecuencias.

Este núcleo se constituye en un espacio de análisis crítico, orientado a promover el desarrollo adecuado y aumentar la capacidad de las poblaciones para abordar los problemas ambientales.

Las medidas para enfrentar el Cambio Climático en el planeta involucran un conjunto de factores, entre ellos la existencia de estructuras y organizaciones que catalicen e impulsen acciones transformadoras, dentro de las cuales las universidades de la región cumplen un importante papel.

La UNESCO reconoce que el requisito básico del que debe partir el Desarrollo Sostenible es la educación para todos, seguida del progreso, la difusión y la aplicación del conocimiento científico.

En diferentes foros internacionales se ha tratado la necesidad de que las universidades se incorporen a la lucha por el medio ambiente y el logro del Desarrollo Sostenible; la Educación Superior tiene la capacidad de tener una mayor responsabilidad y un papel más activo en esta tarea en comparación con otros niveles de enseñanza, tanto desde el punto de vista formativo al preparar a los futuros profesionales que deberán enfrentar los nuevos retos, como educativo y divulgativo para la sociedad en general.

En el informe final de la Conferencia de Tbilisi, referente a las universidades, se establece que: “Las universidades, en su calidad de centros de investigación, de enseñanza y de formación del personal calificado del país, deben dar cada vez mayor cabida a la investigación sobre la Educación Ambiental y la formación de expertos en educación formal y no formal. La Educación Ambiental es necesaria para los estudiantes, indistintamente de la disciplina, puesto que la relación que guardan entre sí la naturaleza, la técnica y la sociedad, marca y determina el desarrollo de una sociedad”.

De ahí la necesidad de incorporar la perspectiva ambiental en las licenciaturas y posgrados que ofrecen las universidades, así como los programas de capacitación, actualización profesional o educación continua de manera que proporcionen una formación ambiental integral que permita a sus egresados tomar decisiones responsables como profesionales competentes.