SECUENCIA DE RESPIRACIÓN PARA RELAJACIÓN Y AUTOCONOCIMIENTO A TRAVÉS DE LA VOZ
SECUENCIA DE RESPIRACIÓN PARA RELAJACIÓN Y AUTOCONOCIMIENTO A TRAVÉS DE LA VOZ
¿Para qué sirven?
La importancia de la respiración profunda radica en su capacidad para oxigenar el cuerpo de manera eficiente, reducir el estrés y mejorar la concentración. Cuando practicamos la respiración profunda, estimulamos nuestro sistema nervioso, que induce la relajación y ayuda a calmar la mente.
Así, cuando combinamos la respiración profunda con ejercicios de estiramiento contribuimos a liberar la tensión muscular, mejorar la flexibilidad y promover una postura adecuada.
También, cuando incluimos ejercicios de proyección de voz a la respiración profunda fortalecemos los músculos vocales, reducimos el estrés, mejoramos la dicción y aumentar la resonancia vocal, lo que resulta en una voz más clara y potente, que es indispensable para nuestra comunicación y autoconocimiento. Integrar estos elementos en la rutina diaria no solo beneficia la salud física y emocional, sino que también potencia la expresión vocal y la comunicación efectiva.
¿En dónde se pueden realizar?
Estos ejercicios los podemos realizar en la casa, en un cuarto o en la oficina o un espacio amplio, solo necesitamos una silla o una pared firme, lo más importante es que se sientan seguras/os y cómodas/os en ese espacio.
Respiración y relajación
Respiración profunda y relajación, de pie y en silla
Este ejercicio es de mucha ayuda cuando sabemos que vamos a tener un día cargado de trabajo o mucho estrés, al realizarlo en la mañana, nos permite mayor concentración, pero en la noche, nos permite un sueño más profundo.
Descripción:
Nos sentamos en una silla o de pie, según se sientan más cómodas/os. Realizamos tres respiraciones profundas, inhalamos el aire por la nariz y votamos por la boca, tratamos de tener el cuello recto, para no afectar nuestra espalda.
Luego, giramos la cabeza hacia la derecha, tres veces, en tres respiraciones. Ahora, giramos la cabeza hacia la izquierda, tres veces, en tres respiraciones.
Siempre con respiraciones profundas, levantamos los brazos y los giramos hacia atrás, tres veces en tres respiraciones. Ahora, levantamos los brazos y giramos hacia adelante, tres veces en tres respiraciones profundas.
Trabajamos con el brazo derecho, con tres respiraciones profundas giramos tres veces el brazo hacia atrás. Hacemos lo mismo con el brazo izquierdo.
Ahora, giramos el brazo derecho hacia adelante, tres veces en tres respiraciones profundas. Hacemos lo mismo con el brazo izquierdo.
Respiración y estiramiento
Respiración profunda y estiramiento, de pie y en silla
Este ejercicio es ideal para cuando hacemos trabajo mucho rato sentadas/os, ya que nos permite activar la parte superior del cuerpo, estirar la espalda y relajar puntos de estrés del cuerpo. Es recomendable hacerlo, en pequeñas pausas activas que podamos tener, en nuestras dinámicas de trabajo.
Descripción:
Nos sentamos en una silla o de pie, según se sientan más cómodas/os. Realizamos tres respiraciones profundas, inhalamos el aire por la nariz y votamos por la boca, tratamos de tener el cuello recto, para no afectar nuestra espalda.
Siempre respirando profundo, giramos tres veces nuestra cintura para atrás, hacia la derecha y hacia la izquierda, alternando. Cuando estamos sentadas/os podemos usar el respaldar de la silla como apoyo. Cuando estamos de pie, podemos estirarnos hasta tocar la pared, en ambos lados.
Ahora, levantamos nuestra mano derecha y, por encima de nuestra cabeza, la llevamos al hombro izquierdo, ahora alternamos con la mano izquierda hacia el hombro derecho. Cuando estamos sentadas/os podemos usar el borde de la silla como apoyo. Cuando estamos de pie, nos colocamos en paralelo a la pared y estiramos hasta tocar la pared, en ambos lados.
Realizamos estiramiento de la columna vertebral, siempre respirando profundo. Si estamos sentadas/os, tomamos los bordes de la silla para que nos ayuden a llevar los hombros para atrás, estirar el cuello y la espalda hacia el techo, y relajamos. Cuando estamos de pie, entrelazamos nuestras manos y las giramos hacia adelante, estirando los brazos lo más que podamos, luego los subimos hacia el techo y estiramos tres veces. Cada vez que realizamos un estiramiento, realizamos una respiración profunda.
Respiración y voz para relajar
Conexión entre la respiración profunda y la voz para la relajación
Cuando respiramos profundamente oxigenamos adecuadamente los pulmones, al exhalar liberamos la tensión acumulada en el cuerpo, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad. Por ello, cuando conectamos la respiración profunda con la voz permitimos una emisión vocal más clara, potente y controlada, lo que favorece la relajación y la expresión emocional a través del habla.
Este ejercicio lo podemos realizar en las mañanas, al levantarnos o en las noches, al acostarnos, al hacerlo diariamente, mejoramos la calidad de nuestra voz, promovemos la calma y el equilibrio mental y emocional.
Descripción:
Nos sentamos en una silla o de pie, según se sientan más cómodas/os. Realizamos tres respiraciones profundas, inhalamos el aire por la nariz y votamos por la boca, tratamos de tener el cuello recto, para no afectar nuestra espalda.
Colocamos nuestras manos en la boca del estómago, para activar la respiración diafragmática, y ahí respiramos profundo tres veces.
Luego, colocamos nuestras manos en el pecho, para activar la consciencia de la respiración torácica, respiramos profundo tres veces.
De seguido, con una respiración profunda, llevamos lentamente nuestra cabeza hacia abajo, a fin de relajar nuestra columna vertebral. Relajamos el cuello, moviendo la cabeza de un lado a otro.
Respiramos profundo y sacamos nuestra voz: (a) colocamos la voz, cuando con los labios cerrados proyectamos la letra "M" y, (b) abrimos la boca con la vocal "A". Recordemos tener el cuerpo relajado, respirando profundo. Repetimos tres veces. Cuando realizamos este ejercicio de pie, siempre mantengamos nuestras piernas ligeramente flexionadas con brazos y cabeza relajados hacia adelante. Cuando estemos sentadas/os, recordemos abrir un poco las piernas para que nuestros brazos y cabeza puedan soltarse plenamente hacia adelante.
Lentamente nos incorporamos, a partir de la respiración profunda, descansamos un momento para seguir con nuestra rutina diaria.
Respiración, voz y autoconocimiento
Respiración profunda, voz y autoconocimiento
Este ejercicio nos sirve para reconocer las potencialidades de nuestra voz, así como, sus cualidades únicas. Al respirar profundamente, garantizamos un adecuado suministro de oxígeno a los pulmones, lo que favorece la calidad y proyección de la voz, así como la relajación total del cuerpo y la mente. Además, al conectar la respiración profunda con los resonadores corporales, como la caja torácica, el pecho y las fosas nasales, potenciamos la resonancia y modulación del sonido vocal, permitiendo una emisión más clara y potente. Esta conexión entre la respiración profunda y los resonadores corporales es fundamental para mantener una voz saludable, potente y expresiva.
Descripción:
Nos sentamos en una silla o de pie, según se sientan más cómodas/os. Realizamos tres respiraciones profundas, inhalamos el aire por la nariz y votamos por la boca, tratamos de tener el cuello recto, para no afectar nuestra espalda.
Colocamos nuestras manos en la boca del estómago, para activar la respiración diafragmática, y ahí respiramos profundo tres veces y comenzamos a sacar nuestra voz: (a) colocamos la voz, cuando con los labios cerrados proyectamos la letra "M" y, (b) abrimos la boca con la vocal "A". Recordemos tener el cuerpo relajado, respirando profundo. Repetimos tres veces en el tono natural con que hablamos, luego repetimos tres veces más en un tono más grave y, por último, tres veces más, en un tono más agudo del que hablamos.
Colocamos nuestras manos en el pecho, para activar la consciencia de la respiración torácica, respiramos profundo tres veces, y comenzamos a sacar nuestra voz: (a) colocamos la voz, cuando con los labios cerrados proyectamos la letra "M" y, (b) abrimos la boca con la vocal "A". Recordemos tener el cuerpo relajado, respirando profundo. Repetimos tres veces en el tono natural con que hablamos, luego repetimos tres veces más en un tono más grave y, por último, tres veces más, en un tono más agudo del que hablamos.
Colocamos nuestras manos la parte superior de nuestra cabeza, para activar la consciencia de que nuestra cabeza, en su totalidad, es un gran resonador de nuestra voz. Respiramos profundo tres veces, y comenzamos a sacar nuestra voz: (a) colocamos la voz, cuando con los labios cerrados proyectamos la letra "M" y, (b) abrimos la boca con la vocal "A". Recordemos tener el cuerpo relajado, respirando profundo. Repetimos tres veces en el tono natural con que hablamos, luego repetimos tres veces más en un tono más grave y, por último, tres veces más, en un tono más agudo del que hablamos.
Soltamos nuestras manos, relajamos y respiramos una última vez, para equilibrar nuestra energía.