En un mundo que está en constante movimiento y cambio, la Ciencia y la Tecnología desempeñan un papel fundamental. La innovación es constante y la sociedad demanda ciudadanos que tengan conocimientos en Ciencia y Tecnología, que puedan comprender los conceptos, principios, leyes y teorías científicas, y que hayan desarrollado habilidades y actitudes científicas.

En las circunstancias actuales, es importante preparar a nuestros estudiantes para afrontar problemas locales, regionales o nacionales y encontrar soluciones o evaluar alternativas de solución. Estos problemas pueden incluir la contaminación ambiental, el cambio climático, la degradación de los ecosistemas, la explotación irracional de los recursos naturales, las enfermedades y las epidemias, entre otros.

Además, el campo de la Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente permite que los estudiantes sean capaces de observar, inferir, interpretar, experimentar, formular preguntas, plantear hipótesis, buscar información y ofrecer respuestas. Para lograr esto, es necesario que los estudiantes interactúen con su entorno y realicen experimentos sencillos utilizando herramientas de demostración, ya que el aprendizaje se logra a través de la práctica. Todo esto se lleva a cabo en un ambiente de responsabilidad y respeto, valores fundamentales en nuestra institución educativa.

La UNESCO declaró en 1999, en la Declaración de Budapest, que el acceso al conocimiento científico con fines pacíficos desde una edad temprana es parte del derecho a la educación de todos los hombres y mujeres. La enseñanza de la ciencia es fundamental para el desarrollo pleno del ser humano, para crear una capacidad científica interna y para contar con ciudadanos activos e informados. Además, proclama que la enseñanza científica, en un sentido amplio y sin discriminación, abarcando todos los niveles y modalidades, es un requisito esencial para la democracia y el desarrollo sostenible.