ana garralón

ana garralón

(Independent scholar)

Chispas y cascabeles. Cosas que no te contaron de la literatura infantil.

Ana Garralón (Madrid, 1965). Desde finales de los años ochenta estudia y trabaja con libros infantiles y ha compaginado su labor con ser librera. Recibió una beca de la Biblioteca Internacional de Múnich (IJB) que le posibilitó documentarse para el libro Historia Portátil de la Literatura Infantil (Anaya 2001/ nueva edición revisada: Prensas Universitarias de Zaragoza, 2017). Ha colaborado con instituciones en España y América Latina.


Profesora invitada en el Máster de Literatura Infantil de la UAB, de la Universidad de Zaragoza y del Máster de Libro Álbum de iconi. En su trabajo como crítica ha escrito en numerosas revistas especializadas. Mantiene un blog https://anatarambana.substack.com/ donde analiza regularmente cuestiones relacionadas con los libros para niños.


Su último libro es fruto de años de trabajo en un tema que investiga con regularidad: Leer y saber. Los libros informativos para niños (2013).

Por su trayectoria ha recibido el Premio Nacional de Fomento a la Lectura 2016 otorgado por el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte.


ABSTRACT

En esta charla vamos a ver ejemplos de libros que viajaron, fueron traducidos, adaptados, incomprendidos e incluso censurados. En cómo su influencia fue más allá de sus fronteras y sirvieron de inspiración para otros autores que la hicieron suya. La obra de Anna Laeticia Barbauld, cuyo concepto de libro infantil revolucionó la manera de leer. La de Helen Bannerman, cuyo libro, enviado desde la India a Inglaterra, tuvo un enorme éxito entre los niños, pero acabó siendo adaptado en Estados Unidos de tal manera que, todavía hoy, es centro de discusiones sobre su visión negativa del colectivo negro. Hablaremos de la pareja Iona y Peter Opie quienes, con una curiosa estrategia, consiguieron ser los recopiladores más importantes de la tradición oral. También de cómo el acervo del nonsense y las nursery rhymes influyeron en la obra de autores latinoamericanos como María Elena Walsh y Rafael Pombo, quienes consiguieron dar un giro sustancial a los libros infantiles del momento. No menos importante fue la adaptación de los cuentos populares europeos de la pareja Leonora Blanche Alleyne y el folclorista Andrew Lang cuya colección de libros de colores tuvo un enorme impacto en la obra de autores como J.J. Tolkien. Libros que, en su época, no fueron apreciados por los editores, pero encontraron un lugar privilegiado entre sus lectores, como los de la británica Beatrix Potter tuvieron una gran repercusión en el trabajo de otros autores como el norteamericano Maurice Sendak. Por último, veremos las influencias victorianas en el escritor e ilustrador Edwar Gorey quien, en una época muy diferente a la victoriana, se empeñó en presentarla en sus libros.